La publicación del proyecto de Presupuestos del Estado nos ilumina nuevamente sobre la voluntad de invertir en infraestructuras con un rápido retorno de la inversión. Concretamente, las partidas destinadas al desdoblamiento de las carreteras N-230 y N-II son, una vez más, casi testimoniales.
Pero pienso que el Estado quiere realmente construir una alternativa libre de pago a la autopista AP-7; todo llegará; concretamente antes del 2019-2020, que es cuando finaliza la concesión de la autopista.
Entonces el Estado podrá licitar nuevamente la adjudicación de la autopista a un operador privado, manteniendo los peajes por el periodo que se determine; el hecho de tener una alternativa gratuita dará razones para tomar esta decisión.
¿Es esto lo que queremos? ¿Invertir millones y millones en una infraestructura que difícilmente entrará en servicio antes de que la AP-7 pase, o debería pasar, a ser gratuita? ¿Y que ese dinero sirva para prolongar la vida de un negocio privado ya amortizado? ¿O bien invertir ese mismo dinero en infraestructuras realmente necesarias, como por ejemplo un AVE a Burgos?
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