La organización Automovilistas Europeos Asociados se ha mostrado «radicalmente contraria» a la propuesta de la Asociación de Concesionarias de Autopistas de Peaje (Aseta) de cobrar un peaje a los particulares por el uso de las autovías actualmente gratuitas.
Desde esta organización consideran que «los automovilistas españoles con sus impuestos ya pagan con creces el mantenimiento de estas infraestructuras» al tiempo que creen que este tipo de medidas ha tenido un impacto muy negativo para la economía de las zonas donde se han implantando.
Según el presidente de AEA, Mario Arnaldo, esta propuesta no está en absoluto justificada ya que «los automovilistas españoles ya aportan anualmente al presupuesto 25.000 millones de euros vía impuestos (carburantes, matriculación, circulación...), frente a los 1.800 millones de euros que, según estimaciones de esta entidad, precisaría el mantenimiento de la actual red de carreteras».
Denuncia además que «a duras penas cada año se llega a cubrir la mitad» del mantenimiento necesario.
También desde el Comisariado Europeo del Automóvil CEA se han manifestado en contra de la propuesta. su directora de comunicación, , Nuria Alonso, asegura que «no podemos permitir que unas vías que han sido financiadas con el dinero de todos los conductores puedan ser de pago para poder generar empleo, que no se genera haciendo que lo público se convierta en privado para favorecer a empresas».
Según Alonso, el Estado ya recauda dinero por las multas a los conductores y estos deben circular de forma gratuita por las carreteras porque «ya lo están pagando con sus impuestos», como el de matriculación, el de circulación, el seguro o la ITV.
Para el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, generalizar el peaje en las carreteras supondría «un repago de los impuestos que los conductores ya pagan con el automóvil». Insisten desde RACE en que «la Administración recauda suficiente dinero del automovilista como para que se le ponga otro impuesto más por el uso de las carreteras. La solución pasa por hacer una buena gestión de los recursos que aporta el conductor. La solución fácil sería imponerle un impuesto más».
Según los datos de Automovilistas Europeos Asociados, las inversiones presupuestadas para el mantenimiento y explotación de las carreteras españolas para 2013 asciende a 993.341.000 €, cifra que consideran «insuficiente para la importante contribución que los automovilistas españoles ya aportan al erario público».
Advierten por otra aprte del impacto económico negativo que tendría la adopción de esta medida ya que, por ejemplo, en Portugal «el tráfico en las autovías ha descendido entre un 30 y el 50% desde que a finales de 2010 se estableció un peaje».
La complicación que supuso sobre todo para los conductores extranjeros adquirir un sistema de pago comprensible además de asequible, redujo sensiblemente desde octubre del 2010 los viajes al desde Galicia al norte del país vecino, cuantificando el sector comercial de Viana las pérdidas por el descenso de visitantes en un 50 %.
Para el presidente de AEA, Mario Arnaldo, este tipo de medidas «no sólo son muy negativas para el desarrollo de las comunicaciones y la seguridad vial sino que además fomentan la insolidaridad entre los territorios».
Desde la administración, la directora general de Tráfico, María Seguí, ha señalado que se trata de «un problema mucho más complejo, mucho más extenso y que hay que abordar de una manera inteligente».
En este sentido considera que de momento no puede valorar la propuesta de las concesionarias «sin tener en cuenta el contexto, lo dije recién mi nombramiento y lo sigo diciendo ahora, el problema está en concienciar a la ciudadanía de qué carreteras son más seguras».
ABC.es 16/10/2013
Desde esta organización consideran que «los automovilistas españoles con sus impuestos ya pagan con creces el mantenimiento de estas infraestructuras» al tiempo que creen que este tipo de medidas ha tenido un impacto muy negativo para la economía de las zonas donde se han implantando.
Según el presidente de AEA, Mario Arnaldo, esta propuesta no está en absoluto justificada ya que «los automovilistas españoles ya aportan anualmente al presupuesto 25.000 millones de euros vía impuestos (carburantes, matriculación, circulación...), frente a los 1.800 millones de euros que, según estimaciones de esta entidad, precisaría el mantenimiento de la actual red de carreteras».
Denuncia además que «a duras penas cada año se llega a cubrir la mitad» del mantenimiento necesario.
También desde el Comisariado Europeo del Automóvil CEA se han manifestado en contra de la propuesta. su directora de comunicación, , Nuria Alonso, asegura que «no podemos permitir que unas vías que han sido financiadas con el dinero de todos los conductores puedan ser de pago para poder generar empleo, que no se genera haciendo que lo público se convierta en privado para favorecer a empresas».
Según Alonso, el Estado ya recauda dinero por las multas a los conductores y estos deben circular de forma gratuita por las carreteras porque «ya lo están pagando con sus impuestos», como el de matriculación, el de circulación, el seguro o la ITV.
Para el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, generalizar el peaje en las carreteras supondría «un repago de los impuestos que los conductores ya pagan con el automóvil». Insisten desde RACE en que «la Administración recauda suficiente dinero del automovilista como para que se le ponga otro impuesto más por el uso de las carreteras. La solución pasa por hacer una buena gestión de los recursos que aporta el conductor. La solución fácil sería imponerle un impuesto más».
Según los datos de Automovilistas Europeos Asociados, las inversiones presupuestadas para el mantenimiento y explotación de las carreteras españolas para 2013 asciende a 993.341.000 €, cifra que consideran «insuficiente para la importante contribución que los automovilistas españoles ya aportan al erario público».
Advierten por otra aprte del impacto económico negativo que tendría la adopción de esta medida ya que, por ejemplo, en Portugal «el tráfico en las autovías ha descendido entre un 30 y el 50% desde que a finales de 2010 se estableció un peaje».
La complicación que supuso sobre todo para los conductores extranjeros adquirir un sistema de pago comprensible además de asequible, redujo sensiblemente desde octubre del 2010 los viajes al desde Galicia al norte del país vecino, cuantificando el sector comercial de Viana las pérdidas por el descenso de visitantes en un 50 %.
Para el presidente de AEA, Mario Arnaldo, este tipo de medidas «no sólo son muy negativas para el desarrollo de las comunicaciones y la seguridad vial sino que además fomentan la insolidaridad entre los territorios».
Desde la administración, la directora general de Tráfico, María Seguí, ha señalado que se trata de «un problema mucho más complejo, mucho más extenso y que hay que abordar de una manera inteligente».
En este sentido considera que de momento no puede valorar la propuesta de las concesionarias «sin tener en cuenta el contexto, lo dije recién mi nombramiento y lo sigo diciendo ahora, el problema está en concienciar a la ciudadanía de qué carreteras son más seguras».
ABC.es 16/10/2013
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