martes, 21 de octubre de 2014

Las autopistas se rebelan contra el plan de rescate de Fomento diseñado a sus espaldas

El plan de rescate que el Ministerio de Fomento ha presentado para rescatar las autopistas en quiebra no convence nada a las constructoras propietarias. Es más, están totalmente en contra. Consideran que la ministra Ana Pastor ha cocinado todo con los bancos a espaldas de las propias empresas, sin tan siquiera tener en cuenta la propuesta que ellas mismas han presentado. Abertis, Sacyr y Acciona, principales afectadas, no arrojan la toalla y dicen estar dispuestas a dar la batalla judicialmente.

Las em­presas pro­pie­ta­rias de Accesos de Madrid, la con­ce­sio­naria de las au­to­pistas de Madrid R-3 y R-5 para las que Fomento pre­sentó el pa­sado la pro­puesta de con­venio de acree­do­res, ase­guran haber plan­teado una pro­puesta al­ter­na­tiva que no quieren des­velar hasta que se pro­nuncie el juz­gado de lo Mercantil nú­mero 6 de Madrid. Únicamente ase­guran que su plan de con­venio es com­pe­ti­tivo y que per­mi­tirá salvar de la quiebra a las dos au­to­vías.

Las cons­truc­toras están es­pe­rando, por tanto, a que dic­ta­mine el juez y, en el caso de que la pro­puesta de Fomento re­sulte fa­vo­ra­ble, em­pren­derán su guerra ju­di­cial. Las em­presas con­fían tam­bién que la banca ex­tran­jera no se lo ponga fácil a Ana Pastor y que no acepten las con­di­ciones im­puestas de co­brar los 640 mi­llones de euros que se les adeuda en un plazo de 30 años. Los bancos es­pa­ño­les, bá­si­ca­mente Santander, BBVA y Caixabank, están tam­bién re­ti­cen­tes, aunque fi­nal­mente pueden clau­di­car. Para esta se­mana está pre­vista una reunión de Fomento con la banca ex­tran­jera, los más fuertes en todo el pro­ceso. Algunos de los bancos han ame­na­zado con acudir a Bruselas.

Ahora quien tiene la úl­tima pa­labra es el juez, que sería quien de­berá de­cidir si el plan de ne­gocio pre­sen­tado por Fomento es creíble y com­probar si el 50% de los in­gresos que ge­ne­rará la nueva so­ciedad pro­ce­derán de su ac­ti­vidad or­di­na­ria, es decir de la fac­tu­ra­ción que ob­tenga del cobro de peajes bá­si­ca­mente.

Gracias a la re­forma de la Ley Concursal que el Gobierno aprobó en sep­tiembre pa­sado, el plan que Fomento tras­ladó el viernes pa­sado al Juzgado de lo Mercantil nú­mero 6 de Madrid ser­virá para la R-3 y la R-5 y las otras siete au­to­pistas de peaje que ac­tual­mente están en riesgo de quie­bra. La AP-36 que une Ocaña (Toledo) con la Roda (Albacete) está tam­bién con el agua al cuello y el plazo venció el día 26.

El resto de las vías con pro­blemas son las otras dos ra­diales de Madrid R-2 y R-4, la Madrid-Toledo, la Cartagena-Vera, la que une Madrid con el ae­ro­puerto de Barajas y la cir­cun­va­la­ción de Alicante. La au­to­pista Alicante-Cartagena ha que­dado fuera del res­cate des­pués de lo­grar un acuerdo de re­fi­nan­cia­ción de su deuda de 240 mi­llones de euros con una quita del 30%, por­cen­taje in­fe­rior que el que se apli­cará al resto.

Las con­di­ciones son prác­ti­ca­mente las mismas que las que se ve­nían ba­ra­jando desde julio pa­sado: aplicar una quita del 50% a la deuda de 3.400 mi­llones de euros que arras­tran estas vías y ti­tu­lizar el pa­sivo res­tante en un bono a 30 años. Uno de los puntos que queda por ne­go­ciar con la banca acree­dora es el in­terés que de­berá de­vengar esa deuda y que se sitúa entre el 1% que ofrece Fomento y el 2% que exigen las en­ti­da­des.

Una vez que se re­fi­nancie la deuda, se cons­ti­tuirá una nueva em­presa pú­blica de au­to­pistas en la que se in­te­grarán estas vías, de­pen­diente del Ministerio de Fomento que la ex­plo­tará. La so­ciedad que se cons­ti­tuirá es­tará in­te­grada en Seittsa, una so­ciedad mer­cantil es­tatal pro­mo­tora de la ma­yoría de las in­fra­es­truc­turas te­rres­tres de Fomento.

