El Ministerio de Fomento está ultimando la creación de una empresa pública a la que se traspasarían las concesionarias de peaje en pérdidas, como las radiales de Madrid, pero con un descuento que rondará el 50% sobre lo que han invertido los promotores de estas infraestructuras, según han señalado fuentes financieras conocedoras del proyecto que estudia el Gobierno y que supone la creación del equivalente al banco malo pero para las autopistas.
Fuentes del Ministerio de Fomento han preferido no pronunciarse, señalando que el Gobierno de Mariano Rajoy está trabajando intensamente para que el fiasco de las radiales de Madrid no acabe poniendo un peligro para todo el modelo concesional español, que está funcionando bien y que incluso se ha internacionalizado.
Otras fuentes financieras han apuntado que la banca ya está dispuesta a aceptar una quita sobre la deuda, pero que, en cambio, la constructoras no quieren asumir el costes del descuento con el que tendrían que vender las autopistas deficitarias a la sociedad pública, ya que en caso de no haberlas provisionado deberían apuntarse nuevas pérdidas que lastrarán los resultados del año en curso.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, está decidida a presentar el proyecto incluso con sólo el apoyo de la banca acreedora y de las gestoras de infraestructuras como, Abertis y Cintra. Estos grupos, por ejemplo, sí que han provisionado sus respectivos paquetes en las radiales. Desde hace meses cada parte del conflicto ha querido defender sus intereses y eso ha impedido llegar a un acuerdo antes.
Aunque en general se habla de las radiales de Madrid, como la R-3, la R-4 y la R-5 que son el grueso del problema, la nueva empresa pública incluirá otras vías de pago, como la circunvalación de Alicante, o los tramos de Alicante-Cartagena o de Cartagena a Vera. En total, casi una decena de concesionarias que acumulan una deuda total de 3.900 millones de euros, sobre la que la banca acreedora aceptaría una quita. En la junta de Abertis, el presidente de la concesionaria catalana, Salvador Alemany, ya advirtió que todos deberían hacer sacrificios.
Para los constructores que hayan provisionado las inversiones, la venta de autopistas deficitarias a esta sociedad pública supondrá recuperar una parte de la inversión. Pero para otras que no lo hayan hecho, el impacto deteriorará todavía más sus cuentas de resultados.
Durante 2012 los principales grupos constructores han cerrado con importantes pérdidas. En algunos casos ya han realizado provisiones en sus cuentas por unas autopistas mal planificadas, sobre las que sentencias sobre expropiaciones han dinamitado los planes de rentabilidad y que, además, se encontraban muy endeudadas.
Este es el caso de Acciona con la concesionaria Infraestructuras y Radiales, que explota la R-3 y la R-5 de Madrid. En su memoria de 2012, señala que “Respecto a Infraestructuras Radiales, S.A., cabe destacar que ha venido presentando en los últimos años pérdidas y rentabilidades inferiores a las exigidas por el Grupo, y de este modo, toda la aportación realizada por el Grupo Acciona, en forma de préstamo o de capital, por un importe de 58 millones de euros, se encuentra totalmente provisionada”.
En su última memoria anual, por ejemplo, ACS ya cifra el 35% que tiene en Infraestructuras Radiales con un valor patrimonial neto negativo de 112 millones de euros. El grupo que preside Florentino Pérez también tiene el 50% de Ciralsa, que explota la Circunvalación de Alicante. En este caso el valor patrimonial que le atribuye es de -57 millones de euros.
Sacyr también ha asumido el pasado año importantes pérdidas contables por estos activos: Así en sus cuentas del 2012 refleja un deterioro de 240 millones, por su 40% en la Madrid-Levante. Tras este ajuste cifra el valor de este activo en cero. Lo mismo hace con Madrid-Sur, también conocida como la R-4, y que une Madrid con Ocaña. En esa vía Sacyr tiene el 35% y el deterioro que apunta en su balance es de 426 millones, también ajustando la valoración a cero.
La creación del banco malo de las autopistas permitirá a estos grupos poder recuperar una parte de sus pérdidas pero no todas, por el fuerte descuento que aplicará el Gobierno. La intención de Fomento es rentabilizar las vías y volver a sacar a concurso la concesión lo más rápido posible.
