sábado, 3 de mayo de 2014

Adoptar una autopista

Recientemente he viajado por EEUU y una de las cosas que más me han chocado fueron los carteles de “Adopt a Highway”, sistema mediante el cuál ciertas empresas privadas se encargan del mantenimiento de una parte de la autopista a cambio de un cartel.

En principio me parece un sistema interesante que podríamos copiar en España ya que el estado de las carreteras se ha degradado bastante durante la crisis (quizás por eso hayan subido los accidentes esta semana santa). Tiene pinta de ser un win-win en toda regla, pero no tenía datos. Así que los he buscado.

Este programa se inició en Texas en la década de 1980 cuando un empleado del Departamento de Transporte reunió as voluntarios para ayudar a mantener la carretera limpia. En 1985, un club de servicio a la comunidad fue el primero en adoptar un tramo de 2 kilómetros de la carretera al tomar la responsabilidad de su limpieza. Para reconocer los esfuerzos del grupo, Texas colocó el primer cartel de “Adopte una carretera”.

Hoy en día casi todos los estados de EEUU se ejerce el programa de Adopt A Highway así como un “Sponsor a Highway” un programa complementario, en el que las empresas pagan los contratistas profesionales para limpiar la carretera en lugar de ser voluntario a sí mismos.

Como no podía ser de otra manera, esto creó una industria con agencias dedicadas a facilitar las labores a las empresas para que éstas puedan adoptar sencillamente las autopistas sin tener que hacer nada más que pagar. En resumen, para los patrocinadores se convierte en un medio publicitario que lejos de molestar a los ciudadanos, los ayuda.

El Programa Adopte carretera por lo general requiere un compromiso de 1 o 2 años a partir de sus patrocinadores.

Haata aquí intuímos que el programa es rentable para el gobierrno (obtienen un ingreso a cambio de muy poco) pero ¿Es rentable para la empresa?

El programa tiene un componente de caridad dado sus raíces voluntariado, pero las motivaciones de los patrocinadores tienden hacia el Marketing. Una manera de medir el impacto de las campañas es el Coste por Mil Impresiones (CPM, muy utilizado en Internet) y estos son los resultados, comparando con otros medios.


Aquí tenéis mucha información sobre la rentabilidad de este tipo de acciones y tampoco es mi interés entrar en mucho detalle. Como curiosidad el Klu Klux Klan adoptó una carretera Missouri y en respuesta, Missouri (que no se pudo negar debido a la libertad de expresión) renombró ese tramo de la autopista como “Pink Parks Highway” (los del KKK no son muy amigos del rosa).

Creo que existen muchas maneras de mantener las infraestructuras mediante medios más imaginativos que la habitual subida de impuestos y algunas, como esta, ayudan a crear una (pequeña) industria que contribuye a revitalizar la economía. Puede que nos guste o no pero al menos soluciona un problema sin suponer un gasto para el ciudadano.

Dicen que la crisis agudiza el ingenio y de eso nos sobra en España… de crisis… Así que mientras tanto:

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