Ana Pastor ha realizado estas declaraciones al término de su comparecencia en el Foro de la Automoción organizado por Anfac, la patronal de los fabricantes, PWC y Mutua Madrileña.
Según la ministra el problema de las concesionarias de las autopistas que están quebradas deriva de dos aspectos clave. Por un lado, que "se estimaba en un principio un tráfico que no ha sido tal. De cada cien coches previstos, la cifra real se ha reducido a tan sólo 15 coches", lo que reduce de forma drástica los ingresos de las concesionarias. Por otro lado, según Pastor está el problema de las expropiaciones. El precio pactado en un principio está siendo revisado por muchos jueces y las indemnizaciones están suponiendo un coste añadido para las empresas concesionarias. "Lo que no puede ser es que un metro cuadrado de terreno de secano en medio de un campo de Toledo se pague al mismo precio que un metro cuadrado de la Castellana de Madrid". De ahí que la ministra haya explicado que primero habrá que ver las fórmulas entre los bancos, las constructoras y las concesionarias para paliar la deuda, "algo en lo que el Ministerio está trabajando; al igual que en la posibilidad de la creación de una empresa que gestione todas estas infraestructuras. Lo que no se contempla, ni se ha contemplado, es que la deuda de las concesionarias de las autopistas se pague con los impuestos de los españoles".
El pasado lunes, Oseta, la Asociación Española de Autopistas de Peaje, instó al Gobierno a la inevitable implantación del cobro de un peaje por el uso de las autovías actualmente gratuitas, una medida que podría reportar a las arcas públicas hasta 10.000 millones de euros anuales, según indicó el presidente de la asociación, José Luis Feito. "Es inviable que España siga pagando el mantenimiento de una red de autovías de gran capacidad de 12.000 kilómetros de longitud con cargo a los presupuestos", subrayó Feito, que considera que "antes o después el Gobierno no podrá evitar articular algún tipo de peaje" en estas vías, al igual que ya han hecho otros países europeos.
"España compite en Europa con países como Francia y Alemania con un presupuesto que cuenta con una partida para conservación de carreteras que dobla o triplica a la de esos países, cuando además no se destina todo lo que se tendría que destinar a ese mantenimiento", expuso. La ministra declaró en este contexto que el cobro de un peaje por el uso de las autovías "afectaría seriamente a más de cien mil empresas que se dedican al transporte y a la logística; que ya están sufriendo bastante con la actual crisis".
Aseta calcula que implantar el cobro de una tasa por uso de esta red de alta capacidad generará ingresos de entre un mínimo y un máximo de 1.700 y 10.000 millones de euros. Los importes variarían en función del tipo peaje que se implante, si se articula una tasa gradual (por tramos, por franjas horarias o tipos de vehículos) o bien una general y universal para todos los usuarios y en toda la red. El pago de un peaje por autovías ya se utiliza en otros países como en el vecino Portugal. Se instauró hace casi tres años, y según los últimos datos, el tráfico en las autovías, que ahora son de pago, ha caído a la mitad. Mientras los conductores afirman que no las usan a no ser que sea estrictamente necesario; el Gobierno luso achaca la caída del tráfico a la profunda crisis que atraviesa el país.
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