Así, como lo dice el título, nos encontramos. Se nacionalizan las deudas que tienen empresas privadas porque así lo permite la dichosa "responsabilidad patrimonial de la Administración", pero los beneficios ¡Ay!¡Los beneficios! Esos se reparten siempre entre los mismos.
Y es que estamos en la cuenta atrás, que finaliza este próximo viernes 31 de Mayo, en el que el Ministerio de Fomento, encabezado por Ana Pastor, dará un paso más hacia la creación de lo que en la jerga se ha dado por llamar “Autopista Mala”. Peroe no se crean que va a ser otra autopista de peaje, esta vez llena de baches y mal asfaltada; no, esta vez es una empresa pública que nacionaliza y hace pública las deudas de las empresas concesionarias de estas desastrosas infraestructuras con las que el Sr. Aznar (¡Otra vez los fantasmas del pasado!) tanto se encariñó. ¡Otra vez, como ya ha sucedido con el “Banco Malo”, es el ciudadano de a pie el que se tiene que hacer cargo de unas empresas que nunca decidió tener, que nunca quiso tener o de las que nunca le informaron!
Con esta empresa, con esta “Autopista Mala”, se liberarán a concesionarias y bancos de las obligaciones de financiación y explotación que contrajeron de una manera asquerosamente legal, resarciéndolas con dinero público de hasta casi 4.000 millones de euros que deben.
Podríamos hacernos la pregunta de siempre: “¿por qué tenemos que ser nosotros los que sostengamos las deudas de unas empresas cuando los beneficios económicos no se reparten de la misma manera?” Pero, es que la pregunta tiene una fácil respuesta: “Porque este es el modelo de negocio especulativo con el que los gobiernos anteriores nos han estado engañando”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario