miércoles, 30 de octubre de 2013

La empresa concesionaria de la circunvalación de Alicante no sabe aún si se integrará en la empresa nacional de las autopistas

Ciralsa, la empresa concesionaria de la segunda circunvalación de Alicante, que presentó en julio concurso de acreedores voluntario para corregir su desequilibrio patrimonial al no cumplirse los planes de tráfico que justificaron la construcción de esta vía rápida de pago, no sabe aún si se incluirá en la empresa nacional de autopistas que impulsa el Gobierno. Ante el ultimátum que ayer lanzó el Ministerio de Fomento para evitar la quiebra y disolución de diez empresas concesionarias, entre ellas Ciralsa (participada por ACS, Abertis y Globalvia), un portavoz autorizado de la firma aseguró a este diario que desconocía la propuesta ministerial «tras romperse las negociaciones el pasado viernes».

Como adelantó este diario a principios de mes, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante tiene ya en sus manos el informe sobre la situación patrimonial y reclamación de los distintos acreedores y proveedores a la empresa concesionaria Ciralsa de la segunda circunvalación de Alicante. El estudio ha sido elaborado por el administrador concursal designado por el juez, la auditora Price Waterhouse Cooper (PwC), y fija un pasivo de 528 millones de euros. Entre los principales acreedores financieros se hallan el SabadellCAM, Caixabank, Bankia y Banco Espíritu Santo(BES). Este último participó como financiero y como inversor en varias sociedades concesionarias, al igual que Bankia.

Ese montante de pasivo incluye 74 millones en deudas que están en litigio, la mayoría por el precio de las expropiaciones, que se dispararon por las resoluciones judiciales en contra que han ganado miles de afectados en toda España (también en Alicante los jueces ordinarios han tumbado el justiprecio en más de una parcela ocupada por Ciralsa).

Están a punto de cumplirse seis años desde la inauguración de esta autopista de peaje, diseñada junto a otras ocho durante el mandato del expresidente José María Aznar dentro de un paquete de carreteras radiales o de última generación.

Esta carretera se diseñó para hacer el viaje más corto, rápido y seguro a los turistas de Madrid y el norte de España que se dirigen a Benidorm, fundamentalmente, al eludir el tramo de la A-7 sin peaje entre el final de la A-31 y el peaje de la autopista del Mediterráneo, en San Juan. También tenía por objeto dar salida al aumento del denominado tráfico de agitación, que tenía colapsada la primera circunvalación en pleno 'boom' del ladrillo y en el ciclo de expansión económica.

Ahora, la crisis económica, que ha reducido el tráfico a apenas 6.000 vehículos diarios (incluidos los tráficos de agitación que no pagan peaje entre los enlaces de San Vicente y Bussot/Mutxamel) ha hecho el resto. Fuentes de Ciralsa explican a este diario que el tráfico no para de bajar. Concretamente, un 10% entre el 1 de enero y el 31 de agosto pasado. La vía la usan 2.000 vehículos menos de lo que se había previsto inicialmente.

Ayer, El Ministerio de Fomento dio a la decena de autopistas en quiebra un plazo que concluye mañana miércoles, 30 de octubre, para que comuniquen si finalmente deciden integrarse en una sociedad pública con el fin de solventar los problemas económicos y financieros. Su última propuesta pasa porque Fomento mantiene el 20% el porcentaje de la nueva sociedad pública. las empresas concesionarias no renuncian al 49% del capital social. El proyecto planteado por Fomento pasa porque todas las autopistas en riesgo de quiebra acepten integrarse en la nueva empresa nacional.




LA CIFRA: 413 millones de euros. A esa cantidad ascienden los activos de Ciralsa (50% la construcción ACS, 25% Abertis o antigua Autopistas Mare Nostrum y 25% Globalvia, integrada por Bankia y FCC), según el informe del administrador concursal, insuficiente para dar viabilidad a la sociedad, con un agujero de 528 millones, incluidas las expropiaciones en litigio.

La verdad.es 29/10/2013

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