Fomento convertirá así estos préstamos en acciones de la nueva empresa nacional de autopistas, con lo que pasará a controlar el 80% de su capital social. El 20% restante de la empresa es el porcentaje de su capital que Fomento repartirá entre las constructoras y concesionarias que actualmente gestionan las autopistas a cambio de que las traspasen a la nueva sociedad. Este porcentaje reservado a las empresas tiene un valor de 121,71 millones de euros.
Fomento ha planteado al sector constituir esta sociedad pública de autopistas como solución a la situación de riesgo de quiebra que presentan nueve vías de peaje por la caída de los tráficos y el sobrecoste de las expropiaciones.
Desde los máximos registrados en 2006, el tráfico en las autopistas estatales de peaje se ha desplomado un 30%, hasta contabilizar una media diaria de 16.641 vehículos en 2012, un volumen que se remonta a los niveles de hace 15 años y que ha reducido los ingresos de explotación de las concesionarias por los peajes hasta los 1.623,8 millones. El descenso ha sido del 10,2% en el caso de la autopista de peaje que va de Cartagena a Vera (Almería).
Según los datos del ministerio de Fomento, tras este nuevo descenso, el tráfico en estas vías encadena 6 años consecutivos de descensos.
Entre las autopistas que más han reducido su tráfico se encuentra la Madrid-Guadalajara, cuya intensidad media diaria se hundió en 2012 un 24%; la AP-41, con un descenso del 22,1%; y la AP-36 y la R-5, con un 19 % menos de tráfico.
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