Tensión en el sector de las autopistas de peaje. El plan para rescatar a las concesionarias en concurso de acreedores o con graves problemas financieros se encuentra en punto muerto debido a que la propuesta del Gobierno (la creación de una sociedad que aglutine los activos con dificultades) sigue encontrándose con la firme oposición de los grandes grupos constructores, principales accionistas de las concesionarias. En este escenario vuelven a sonar alternativas como la euroviñeta o la implantación de peajes masivos.
Las conversaciones entre ambas partes no han sido fructíferas. La propuesta traslada antes del verano a Fomento por las constructoras, a través de su patronal Seopan, no ha calado en absoluto en el departamento de dirige Ana Pastor, que no mueve un ápice su planteamiento inicial: las concesionarias tendrán un 20% de participación en la sociedad que agrupe los ‘activos tóxicos’.
Entre otras cuestiones, las constructoras consideran que se porcentaje debería estar mucho más próximo al 50%. Ante esta tesitura, algunas de ellas han empezado a deslizar la idea de que, con este planteamiento, no aportarían los activos a la nueva sociedad con lo que, de hacerse masiva esta postura, la solución estaría abocada al fracaso.
En este caso, el tiempo parece jugar en contra del Ministerio de Fomento, cuyas previsiones de tener la cuestión solventada para antes del verano ha saltado por los aires. Sobre todo porque el Ministerio de Hacienda apremia para encontrar una solución definitiva, toda vez que precisa conocer las cifras y cómo afectaría el plan al cálculo del déficit.
Y también porque, a medida que transcurre el tiempo, se dan nuevos concursos de acreedores entre las concesionarias de autopistas. El último caso ha sido el de la R-2, que ha elevado a siete el número de sociedades de este tipo que han recurrido en el último año y medio a la figura antes conocida como suspensión de pagos.
En Hacienda preocupa, y en ocasiones incluso irrita, la indefinición del Ministerio de Fomento. Fuentes del sector señalan que en las últimas semanas ha retomado los estudios e informes referidos a alternativas como la euroviñeta o la implantación de peajes masivos a través de sistemas electrónicos, opciones que, en principio, habían sido desechadas.
Este hecho podría retardar la toma de una decisión definitiva al respecto, lo que añade más tensión en un sector que ya se encuentra muy castigado por la situación económica.
A todo esto, los tribunales han comenzado a emitir sentencias que ordenan la ejecución de los pagos a los afectados por las expropiaciones de los terrenos que se realizaron en su día para construir algunas de las autopistas de peaje que ahora se encuentran en concurso.
Precisamente, los sobrecostes de estas expropiaciones (junto a unas previsiones de utilización de las vías infladas en la mayoría de los casos y la caída de los tráficos a consecuencia de la crisis) ha sido un factor determinante a la hora de que las concesionarias no hayan sido capaces de sostener los préstamos solicitados en su día para lograr los contratos.
Voz Pópuli.com 30/09/2013
Las conversaciones entre ambas partes no han sido fructíferas. La propuesta traslada antes del verano a Fomento por las constructoras, a través de su patronal Seopan, no ha calado en absoluto en el departamento de dirige Ana Pastor, que no mueve un ápice su planteamiento inicial: las concesionarias tendrán un 20% de participación en la sociedad que agrupe los ‘activos tóxicos’.
Entre otras cuestiones, las constructoras consideran que se porcentaje debería estar mucho más próximo al 50%. Ante esta tesitura, algunas de ellas han empezado a deslizar la idea de que, con este planteamiento, no aportarían los activos a la nueva sociedad con lo que, de hacerse masiva esta postura, la solución estaría abocada al fracaso.
En este caso, el tiempo parece jugar en contra del Ministerio de Fomento, cuyas previsiones de tener la cuestión solventada para antes del verano ha saltado por los aires. Sobre todo porque el Ministerio de Hacienda apremia para encontrar una solución definitiva, toda vez que precisa conocer las cifras y cómo afectaría el plan al cálculo del déficit.
Y también porque, a medida que transcurre el tiempo, se dan nuevos concursos de acreedores entre las concesionarias de autopistas. El último caso ha sido el de la R-2, que ha elevado a siete el número de sociedades de este tipo que han recurrido en el último año y medio a la figura antes conocida como suspensión de pagos.
En Hacienda preocupa, y en ocasiones incluso irrita, la indefinición del Ministerio de Fomento. Fuentes del sector señalan que en las últimas semanas ha retomado los estudios e informes referidos a alternativas como la euroviñeta o la implantación de peajes masivos a través de sistemas electrónicos, opciones que, en principio, habían sido desechadas.
Este hecho podría retardar la toma de una decisión definitiva al respecto, lo que añade más tensión en un sector que ya se encuentra muy castigado por la situación económica.
A todo esto, los tribunales han comenzado a emitir sentencias que ordenan la ejecución de los pagos a los afectados por las expropiaciones de los terrenos que se realizaron en su día para construir algunas de las autopistas de peaje que ahora se encuentran en concurso.
Precisamente, los sobrecostes de estas expropiaciones (junto a unas previsiones de utilización de las vías infladas en la mayoría de los casos y la caída de los tráficos a consecuencia de la crisis) ha sido un factor determinante a la hora de que las concesionarias no hayan sido capaces de sostener los préstamos solicitados en su día para lograr los contratos.
Voz Pópuli.com 30/09/2013
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