El descenso del tráfico de vehículos en las carreteras andaluzas cae en picado, según lo hacen los demás indicadores económicos. Aunque en este verano se registre un incremento de circulación, un exhaustivo informe de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, constata la bajada y da argumentos al departamento de Elena Cortés para emprender una política que apuesta por no abordar nuevos proyectos de carreteras, algo imposible además en estos tiempos de crisis, y sí centrarse en fomentar el transporte público.
El informe, con datos procedentes del Plan General de Aforo 2012, indica que el descenso del tráfico rodado de vehículos ligeros y pesados en las carreteras que componen las redes autonómicas de la comunidad fue en 2012 del 6%, casi el doble del registrado el año anterior, cuando cayó un 3,5%.
Se agudiza así, aún más, la tendencia decreciente registrada desde 2008, cuando comienza la crisis económica. En ese año, el tránsito de vehículos en las carreteras disminuyó un 0,9%, pero el retroceso se vio agravado en 2009, 2010 y 2011, con descensos medios que han rondado el 3%. La suma de esa prolongada reducción del tráfico alcanza un porcentaje acumulado del 14,8% en 2012.
Hasta esa fecha, el comportamiento de la demanda en estas vías había sido bien distinto, según los datos de Fomento, de forma que 2007 se duplicó la circulación recogida en 1994.
Como consecuencia de esta importante caída en el pasado ejercicio, los vehículos ligeros (motos, turismos y furgonetas de pequeño tamaño) y los pesados (camiones, autobuses y otros) recorrieron 11.281 millones de kilómetros. De estos los primeros realizaron 10.221 millones de kilómetros, lo que supone un 90,6% del total, mientras que los segundos completaron el recorrido con 1.060 millones de kilómetros, equivalentes al 9,4% del total.
La disminución de la demanda en las carreteras andaluzas, desde 2008, coincide con una desaceleración del crecimiento del parque de vehículos de Andalucía. Este indicador, que se considera clave para conocer la marcha de la economía, ha sido incluso superior a la contracción sufrida por el Producto Interior Bruto de Andalucía (PIB) en ese tiempo, e inferior a la curva experimentada en el consumo de combustible.
El informe hecho público por Fomento indica que en los últimos cinco años, cuatro provincias han registrado una reducción total del tráfico en su red respecto de 2007 superior al 15%.
Se trata de Almería (18,2%), Córdoba (17,2%), Sevilla (16,4%) y Granada (16,7%).
En cambio, en otras dos la caída de la demanda no ha superado el 10%. Es el caso de Jaén, con un porcentaje negativo del 9,2% y Huelva, con un 7,6%.
En Cádiz y Málaga el descenso ha sido del 13,8% y del 14%, respectivamente.
El Plan General de Aforo del año 2012, elaborado por la Consejería de Fomento para medir la Intensidad Media Diaria (IMD) de las vías autonómicas de carácter básico e intercomarcal, usa dos referencias, los tramos de red y los tipos de vehículos.
Por situarnos, la red básica constituye la malla viaria que da soporte a los tráficos de largo y medio recorrido, y cuenta con 2.043 kilómetros. La red intercomarcal, con una longitud de 4.387 kilómetros, está compuesta por aquellas vías que complementan a la anterior y canalizan los tráficos interurbanos de medio recorrido entre ámbitos subregionales.
Según el Plan Aforo, la red básica registró una demanda de tráfico de 6.825,8 millones de kilómetros y las carreteras intercomarcales asumieron un tránsito de 4.455 millones de kilómetros.
El informe revalida, a juicio de los responsables de Fomento, la idea de que no es necesario, en estos momentos, continuar construyendo carreteras, puesto que la densidad de tráfico, que es el parámetro que aconseja ir a duplicar vías o construir autovías o variantes, va en descenso. Una conclusión que, sea o no discutible, es sobre todo pragmática, porque tampoco hay en estos momentos recursos económicos para abordar nuevas obras públicas.
En cualquier caso, da argumentos a la consejería que dirige Elena Cortés para situar sus prioridades en política de infraestructuras, «para la optimización de los recursos disponibles, buscando siempre la elección de proyectos que sean viables económica y socialmente», dijeron fuentes de Fomento.
De ahí que se haya fortalecido su apuesta por el transporte público, que ha sido considerado una prioridad teniendo en cuenta, además, que «la comunidad autónoma ha logrado en las últimas década alcanzar unos excelentes ratios en infraestructuras viarias (autovías y carreteras), configurándose una tupida red viaria de alta capacidad, así como una red secundaria (carreteras convencionales) que ha sido objeto de una importante mejora», reza un informe elaborado por la Consejería
La estrategia de movilidad del equipo de Fomento se ha dirigido hacia metros ligeros: en Málaga, Granada, el tren ligero de la Bahía de Cádiz, donde el presupuesto se ha incrementado un 13%, en un año de caída generalizada de las cuentas públicas.
Su idea es que va a suponer un hito en el modelo de movilidad en las grandes aglomeraciones, donde hay mucho camino por recorrer: en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, el transporte público en los desplazamientos interurbanos copa entre el 30% y el 20% del conjunto de desplazamientos, frente al 10% en las aglomeraciones urbanas de Sevilla y Málaga.
En el ámbito urbano, el transporte público copa el 40-30 por ciento de los desplazamientos en los casos de Madrid y Barcelona, frente al 20-11% en los casos de Sevilla y Málaga.
La previsión es que los ferrocarriles metropolitanos de Sevilla, Málaga, Granada y el de la Bahía de Cádiz tendrán una demanda anual conjunta, cuando estén todos finalizados, de unos 50 millones de viajeros anuales. Con una inversión similar, el AVE a Alicante que acaba de inaugurarse desplazará unos dos millones de viajeros al año.