Con la pre­sen­ta­ción del plan al Juzgado de lo Mercantil nú­mero 6, el Ministerio evita que Accesos de Madrid, la so­ciedad con­ce­sio­naria de la R-3 y la R-5 entre en li­qui­da­ción. De haber sido así, Fomento es­taría obli­gado a cum­plir con su res­pon­sa­bi­lidad pa­tri­mo­nial y, en caso de afectar a las nueve au­to­pistas con pro­ble­mas, po­dría su­poner un coste para el Estado de unos 4.600 mi­llones de eu­ros, tal y como ase­guró hace meses Ana Pastor. Una op­ción que la mi­nistra quiere evitar a toda costa, ya que pa­saría a con­ta­bi­li­zarse como dé­ficit pú­blico.

El pro­ceso lle­vaba meses en­quis­tado. En julio pa­sado, cuando todo pa­recía que es­taba he­cho, nue­va­mente el plan de sal­va­mento quedó apla­zado a sep­tiem­bre. El mismo 31 de ju­lio, justo antes de las va­ca­cio­nes, es­taba pre­visto un en­cuentro entre Hacienda, Economía y Fomento con los seis bancos acree­do­res, Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell, y se sus­pendió a úl­tima hora. En esa reunión, es­taba pre­visto que se for­ma­li­zase la so­ciedad pú­blica que aglu­ti­naría los pa­sivos y los ac­tivos del con­junto de las nueve ra­diales en quiebra y ce­rrar los flecos que aún es­taban pen­dientes de re­sol­ver. La nueva so­ciedad que es­taría col­gada de Seittsa sería quien asu­miría toda la deuda que arras­tran las au­to­pistas -unos 3.400 mi­llones de eu­ros- si, como está pre­visto, las en­ti­dades aceptan una quita del 50%.

Las exi­gen­cias que im­ponen los bancos y los miedos a Bruselas han pro­vo­cado todo este re­traso. Por un lado, las en­ti­dades acree­doras quieren ase­gu­rarse que el acuerdo tendrá el visto bueno de Bruselas y que no pone trabas a la crea­ción de la so­ciedad pú­blica que se res­pon­sa­bi­li­zará de la deuda. Además, exigen que el Banco de España se com­pro­meta con Seittsa de que la deuda que asumen de­fi­ni­ti­va­mente a través del cré­dito que otorgan a la so­ciedad pú­blica está exenta de pro­vi­sio­nes, de modo que no afec­tará a sus cuentas de re­sul­ta­dos.

El acuerdo global pasa porque la nueva so­ciedad es­tatal de quien de­pen­derán las ra­diales en quiebra pe­dirá un cré­dito sin­di­cado a los bancos acree­dores y que estos acepten una quita del 50% del total de la deuda ban­caria más la compra de la deuda que tienen los bancos ex­tran­je­ros, que se eleva a 646 mi­llones de eu­ros.

Desde que arran­caron las ne­go­cia­ciones entre el Estado y la banca, el Ejecutivo ha de­jado claro que no pen­saba poner ni un duro en el plan de sal­va­ción de las ra­diales Se com­pro­mete úni­ca­mente a crear una so­ciedad pú­blica de res­cate de las nueve au­to­pistas y que ésta asuma la deuda pero con una quita del 50%. En la ope­ra­ción fi­nal, no existe como tal en­trega de di­nero pú­blico pero sí asun­ción de deuda por parte de la fu­tura so­ciedad y asun­ción de riesgos por parte de la Administración Central. Por tanto, in­di­rec­ta­mente el res­cate para el Estado de las nueve au­to­pistas su­pone que­darse con unos ac­tivos (las ra­dia­les) con la mitad de la deuda que ac­tual­mente so­portan -unos 3.400 mi­llones de eu­ros-. La otra op­ción ha­bría sido dejar sin re­solver el pro­blema y aban­donar las au­to­pistas a su suerte. Tal y como sos­tiene Ana Pastor, de no aco­meter el res­cate, la res­pon­sa­bi­lidad pa­tri­mo­nial del Estado se ele­varía a 4.600 mi­llones de euros que, a la pos­tre, compu­taría en el dé­fi­cit.

Aparte del po­sible acuerdo con la banca, Abertis, ACS, Sacyr, Acciona, FCC, Ferrovial y OHL no han dicho aún su úl­tima pa­la­bra. Uno de las exi­gen­cias que las con­ce­sio­na­rias han puesto siempre en­cima de la mesa es dejar sin efecto las ga­ran­tías que en su día se­llaron con la banca ante po­si­bles in­sol­ven­cias de las au­to­pis­tas.

Capital Madrid.com 21/10/2014

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