Por otro lado también hay sociedades que no cotizan, como Comsa o Isolux, que participan en concesiones que podrían pasar a esa nueva sociedad pública. Y bancos como Bankia, BMN o Unicaja que están en el capital de algunas de las concesionarias susceptibles de ser rescatadas y que verán un impacto negativo en su balance.
Fuentes del Ministerio de Fomento han preferido no pronunciarse, señalando que el Gobierno de Mariano Rajoy está trabajando intensamente para que el fiasco de las radiales de Madrid no acabe poniendo un peligro para todo el modelo concesional español, que está funcionando bien y que incluso se ha internacionalizado.
Otras fuentes financieras han apuntado que la banca ya está dispuesta a aceptar una quita sobre la deuda, pero que, en cambio, la constructoras no quieren asumir el costes del descuento con el que tendrían que vender las autopistas deficitarias a la sociedad pública, ya que en caso de no haberlas provisionado deberían apuntarse nuevas pérdidas que lastrarán los resultados del año en curso.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, está decidida a presentar el proyecto incluso con sólo el apoyo de la banca acreedora y de las gestoras de infraestructuras como, Abertis y Cintra. Estos grupos, por ejemplo, sí que han provisionado sus respectivos paquetes en las radiales. Desde hace meses cada parte del conflicto ha querido defender sus intereses y eso ha impedido llegar a un acuerdo antes.
Aunque en general se habla de las radiales de Madrid, como la R-3, la R-4 y la R-5 que son el grueso del problema, la nueva empresa pública incluirá otras vías de pago, como la circunvalación de Alicante, o los tramos de Alicante-Cartagena o de Cartagena a Vera. En total, casi una decena de concesionarias que acumulan una deuda total de 3.900 millones de euros, sobre la que la banca acreedora aceptaría una quita. En la junta de Abertis, el presidente de la concesionaria catalana, Salvador Alemany, ya advirtió que todos deberían hacer sacrificios.
Para los constructores que hayan provisionado las inversiones, la venta de autopistas deficitarias a esta sociedad pública supondrá recuperar una parte de la inversión. Pero para otras que no lo hayan hecho, el impacto deteriorará todavía más sus cuentas de resultados.
Durante 2012 los principales grupos constructores han cerrado con importantes pérdidas. En algunos casos ya han realizado provisiones en sus cuentas por unas autopistas mal planificadas, sobre las que sentencias sobre expropiaciones han dinamitado los planes de rentabilidad y que, además, se encontraban muy endeudadas.
Este es el caso de Acciona con la concesionaria Infraestructuras y Radiales, que explota la R-3 y la R-5 de Madrid. En su memoria de 2012, señala que “Respecto a Infraestructuras Radiales, S.A., cabe destacar que ha venido presentando en los últimos años pérdidas y rentabilidades inferiores a las exigidas por el Grupo, y de este modo, toda la aportación realizada por el Grupo Acciona, en forma de préstamo o de capital, por un importe de 58 millones de euros, se encuentra totalmente provisionada”.
En su última memoria anual, por ejemplo, ACS ya cifra el 35% que tiene en Infraestructuras Radiales con un valor patrimonial neto negativo de 112 millones de euros. El grupo que preside Florentino Pérez también tiene el 50% de Ciralsa, que explota la Circunvalación de Alicante. En este caso el valor patrimonial que le atribuye es de -57 millones de euros.
Sacyr también ha asumido el pasado año importantes pérdidas contables por estos activos: Así en sus cuentas del 2012 refleja un deterioro de 240 millones, por su 40% en la Madrid-Levante. Tras este ajuste cifra el valor de este activo en cero. Lo mismo hace con Madrid-Sur, también conocida como la R-4, y que une Madrid con Ocaña. En esa vía Sacyr tiene el 35% y el deterioro que apunta en su balance es de 426 millones, también ajustando la valoración a cero.
La creación del banco malo de las autopistas permitirá a estos grupos poder recuperar una parte de sus pérdidas pero no todas, por el fuerte descuento que aplicará el Gobierno. La intención de Fomento es rentabilizar las vías y volver a sacar a concurso la concesión lo más rápido posible.
Por otro lado también hay sociedades que no cotizan, como Comsa o Isolux, que participan en concesiones que podrían pasar a esa nueva sociedad pública. Y bancos como Bankia, BMN o Unicaja que están en el capital de algunas de las concesionarias susceptibles de ser rescatadas y que verán un impacto negativo en su balance.
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