Peaje de la autopista C- 16 de Vallvidrera, en Barcelona. / JOAN SÁNCHEZ |
El Gobierno de la Generalitat aprobó el pasado 14 de julio un cambio en el contrato de concesión de la autopista de peaje C-16, que une el Vallès con la comarca del Bages. Ferrovial y Abertis, las dos accionistas de Autema, que opera el tramo Terrassa-Manresa, llevarán ese decreto a los tribunales. Ambas compañías han provisionado en sus cuentas económicas del primer semestre 125 millones de euros en su conjunto, la cifra que prevén perder con esa modificación. El nuevo decreto libra a la Generalitat de pagar una bonificación en el caso de que el tráfico no alcance una cifra determinada, como sucedía hasta ahora.
Las dos accionistas de Autema intentaron paralizar el avance del decreto preparado por la Generalitat con un conjunto de alegaciones que fueron descartadas. Una vez aprobado el decreto, solo les queda asistir a las salas de lo contencioso-administrativo para intentar resolver el problema, tal y como hacen constar en sus cuentas de resultados del primer semestre del año. “La compañía entiende que esta decisión no tiene fundamento legal, por lo que se procederá a presentar el recurso a dicho decreto”, afirma en el informe de gestión presentado a la CNMV Ferrovial, que controla el 76,8% de Autema mediante su participada Cintra. El grupo dedicado a la construcción y los servicios provisionó en junio 52 millones de euros como merma de ingresos que prevé con el nuevo decreto.
El otro accionista, Abertis, que tiene una participación muy inferior, ha provisionado por el mismo motivo 73,07 millones de euros por el “deterioro” de la participación. Abertis considera que el cambio de contrato afectará de dos maneras. Por una parte, porque se pone fin a “la garantía de márgenes sobre el resultado bruto de explotación”. Por otra porque, a causa de un cambio en el sistema de bonificaciones del peaje en determinados sistemas de pago, la compañía prevé “una caída estimada de tráfico como consecuencia del aumento de la tarifa efectiva” del peaje.
El consejero de Territorio, Santi Vila, explicaba el pasado julio en una entrevista en el diario Regió7 que la modificación del contrato supondrá que la Generalitat pague en 2016 unos diez millones de euros, una diferencia considerable respecto a los 36 millones que pagó a Autema en 2014, una cifra que oscilaba poco entre ejercicios. En aquella misma entrevista, aseguraba que el rescate de la autovía entre Sant Cugat del Vallès y Manresa costaría 775 millones de euros.
La Generalitat hizo público el cambio de la concesión como ajuste con nuevos descuentos, que podrían llegar a suponer un 50% más que los entonces vigentes y que en 2016 podría suponer un 80% del total de la tarifa. El objetivo es homogeneizar las bonificaciones de la C-16 con los existentes en el resto de autopistas de peajes titularidad de la Generalitat, en los que se premia la repetición de uso, la utilización de vehículos de bajas emisiones y la alta ocupación de estos. En paralelo, se ha impulsado un plan de actuaciones que mejora la movilidad y la seguridad en el corredor viario que integran la C-16, la C-55 y la C-58.
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