Los usuarios de una de las autopistas más caras de España deberán seguir haciendo frente a los abusivos peajes de la vía que comunica la capital de Galicia con la comarca dezana. Además, en pocos meses se conocerá el incremento anual en la AP-53, que ha subido su precio en un 67% desde su puesta en marcha.
A la carestía de transitar por la vía de alta capacidad entre Santiago y Alto de Santo Domingo (Dozón) se sumó hace dos meses los recortes de personal que hizo efectivos la empresa concesionaria -Acega- para la instalación de cabinas de cobro automatizado en las salidas de Ribadulla, A Bandeira y Silleda. Este asunto remató con la empresa rebajando a 9 la previsión de una quincena de ceses para una plantilla de 45 trabajadores. Las protestas del personal y sus denuncias por la merma de la calidad del servicio motivaron que el BNG llevase al Parlamento de Galicia este asunto. Los diputados Ana Pontón y Daniel Rodas interpelaron al Ejecutivo sobre las razones de demora en las negociaciones de la transferencia de la autopista -titularidad de Fomento- a la Xunta, la rebaja de las tarifas y los citados recortes en el plantel acordados por Acega.
Ahora ha trascendido que la Consellería de Infraestruturas aduce que solamente cuando se produzca el traspaso de la AP-53 a la Administración autonómica, "el Gobierno gallego estará habilitado para iniciar las negociaciones con la concesionaria y revisar las tarifas del peaje, en búsqueda de la mejora en las condiciones de prestación del servicio a los usuarios". Además, la Xunta desvela que en enero del año pasado formuló de nuevo a Fomento la demanda de traspaso de la vía. "Estamos a la espera de una respuesta", subraya la consellería. En lo que respecta a los recortes de personal, la Xunta reitera que no tiene capacidad para intervenir en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y que en todo caso es Fomento el que debe exigir a Acega que preserve la calidad del servicio. El comité de empresa indicó meses atrás que, después de eliminar los peajistas en Ribadulla, A Bandeira y Silleda e instalar máquinas de cobro automatizado, le tocaría el turno a la salida de Lalín.
Faro de Vigo.es 10/09/2013
A la carestía de transitar por la vía de alta capacidad entre Santiago y Alto de Santo Domingo (Dozón) se sumó hace dos meses los recortes de personal que hizo efectivos la empresa concesionaria -Acega- para la instalación de cabinas de cobro automatizado en las salidas de Ribadulla, A Bandeira y Silleda. Este asunto remató con la empresa rebajando a 9 la previsión de una quincena de ceses para una plantilla de 45 trabajadores. Las protestas del personal y sus denuncias por la merma de la calidad del servicio motivaron que el BNG llevase al Parlamento de Galicia este asunto. Los diputados Ana Pontón y Daniel Rodas interpelaron al Ejecutivo sobre las razones de demora en las negociaciones de la transferencia de la autopista -titularidad de Fomento- a la Xunta, la rebaja de las tarifas y los citados recortes en el plantel acordados por Acega.
Ahora ha trascendido que la Consellería de Infraestruturas aduce que solamente cuando se produzca el traspaso de la AP-53 a la Administración autonómica, "el Gobierno gallego estará habilitado para iniciar las negociaciones con la concesionaria y revisar las tarifas del peaje, en búsqueda de la mejora en las condiciones de prestación del servicio a los usuarios". Además, la Xunta desvela que en enero del año pasado formuló de nuevo a Fomento la demanda de traspaso de la vía. "Estamos a la espera de una respuesta", subraya la consellería. En lo que respecta a los recortes de personal, la Xunta reitera que no tiene capacidad para intervenir en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y que en todo caso es Fomento el que debe exigir a Acega que preserve la calidad del servicio. El comité de empresa indicó meses atrás que, después de eliminar los peajistas en Ribadulla, A Bandeira y Silleda e instalar máquinas de cobro automatizado, le tocaría el turno a la salida de Lalín.
Faro de Vigo.es 10/09/2013
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