La autopista de pago AP-7, que une Tarragona y Alicante, dejará de ser una autovía de peaje a partir del 1 de enero de 2020 tal y como confirmó este lunes Juan Carlos Monagues, delegado de Gobierno de la Comunidad Valenciana.
La concesión actual, que existe desde hace 50 años, finaliza el 31 de diciembre de 2019 y no se prorrogará, a partir de entonces, los conductores no tendrán que pagar ni un céntimo por circular por ella.
Lo que pide al Gobierno ahora el Consell es que se relicen las conexiones, inexistentes actualmente, entre la autovía y los distintos municipios que hay a su paso. El objetivo es que los ramales de conexióne estén realizados para cuando la AP-7 esté liberalizada.
La AP-7 es la única vía de gran capacidad que une las tres provincias de la Comunidad Valenciana.
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