El kilómetro 3 de la M-12 y el 21 de la R-2, ambas autopistas de peaje
construidas a la sombra de la Burbuja inmobiliaria y de los créditos a bajo
interés, son los 'dos puntos negros' de mayor concentración de accidentes en la
Comunidad de Madrid, según un informe de la asociación Automovilistas Europeos
Asociados (AEA).
Tiene bastante guasa que dos autopistas de gestión privada y que para su uso
hay que pagar peaje, sean dos de las
vías con dichos puntos negros; más si cabe cuando a día de hoy estamos pagando
su rescate de la quiebra.
Concretamente, ese punto de la R-2 hubo seis accidentes
con seis víctimas en los últimos cinco años, mientras que en ese punto
kilométrico de la M-11 hubo cinco accidentes con seis víctimas. El índice de
peligrosidad de la primera es del 47’2% y de la segunda del 30’4%, cuando la
media de este índice en las autopistas de peaje fue de 7’8% en 2010.
Podría decirse que el estado de la infraestructura tiene algo que ver pero,
si vías de gestión pública tienen más tiempo y están peor acondicionadas que
las vías privadas (se supone que parte del coste del peaje va directamente al
acondicionamiento y restauración de la vía) y tienen menores índices de
accidentes, entonces ¿cuál es el problema?¿Es qué además de haber salido caras,
se construyeron de cualquier manera? Ahí se queda la cuestión.
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