La apertura al tráfico de los 13,7 kilómetros de autovía entre Valladolid y Villanubla desatascarán la entrada y salida de la capital del Pisuerga hacia el noroeste, un acceso que recorren unos 12.000 vehículos al día y que en los últimos años se ha convertido en un punto 'negro'. Este tramo de la A-60 (León-Valladolid) se pondrá en servicio “en días”, según fuentes consultadas por Ical, lo que permitirá cumplir con la previsión del Ministerio de Fomento, que había asegurado que estaría rematado antes de que acabara el mes de septiembre.
De mantenerse esta previsión, las obras concluirán seis años después de su inicio, en octubre de 2007. La apertura al tráfico de estos 15 kilómetros permitirán descongestionar la salida y entrada de vehículos a la ciudad del Pisuerga por la carretera N-601. En conjunto, esta obra habrá supuesto un desembolso superior a los 40 millones y sumará 13,7 kilómetros a los 7,3 del subtramo León-Puente Villarente, que se abrió a la circulación a finales de octubre del pasado año.
Asimismo, el tramo Valladolid-Villanubla permitirá a los conductores sortear la curva de la N-601 que bordea las pistas del aeropuerto, reduciendo el tiempo empleado para acceder al aeródromo. El nuevo vial, que este año ha contado con una partida de once millones, arrancará unos kilómetros antes de La Mudarra, en el cruce, de Peñaflor de Hornija, para finalizar en la entrada a Valladolid por Zaratán. En este punto varias rotondas dan la posibilidad a los conductores de tomar una u otra dirección.
Con esta puesta en servicio, el departamento de Ana Pastor da por rematado el acceso urbano a Valladolid, mientras continúan los estudios en el caso de León, donde unos 15.000 vehículos pueden circular desde hace casi un año por el nuevo vial. No obstante, el Ministerio sólo pudo construir siete kilómetros de autovía, hasta Puente Villarente, aunque estaba previsto su continuación hasta Santas Martas. La aparición de unos retos prerromanos obligó al Ministerio a modificar el trazado inicial de la autovía y a buscar una alternativa ya que la Junta ha exigido la conservación de los restos del yacimiento de Lancia.
Por otra parte, fuentes Ministerio indicó que la carretera N-601 tiene la capacidad suficiente para absorber el tráfico actual entre las poblaciones de Villanubla y Santas Martas. Fomento calcula que este tramo de 89 kilómetros lo recorren unos 5.000 vehículos al día, la mitad que en los tramos ya desdoblados con la A-60. Esta cifra es muy inferior a los 90.000 vehículos que soporta la A-1 (Autovía del Norte), los 220.000 de la A-6 (Autovía del Noroeste) y los 155.000 de la A-66 (Ruta de la Plata). Por tanto, la intensidad media diaria de vehículos entre Santas Martas y Villanubla es comparable con el volumen de la autopista León-Astorga (AP-71).
Este tramo intermedio cuenta con el estudio informativo aprobado desde abril de 2010. Fomento sostiene que su objetivo es redactar los proyectos necesarios para que cuando sea posible poder afrontar la construcción de los 89 kilómetros de autovía, lo que requeriría una inversión de 365,4 millones. El Ministerio recuerda que forma parte del Plan de Infraestructuras Transporte y Vivienda (PITVI), con horizonte hasta 2024.
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