Llega septiembre, y con él, se "reinicia" en este país el curso político. ¡Si! Aunque no se lo crean, los políticos de este país, cierran sus maletines, dejan de recoger sobres y se van a la costa, y no a especular, bueno, no todos...que luego dicen que no todos son iguales, aunque... ¡Ejem!¡Dejémoslo!
Pero estamos a mediados de septiembre, y la cosa está aún tranquila en el Ministerio de Fomento con respecto al rescate de la autopistas y la creación del organismo que se hará cargo de las autopistas en quiebra, la que se ha dado por llamar "Autopista Mala", y sacará con dinero público a la mayor parte accionistas de las autopistas en riesgo de quiebra como ACS, FCC, Ferrovial, Sacyr, OHL, Abertis y Globalvía.
Y son casi 4000 millones de dinero público para el pago de las expropiaciones pendientes, las pérdidas por la falta de tráfico previsto, gastos de personal, etc., aunque la pregunta que me ronda en la cabeza es: ¿Habrá que aportar más? Porque Ana Pastor quiso llegar a un acuerdo con estas concesionarias-constructoras y la banca, para que el estado (o sea, nosotros) no aportara ni un sólo euro, pero sólo consiguió unos 2800 millones, un 55%, pero con la condición de que estos entrarán en el organismo que gestionará estas autopistas en quiebra.
Lo malo es que, en este país, tenemos mala memoria, y, al igual que en las próximas elecciones, el bipartidismo volverá a conseguir la mayoría parlamentaria, nadie se acordará de este rescate cuando las autopistas se haya pagado, desgraciadamente.
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