El último movimiento del departamento que dirige Ana Pastor ha sido comunicar a las concesionarias que “quedan fuera” del rescate a las autopistas. “Se les ha notificado ya que ninguna de sus peticiones van a ser atendidas”, explican fuentes conocedoras de la situación.
Esto va a suponer importantes pérdidas para las constructoras con intereses en alguna de las nueve autopistas que están en quiebra y que Fomento se ha comprometido a ‘rescatar’ sin que le “cueste un euro a los contribuyentes”. Afecta a todas las grandes: Abertis, FCC, ACS, Sacyr y OHL.
En la reanudación de las negociaciones en septiembre tras el parón del verano, Fomento ha decidido unificar todos los procesos concursales en uno sólo y evitar la liquidación de las empresas, por lo que “ya no hace falta que las concesionarias tengan que firmar el acuerdo final. Simplemente serán apartadas”, explican estas fuentes.
Además, según las fuentes consultadas, “desde Fomento se le ha trasladado el mensaje de que es el Gobierno quién gasta dinero en infraestructuras y que sus ingresos dependen de las adjudicaciones del Ejecutivo”, señalan fuentes del sector.
Antes de verano, las concesionarias estaban dispuestas a vetar cualquier acuerdo que no tuviera en cuenta sus condiciones, ahora ya papel mojado. Entre ellas destacaba la petición de garantizarse un porcentaje de una posible venta de la sociedad pública que se cree y que aglutine los activos de las nueve autopistas en quiebra cuando el Estado la venda.
“Ahora el tráfico está como está, pero lo normal es que en un futuro la situación mejore y que el Estado venda esa empresa e ingrese un dinero. Nosotros hemos hecho las inversiones para mejorar las carreteras y queríamos una parte del dinero que se obtenga de esa posible venta futura”, explican fuentes del sector.
“Pero el nuevo mecanismo ideado por Fomento para evitar la liquidación de las empresas deja fuera a las concesionarias y sólo tienen que negociar con la banca”, explican fuentes del sector.
De momento, las condiciones negociadas con la banca siguen incluyendo una quita del 50% de la deuda, mientras que el resto, 2.000 millones, se convertirán en un bono del Estado a 30 años con una rentabilidad que todavía se está negociando pero que podría llegar al 4% para determinados tramos.
Las radiales en quiebra son: en Madrid, R-2 (Henarsa), R- 3 y R-5 (Accesos de Madrid) y la R-4 (Autopista de Madrid Sur), y también entra la autopista Eje Aeropuerto (M-12); la AP-41 Madrid-Toledo; la AP-36, que va de Ocaña a La Roda; la Cartagena-Vera (Aucosta); la circunvalación de Alicante (Ciralsa), y la Alicante-Cartagena.
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