De la máxima celeridad al retraso más preocupante. En esa dinámica lleva atrapado el rescate a las radiales quebradas desde hace más de dos meses. Pese a que la banca quiere cerrar ya la solución, Fomento sigue dando largas a este proceso. El ministerio que dirige Ana Pastor todavía no ha cerrado una fecha para reestablecer las conversaciones paralizadas por la campaña electoral de las elecciones europeas, pese a que varias entidades han contactado con Fomento, desde finales de la pasada semana, para cerrar definitivamente las negociaciones, según confirman desde el sector. El silencio de Fomento alarma a las entidades porque el retraso perjudica el futuro de la AP-41 (Madrid-Toledo). Si no se logra cerrar un acuerdo entre bancos, constructoras y Gobierno (Fomento y Hacienda) en las dos próximas semanas, se ejecutará la disolución de la autopista Madrid-Toledo a lo largo de junio.
La banca contaba con reunirse con Fomento a lo largo de la presente semana para escuchar la decisión del ministerio sobre la propuesta efectuada por el sector. Sin embargo, el encuentro se encuentra a día de hoy pospuesto 'sine die'. "Una vez que se retomen las conversaciones, el acuerdo no debería demorarse, salvo que Fomento se descuelgue con una propuesta que no sea aceptable", confirman desde el sector.
Los bancos acreedores están dispuestas a asumir la quita del 50%, alrededor de 2.300 millones, propuesta para el rescate de las autopistas radiales. Así se acordó en la videoconferencia que mantuvieron los bancos, a finales del pasado marzo, para tratar el asunto. Un encuentro en el que la banca concretó su propuesta para el 50% de deuda restante de las radiales quebradas. Dos son las peticiones con respecto a la fórmula del bono a 30 años propuesta por Fomento y Hacienda. De un lado, que este bono cuente con el aval del Estado, como adelantó Vozpópuli. Por otra parte, que su rentabilidad asegure el mismo tipo de interés que el que está pagando actualmente el Tesoro por sus títulos a 30 años, que se sitúa en el 4% anual.
La propuesta del Ejecutivo, por contra, se arma en un bono a 30 años con una rentabilidad fija del 1% anual más un variable en función del nivel de tráfico de cada radial. Fomento prevé que el nivel de tráfico en estas infraestructuras no recupere en los próximos 20 años los niveles máximos registrados en 2007, según consta en la documentación incluida en la oferta de rescate transmitida a bancos y constructoras. Desde entonces, la circulación de las autopistas quebradas ha descendido en un 38%. La previsión contempla que este año el comportamiento del tráfico caiga un 3%, en lo que sería el sexto año consecutivo en tendencia negativa. A partir de ahí, Fomento prevé que 2015 el nivel de tráfico mantenga un crecimiento cero y comience a crecer en 2016 con tasas superiores al 4%.
Ante estos datos, los bancos pretenden arrancar del Gobierno una fórmula cerrada acerca de la rentabilidad del bono a 30 años. A juicio de algunas entidades, ligar el bonus anual al volumen de tráfico supone una quita adicional. La estimación se basa en la diferencia con las cantidades que los bancos ingresarían si recibieran un bono del Estado a 30 años, que ofrece un interés aproximado del 4,25%.
"Si no se logra ese 4% anual que solicitan los bancos habrá que darles muchas vueltas a las negociaciones para poder llegar a un acuerdo. Las propuestas regresarán de nuevo a los técnicos y las conversaciones se dilatarán poniendo en riesgo la solución a la AP-41", reconocen desde una entidad.
La situación de la autopista Madrid-Toledo es la más delicada de todas las radiales quebradas. No sólo porque está cerca su fecha de disolución sino porque los datos de tráficos en los cuatro primeros meses del año no pueden ser más desalentadores. La AP-41 se ha anotado un desplome en el tráfico del 25,4% (apenas 1.021 vehículos) entre enero y abril de este año con respecto al mismo período del año anterior. La AP-41 es una de las 13 radiales que circunvalan la capital, apenas tiene un el 11% del tráfico previsto y costó 440 millones de euros.
La AP-41 es una de las nueve autopistas que están en situación de quiebra. Junto a ella, el acuerdo dará una solución a las radiales de acceso a Madrid, la autopista que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-la Roda, la Cartagena-Vera y la circunvalación de Alicante.
Estas autopistas se encuentran en concurso de acreedores por el desequilibrio económico que les ocasionó el sobrecoste de las expropiaciones y un tráfico mucho menor del esperado. El problema para el Estado es que, en caso de liquidación, se activaría la llamada Responsabilidad Patrimonial de la Administración, lo que obligaría a asumir el 100% de la deuda. Esta opción costaría 5.000 millones a las arcas públicas, según los cálculos del sector.
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