El plan para que los grandes camiones no circulen por las carreteras y desvíen su viaje por una autopista a cambio de una rebaja del peaje del 50% "no está registrando el seguimiento que se esperaba" por parte de los camioneros en los primeros dos meses desde su puesta en marcha el pasado 7 de julio.
Así lo indicaron a Europa Press en fuentes de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), que achacan la escasa incidencia a la limitación del número de carreteras en los que se ha comenzado a aplicar la medida.
El Ministerio de Fomento y las patronales de transportistas están convocados este martes, 15 de septiembre, a una reunión con el fin de realizar un primer balance del programa.
En el encuentro, los camioneros plantearán al Departamento que dirige Ana Pastor que la aplicación del plan de desvío para grandes camiones se amplíe desde los seis tramos de carreteras actuales a todos los doce tramos inicialmente programados, más otros dos que sugiere el sector.
Los transportistas profesionales también achacan el escaso seguimiento del plan a la menor actividad que el sector registra en los meses de verano, fundamentalmente en agosto, y a las mejores condiciones meteorológicas para la conducción que se registran en este periodo del año.
Con este plan de desvío de camiones, Fomento persigue el doble objetivo de mejorar la seguridad vial de las carreteras y redistribuir el tráfico entre todas las infraestructuras.
El Ministerio calculó que 1,3 millones de camioneros podrían acogerse al plan, que además asegura que se beneficiarán de un ahorro de costes estimado en unos 53.000 euros para todos los vehículos que se acojan cada día a la medida.
El programa de desvío de grandes camiones arrancó el pasado 7 de julio con carácter voluntario para los camioneros, y no obligatorio como se planteó en un principio, y a modo experimental, en seis tramos de autopistas que suman un total de 318 kilómetros.
Se trata del Villalba-Villacastín de la AP-6, el Dos Hermanas-Jerez Norte de la AP-4, el Lleida-Montblac de la AP-2, el Rubena-Armiñón de la AP-1, el Puxeiros-Poriño-Frontera Portuguesa de la AP-9 y el León-Campomanes de la AP-66. Estas vías son, en su práctica totalidad, concesiones de Abertis e Itínere.
Fomento destinó una partida de 10 millones de euros en su presupuesto de este año para compensar a estas concesionarias por los descuentos a los grandes camiones desviados desde las carreteras.
No obstante, los camioneros piden habilitar también el plan de desvío en el resto de tramos inicialmente contemplados, un total de doce que suman 1.360 kilómetros de vías.
Así, piden incluir también trazados de las autopistas AP-61, AP-51, AP-7, AP-68 y la AP-53, y otros dos tramos que ellos proponen, correspondientes a la AP-10 y la AP-36.
No hay comentarios:
Publicar un comentario