«Los precios son abusivos», coinciden en señalar, transportistas y consumidores. Y es que, durante la crisis, las tarifas han aumentado a la par que se encogían las arcas empresariales y familiares. Tras seis años en alza -se recalcula cada ejercicio en función del tráfico y del IPC-, los costes de las autopistas de peaje se han elevado por encima del treinta por ciento desde 2007 y han alcanzado niveles que profesionales y particulares consideran «alejados de la realidad».
Además de la revalorización anual de las tarifas, en 2012 se registraron otras dos subidas: por aumento del IVA y la eliminación de la compensación a las concesionarias. Tras estos cambios, actualmente el kilómetro de autopista en Castilla y León se paga de media a 0,14 euros en el caso de vehículos ligeros y 0,27 en los pesados. Eso sí, la diferencia entre calzadas es notable, desde los diez céntimos kilómetro que se cobra a los turismos en la AP-61 desde Ávila hacia la AP-6, a los 0,39 euros que le cuesta a un camión de gran tonelaje ir de Adanero a Villalba.
Los dos accesos a la AP-1 son los que menos variación han experimentado en los últimos años, aunque no ha sido poca. Las tarifas se han elevado un veinte por ciento, pero esta proporción es sólo la mitad de aquella en la que se ha visto incrementado el coste de su desembocadura. La autopista entre Villalba y Adanero ha subido su precio un 40 por ciento, tanto para vehículos ligeros como para pesados.
La siguiente con mayor ascenso es la León-Astorga, aunque este puesto se debe sólo al incremento de precios de las tarifas de turismos. Los vehículos pesados también ha visto elevarse los costes, pero en menor medida, en un 19,4 por ciento. Las dos restantes autopistas, Burgos-Armiñón y León-Campomanes cobran un 29 por ciento más que seis años atrás, tanto en turismos, como en camiones, motocicletas y autobuses.
Los transportistas denuncian que el aumento de las tarifas de las autopistas no es «asumible» por el sector, que ya se ha visto gravemente tocado por la crisis y ha tenido que reducir considerablemente sus gastos de rodaje, viéndose obligados a repostar en gasolineras en las que no se aplique el céntimo sanitario y a esquivar las carreteras en las que circular puede «salir muy caro». En concreto, hasta 27,3 euros abona un vehículo pesado por ir desde Villalba hasta Adanero y 20,85 aquel que cruce de León a Asturias por la AP-66. Para evitar esta vía, la opción es el habitualmente nevado Puerto de Pajares. Por ello, piden «mejoras» en las tarifas y unos precios «especiales» para los transportistas.
Por su parte, los consumidores aseguran que «no es de recibo» que los ciudadanos paguen la autopista «tres veces», con impuestos para la construcción y mantenimiento y con peaje por circular por ella. A veces, son más caros «que el gasto en carburante», indican, al tiempo que piden unas tarifas «más racionales, serias y honestas».
ABC.es 13/05/2013
Además de la revalorización anual de las tarifas, en 2012 se registraron otras dos subidas: por aumento del IVA y la eliminación de la compensación a las concesionarias. Tras estos cambios, actualmente el kilómetro de autopista en Castilla y León se paga de media a 0,14 euros en el caso de vehículos ligeros y 0,27 en los pesados. Eso sí, la diferencia entre calzadas es notable, desde los diez céntimos kilómetro que se cobra a los turismos en la AP-61 desde Ávila hacia la AP-6, a los 0,39 euros que le cuesta a un camión de gran tonelaje ir de Adanero a Villalba.
Los dos accesos a la AP-1 son los que menos variación han experimentado en los últimos años, aunque no ha sido poca. Las tarifas se han elevado un veinte por ciento, pero esta proporción es sólo la mitad de aquella en la que se ha visto incrementado el coste de su desembocadura. La autopista entre Villalba y Adanero ha subido su precio un 40 por ciento, tanto para vehículos ligeros como para pesados.
La siguiente con mayor ascenso es la León-Astorga, aunque este puesto se debe sólo al incremento de precios de las tarifas de turismos. Los vehículos pesados también ha visto elevarse los costes, pero en menor medida, en un 19,4 por ciento. Las dos restantes autopistas, Burgos-Armiñón y León-Campomanes cobran un 29 por ciento más que seis años atrás, tanto en turismos, como en camiones, motocicletas y autobuses.
Los transportistas denuncian que el aumento de las tarifas de las autopistas no es «asumible» por el sector, que ya se ha visto gravemente tocado por la crisis y ha tenido que reducir considerablemente sus gastos de rodaje, viéndose obligados a repostar en gasolineras en las que no se aplique el céntimo sanitario y a esquivar las carreteras en las que circular puede «salir muy caro». En concreto, hasta 27,3 euros abona un vehículo pesado por ir desde Villalba hasta Adanero y 20,85 aquel que cruce de León a Asturias por la AP-66. Para evitar esta vía, la opción es el habitualmente nevado Puerto de Pajares. Por ello, piden «mejoras» en las tarifas y unos precios «especiales» para los transportistas.
Por su parte, los consumidores aseguran que «no es de recibo» que los ciudadanos paguen la autopista «tres veces», con impuestos para la construcción y mantenimiento y con peaje por circular por ella. A veces, son más caros «que el gasto en carburante», indican, al tiempo que piden unas tarifas «más racionales, serias y honestas».
ABC.es 13/05/2013
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