Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es
historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña.
Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus
publicaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books,
ediciones catalana y castellana).
Recientemente ha publicado en
Icaria, Crema catalana, un libro apasionante sobre la corrupción, el
amiguismo y los negocios turbios-más-que-turbios. Sobre esta publicación
conversamos en esta serie de entrevistas.
***
Nos situamos ahora en el capítulo VI: “Cataluña, tierra de
peajes”. Me salto el V si me permites. Su título: “Políticos: la
tentación viene de arriba”. Como tiene al clan Pujol como protagonista
destacado, vale la pena dedicarle varias aproximaciones. Lo dejo para
más adelante ¿Te parece?
Me parece.
Afirmas que la
mayoría de las autopistas catalanas de titularidad estatal o
autonómicas son de pago. ¿Cuántas lo son? ¿No ocurre así en otras
comunidades españolas?
El porcentaje total de autopistas de
peaje en Cataluña es de casi el 70 %. Solamente superada por La Rioja.
Unas cifras que distan mucho del resto de comunidades. Lamentablemente
la tendencia, si no hacemos nada para evitarlo, será la de introducir el
pago en algunas autovías.
Explicas tu caso, el coste de
trasladarte desde Tiana, donde creo que vivías, hasta Mataró en la
página inicial del capítulo. ¿Nos lo resumes por favor?
Sí.
Es sintomático de la injusticia de este sistema de peajes. Para
desplazarme al lugar de trabajo, en Mataró, me negué a utilizar la
autopista C-32. El problema es que la alternativa consiste en una N-II
llena de rotondas y semáforos. No solo era el tiempo de más que invertía
sino el peligro. La decisión tenía un doble objetivo: reivindicativo y
de subsistencia. En este último caso porque cuando calculé lo que
suponía el gasto en peajes me di cuenta de que era una barbaridad: más
de 1.000 € al año. ¡Por ir a trabajar!. Soy usuario del transporte
público y un férreo defensor de él. De hecho, ya no tengo coche. Pero he
de reconocer que para aquel trayecto las combinaciones eran casi
imposibles.
Escribes: “Abertis sigue cobrando el peaje en una
autopista que está amortizada decenas de veces.” ¿Qué es Abertis?
¿Quiénes son sus propietarios y ejecutivos? ¿Afirmo mal y erróneamente
si apunto que uno de ellos ha sido asesor económico del president de la
Generalitat?
Afirmas bien. Quien se esconde detrás de este
rey de la carretera es La Caixa, uno de sus grandes accionistas. Nada
nuevo, por otro lado. Basta pensar en Telefónica, Repsol o Gas Natural.
De la variedad de concesionarias que explotaban las autopistas de pago y
los túneles, sobre todo en Cataluña, prácticamente todas han sucumbido a
este gigante. El origen está en ACESA (Autopistas, Concesionaria
Española, SA) y su primera concesión, precisamente en el tramo
Barcelona-Mataró, en 1970. Por la concesionaria ha pasado (o siguen
estando) lo mejor de cada casa. Un ejemplo diáfano de lo que llamamos
las puertas giratorias: Isidre Fainé, Florentino Pérez, Elena Salgado,
Carlos Godó, Francesc Homs, Macià Alavedra, Miquel Roca… Y su
presidente, Salvador Alemany, el asesor del presidente Mas en cuestiones
económicas.
A ver, a ver, Francesc Homs, el actual ministro
portavoz del gobierno catalán, está vinculado o ha estado vinculado a
Abertis? No sabía nada. ¿También Macià Alavedra y Miquel Roca? ¡Vivir
para sorprenderse cada día más!
Con el primero nos
equivocamos todos. No es el actual político, conocido como Quico Homs
para diferenciarlo del otro y al frente de la consejería de la
Presidencia, sino el que fuera conseller de Economía. Por cierto,
cartera esta última que también ocupó Alavedra.
Roca es el secretario del Consejo de Administración de Abertis. Claro que, ¿en qué consejo no está Roca?
¿Y
cómo es posible por cierto que Abertis siga cobrando a pesar de que la
autopista esté más que amortizada? ¿Cómo se justifica este aparente
despropósito?
Pues con la excusa de ampliar la concesión a
cambio de no subir en exceso el peaje, construir un nuevo carril o algún
que otro acceso.
Has comentado algo pero te pregunto de
nuevo. ¿Existe alguna relación entre Abertis y Caixabank, poder fáctico
catalán (aunque no sólo) por excelencia?
El banco es el
accionista mayoritario de la concesionaria con cerca del 25%. Le sigue
el fondo de inversión CVC Capital Partners y la constructora OHL de
Florentino Pérez.
¡Vaya con don Florentino! ¿De quién depende la decisión que comentamos? ¿Del gobierno central o del de la Generalitat?
Dependiendo de la titularidad, la decisión es estatal o autonómica. En
uno u otro caso la manera de proceder es la misma. Gobierne PSOE o PP
allí o CiU y un Tripartit acá, el ciudadano ve cómo las concesiones se
van alargando al igual que las tarifas. Nadie se atreve a enfrentarse al
problema. Hablando de movilidad, los partidos que se alterna en el
poder se dejan llevar por la inercia.
Comentas que Jordi
Pujol, el ex molt honorable, habló en una ocasión, hace ya años, de
razones históricas, razones que justificaban el peaje de las autopistas
en Cataluña. ¿Qué razones eran esas?
Una excusa como otra.
Todo, después de unos años, pueden ser razones históricas aunque esto no
es excusa para que no se puedan renegociar las condiciones. Se refería a
la “tradición” de pagar peajes por parte de los catalanes. Esto habría
supusesto una ventaja para el territorio. El problema es que luego no se
corrigió ni se homogeneizó por parte de ninguna de las dos
administraciones, estatal y autonómica.
¿Cuánto ganan o han
ganado las empresas concesionarias con todo este entramado en estas
últimas décadas? Sé que el cálculo es difícil. Aproximadamente, sólo
aproximadamente.
Sí que es difícil. Si obviamos la
titularidad, que ha ido reduciéndose hasta acabar la mayoría en manos de
Abertis, a lo largo de todos estos años (y sólo en Cataluña) las
concesionarias habrían tenido unos ingresos estimados de 20.669,6
millones de euros hasta el 2011. Un año después, el CCN (Cercle Català
de Negocis) hizo un estudio en el que aseguraba que Abertis obtenía unos
beneficios operativos del 55% en el año 2011, cuando Inditex, por
ejemplo, los tenía del 18%. Por otro lado, Aseta (Asociación de
Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y
Vías de Peaje) calculó que si se instaurara el copago en todas las
autovías de España los ingresos anuales oscilarían entre los 8.000 y los
12.000 euros.
Hablas también en este capítulo de “los peajes en la sombra”. ¿Y qué peajes umbríos son esos?
Umbríos y sangrantes, sobre todo porque son los grandes desconocidos.
Es como en la sanidad cuando se afirma con tanta ligereza que es
gratuita. ¡Cómo si no la pagásemos con nuestros impuestos! Es decir,
tenemos el abono directo del peaje por parte del usuario y el otro por
parte de la administración (en la sombra). En este último caso le
encargan a la empresa privada la construcción de la carretera y el
Gobierno paga en función de la media de vehículos que transitan por ella
cada día (o IMD). Ahora, eso sí, en caso de ser menor la afluencia
prevista la administración les compensa. O dicho de otra manera, siempre
ganan.
Joaquim Nadal, ex conseller de Política Territorial y
Obras Públicas con el tripartito, dirigente de PSC, aparece, señalas, en
algunas de las conversaciones interceptadas por la Guardia Civil en
relación con el caso del “clan del asfalto.”. ¿Qué clan es ese?
Así se bautizó a un grupo de empresas de las comarcas de Girona que
habrían creado un cártel para repartirse las adjudicaciones de obras
públicas en infraestructuras. El mismo conseller, por cierto, que amplió
la autopista del Maresme con el sistema de peaje en la sombra tras
haberlo criticado cuando lo hizo el ministerio de Fomento con la AP-7.
Hablas
también de un acuerdo de la Generalitat con Abertis, precisamente
cuando Nadal era conseller en un gobierno del tripartito, que comportó
la entrega de 35 millones de euros en el ejercicio de 2011. ¿De qué se
trataba? ¿Sigue vigente?
Así sigue y fue producto, como
decía, de los desconocidos peajes en la sombra. El 40% del presupuesto
del departamento de Sostenibilitat i Terrotori de la Generalitat se
destina a estos pagos. El tramo de la C-32 que va de Mataró a Palafolls
finalizaba su concesión en 2016 y se prorrogó hasta el 2021.
¡Cinco
años más! ¿Nos puedes explicar una curiosa conversación entre Carod
Rovira, entonces dirigente de ERC, y Alemany a la que haces también
referencia en el capítulo?
Salvador Alemany, presidente de
Abertis, citó a comer al ex vicepresidente para que le explicase la
aparición de unos dípticos elaborados por ERC y críticos con el sistema
de peajes y sus responsables: Basánez (predecesor de Alemany), Pujol y
Alavedra. Estamos hablando de 1999. Antes de la reunión, La Caixa habría
dado la orden de ejecutar las deudas que el partido republicano tenía
con la caja. Todo acabó arreglándose tras una entrevista con el
todopoderoso Isidre Fainé, presidente de la entidad.
Por cierto, ¿dónde paga sus impuestos Abertis? ¿Sus beneficios?
En primer lugar, y creo que no ha cambiado la cosa, las concesionarias
gozan de una bonificación del 95% en el pago del IBI, más o menos como
la Iglesia.
¿De verdad?
¡De verdad! En 2013
obtuvo unos beneficios de 617 millones de euros, 352,1 millones solo de
la concesionaria ACESA. Es decir, prácticamente el 60 % lo obtuvo en
territorio catalán. Conviene recordar, también, que Abertis contaba con
27 sociedades en paraísos fiscales en 2012.
Después de leer el
capítulo, uno piensa: ¿dónde están los límites de esta multinacional de
la que, al decir de Carles “Esade” Torrecilla, deberíamos sentirnos muy
orgullosos los catalanes?
Espero no caer en la tentación de
parafrasear al ya traspasado Emilio Botín y asegurar que está en el
cielo. Menos mal que no dijo en el paraíso, por aquello del juego de
palabras con respecto a los paraísos fiscales. Abertis es líder mundial
en el negocio de las autopistas y tiene inversiones en otros sectores:
satélites, antenas de telefonía y, hasta hace poco, en aeropuertos.
Una
consideración final fuera de tema: si las autopistas, todas ellas,
fueran gratuitas, ¿no se incrementaría aún más el tráfico rodado en este
países de coches y más coches? Desde un punto de vista ecológico, ¿no
sería un desastre? Mucho más ruido, más contaminación, más CO2, más
estrés, más coches adquiridos,…
Es probable que aumentase el
número de coches, aunque la crisis, el impuesto de circulación, los
aparcamientos, la zona azul, la gasolina no invitan a adquirir uno o a
conservarlo. Hay que potenciar, aunque sea un tópico, el transporte
público y el tren (por encima del AVE) tanto para pasajeros como para
mercancías. La industria automovilística no estaría muy de acuerdo. Es
el producto que más exporta la economía española.
Vamos al capítulo siguiente si te parece: “La voz de su amo.”
Cuando quieras.
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