Accesos de Madrid, la compañía concesionaria de las Radiales 3 y 5 de la capital, quiere evitar a toda costa que la sociedad pública de autopistas que prepara el Gobierno para rescatar a las carreteras en riesgo de quiebra se quede con ambos activos. Para ello cuenta a favor con el informe elaborado por los administradores concursales (la compañía solicitó la antigua suspensión de pagos a finales de 2012), donde se concluye que la actividad de Accesos de Madrid es viable porque la explotación de las radiales sí es rentable. El problema es, en este caso, el sobrendeudamiento de la empresa matriz Alazor.
"Aún está en marcha la fase común de negociación entre Fomento, los bancos acreedores y las empresas concesionarias para abordar la creación de esa sociedad pública pero, cuando haya acuerdo, Accesos de Madrid tratará de cerrar un convenio con el Ministerio para intentar dejar fuera de esa compañía estatal a la R3 y la R5", dice una fuente conocedora de la marcha de las negociaciones.
No obstante, aunque ya se ha transmitido esta voluntad al departamento que dirige Ana Pastor, estas fuentes indican que aún se tardarán meses en poder llegar a un acuerdo en este sentido.
En cuanto a cómo podría alcanzarse este objetivo, el procedimiento pasaría por dar una participación en Accesos de Madrid al Ministerio de Fomento, además de acordar una quita parcial y nuevas refinanciaciones con la banca acreedora. La concesionaria, por otro lado, reclama al Gobierno los 116 millones de ayuda financiera comprometidos a través de préstamos participativos y cuentas de compensación.
Accesos Madrid está participada por Abertis, quien posee un 35 por ciento del capital, Sacyr (25 por ciento), ACS (20 por ciento) y Bankia (20 por ciento). En cuanto a su deuda, ésta se eleva por encima de los 650 millones de euros.
3.700 millones de deuda
La concesionaria de la R3 y la R5 no es la única con problemas dentro del sector, muy afectado por la caída de los tráficos en las autopistas de peaje y por el elevado endeudamiento de muchas de estas empresas, derivado de los elevados costes de expropiación. Así, otras ocho concesionarias lidian en estos momentos con el riesgo de quiebra, sumando entre todas una deuda de 3.700 millones de euros. Frente a este panorama el Ministerio de Fomento, titular último de estas carreteras y sobre quien recaería la responsabilidad patrimonial en el caso de su hipotética quiebra, ya trabaja con todas las concesionarias en problemas y sus bancos acreedores, más de 40 entidades, la creación de una sociedad pública de autopistas donde traspasar todas estas carreteras. Para ello, busca poner de acuerdo al menos a un 75 por ciento de los acreedores, mientras que las concesionarias sumarían un 20 por ciento del capital de esa sociedad, con la que el Estado evitaría tener que asumir la deuda de las carreteras y elevar su déficit.
Además de la R3 y la R5, también están en concurso de acreedores la autovía Cartagena-Vera; la que discurre entre Madrid y Ocaña; la que conecta Ocaña con La Roda y, por último, la AP-41 entre Madrid y Toledo, siendo ésta última la que se encuentra en una posición más precaria, muy cerca de la liquidación.
El Economista.es 18/04/2013
"Aún está en marcha la fase común de negociación entre Fomento, los bancos acreedores y las empresas concesionarias para abordar la creación de esa sociedad pública pero, cuando haya acuerdo, Accesos de Madrid tratará de cerrar un convenio con el Ministerio para intentar dejar fuera de esa compañía estatal a la R3 y la R5", dice una fuente conocedora de la marcha de las negociaciones.
No obstante, aunque ya se ha transmitido esta voluntad al departamento que dirige Ana Pastor, estas fuentes indican que aún se tardarán meses en poder llegar a un acuerdo en este sentido.
En cuanto a cómo podría alcanzarse este objetivo, el procedimiento pasaría por dar una participación en Accesos de Madrid al Ministerio de Fomento, además de acordar una quita parcial y nuevas refinanciaciones con la banca acreedora. La concesionaria, por otro lado, reclama al Gobierno los 116 millones de ayuda financiera comprometidos a través de préstamos participativos y cuentas de compensación.
Accesos Madrid está participada por Abertis, quien posee un 35 por ciento del capital, Sacyr (25 por ciento), ACS (20 por ciento) y Bankia (20 por ciento). En cuanto a su deuda, ésta se eleva por encima de los 650 millones de euros.
3.700 millones de deuda
La concesionaria de la R3 y la R5 no es la única con problemas dentro del sector, muy afectado por la caída de los tráficos en las autopistas de peaje y por el elevado endeudamiento de muchas de estas empresas, derivado de los elevados costes de expropiación. Así, otras ocho concesionarias lidian en estos momentos con el riesgo de quiebra, sumando entre todas una deuda de 3.700 millones de euros. Frente a este panorama el Ministerio de Fomento, titular último de estas carreteras y sobre quien recaería la responsabilidad patrimonial en el caso de su hipotética quiebra, ya trabaja con todas las concesionarias en problemas y sus bancos acreedores, más de 40 entidades, la creación de una sociedad pública de autopistas donde traspasar todas estas carreteras. Para ello, busca poner de acuerdo al menos a un 75 por ciento de los acreedores, mientras que las concesionarias sumarían un 20 por ciento del capital de esa sociedad, con la que el Estado evitaría tener que asumir la deuda de las carreteras y elevar su déficit.
Además de la R3 y la R5, también están en concurso de acreedores la autovía Cartagena-Vera; la que discurre entre Madrid y Ocaña; la que conecta Ocaña con La Roda y, por último, la AP-41 entre Madrid y Toledo, siendo ésta última la que se encuentra en una posición más precaria, muy cerca de la liquidación.
El Economista.es 18/04/2013
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