Diario Sur.es 19/08/2013
El informe, con datos procedentes del Plan General de Aforo 2012, indica que el descenso del tráfico rodado de vehículos ligeros y pesados en las carreteras que componen las redes autonómicas de la comunidad fue en 2012 del 6%, casi el doble del registrado el año anterior, cuando cayó un 3,5%.
Se agudiza así, aún más, la tendencia decreciente registrada desde 2008, cuando comienza la crisis económica. En ese año, el tránsito de vehículos en las carreteras disminuyó un 0,9%, pero el retroceso se vio agravado en 2009, 2010 y 2011, con descensos medios que han rondado el 3%. La suma de esa prolongada reducción del tráfico alcanza un porcentaje acumulado del 14,8% en 2012.
Hasta esa fecha, el comportamiento de la demanda en estas vías había sido bien distinto, según los datos de Fomento, de forma que 2007 se duplicó la circulación recogida en 1994.
Como consecuencia de esta importante caída en el pasado ejercicio, los vehículos ligeros (motos, turismos y furgonetas de pequeño tamaño) y los pesados (camiones, autobuses y otros) recorrieron 11.281 millones de kilómetros. De estos los primeros realizaron 10.221 millones de kilómetros, lo que supone un 90,6% del total, mientras que los segundos completaron el recorrido con 1.060 millones de kilómetros, equivalentes al 9,4% del total.
La disminución de la demanda en las carreteras andaluzas, desde 2008, coincide con una desaceleración del crecimiento del parque de vehículos de Andalucía. Este indicador, que se considera clave para conocer la marcha de la economía, ha sido incluso superior a la contracción sufrida por el Producto Interior Bruto de Andalucía (PIB) en ese tiempo, e inferior a la curva experimentada en el consumo de combustible.
El informe hecho público por Fomento indica que en los últimos cinco años, cuatro provincias han registrado una reducción total del tráfico en su red respecto de 2007 superior al 15%.
Se trata de Almería (18,2%), Córdoba (17,2%), Sevilla (16,4%) y Granada (16,7%).
En cambio, en otras dos la caída de la demanda no ha superado el 10%. Es el caso de Jaén, con un porcentaje negativo del 9,2% y Huelva, con un 7,6%.
En Cádiz y Málaga el descenso ha sido del 13,8% y del 14%, respectivamente.
El Plan General de Aforo del año 2012, elaborado por la Consejería de Fomento para medir la Intensidad Media Diaria (IMD) de las vías autonómicas de carácter básico e intercomarcal, usa dos referencias, los tramos de red y los tipos de vehículos.
Por situarnos, la red básica constituye la malla viaria que da soporte a los tráficos de largo y medio recorrido, y cuenta con 2.043 kilómetros. La red intercomarcal, con una longitud de 4.387 kilómetros, está compuesta por aquellas vías que complementan a la anterior y canalizan los tráficos interurbanos de medio recorrido entre ámbitos subregionales.
Según el Plan Aforo, la red básica registró una demanda de tráfico de 6.825,8 millones de kilómetros y las carreteras intercomarcales asumieron un tránsito de 4.455 millones de kilómetros.
El informe revalida, a juicio de los responsables de Fomento, la idea de que no es necesario, en estos momentos, continuar construyendo carreteras, puesto que la densidad de tráfico, que es el parámetro que aconseja ir a duplicar vías o construir autovías o variantes, va en descenso. Una conclusión que, sea o no discutible, es sobre todo pragmática, porque tampoco hay en estos momentos recursos económicos para abordar nuevas obras públicas.
En cualquier caso, da argumentos a la consejería que dirige Elena Cortés para situar sus prioridades en política de infraestructuras, «para la optimización de los recursos disponibles, buscando siempre la elección de proyectos que sean viables económica y socialmente», dijeron fuentes de Fomento.
De ahí que se haya fortalecido su apuesta por el transporte público, que ha sido considerado una prioridad teniendo en cuenta, además, que «la comunidad autónoma ha logrado en las últimas década alcanzar unos excelentes ratios en infraestructuras viarias (autovías y carreteras), configurándose una tupida red viaria de alta capacidad, así como una red secundaria (carreteras convencionales) que ha sido objeto de una importante mejora», reza un informe elaborado por la Consejería
La estrategia de movilidad del equipo de Fomento se ha dirigido hacia metros ligeros: en Málaga, Granada, el tren ligero de la Bahía de Cádiz, donde el presupuesto se ha incrementado un 13%, en un año de caída generalizada de las cuentas públicas.
Su idea es que va a suponer un hito en el modelo de movilidad en las grandes aglomeraciones, donde hay mucho camino por recorrer: en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, el transporte público en los desplazamientos interurbanos copa entre el 30% y el 20% del conjunto de desplazamientos, frente al 10% en las aglomeraciones urbanas de Sevilla y Málaga.
En el ámbito urbano, el transporte público copa el 40-30 por ciento de los desplazamientos en los casos de Madrid y Barcelona, frente al 20-11% en los casos de Sevilla y Málaga.
La previsión es que los ferrocarriles metropolitanos de Sevilla, Málaga, Granada y el de la Bahía de Cádiz tendrán una demanda anual conjunta, cuando estén todos finalizados, de unos 50 millones de viajeros anuales. Con una inversión similar, el AVE a Alicante que acaba de inaugurarse desplazará unos dos millones de viajeros al año.
Diario Sur.es 19/08/2013
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