Las comparaciones son odiosas, pero sin en 2006, en
Alemania se disponían de 152 km de vías de alta capacidad por millón de habitantes, en España, este
número ascendía a los 276 km/millón de habitantes. España tiene un total de 14.689kilómetros entre autopistas y autovías, y es el tercer país del
mundo por longitud de vías de alta capacidad, solo superado por Estados Unidos
y China. En defensa de esto, la clase política española lo defenderán y
justificarán, pero no reconocerá la mala planificación de la red viaria que ha
contribuido a hundir un poco más las finanzas públicas. Pero desgraciadamente
en España se ha vendido muy bien esa frase con las que me he permitido titular
esta entrada.
Autopistas de peaje
como el tramo de la AP-7
que une Cartagena con Vera (Almería), en la que se invirtieron 650 millones de
euros, se diseñaron para una media de 7.000 vehículos al día, y, a día de hoy,
aún no ha alcanzado ni los 2.000. O el
ejemplo más a mano, el de las autopistas radiales de entrada y salida de
Madrid, con un tráfico diario que no llega ni
al 30% para el que fueron proyectadas y que, por tanto, no las hacen
rentables y para las que se invirtieron unos 2.552 millones de euros. Ejemplos
más sangrantes los hay, como el de los 400 millones para la Autopista de peaje
Madrid-Toledo, la AP-41,
con un tráfico un 79% inferior para el que se proyectó, o la Autopista de
Circunvalación de Alicante, para la que con la misma inversión, no llega ni a
los 10.000 de los 30.000 vehículos diarios esperados.
Y es que acaba de hacerse público un informe en el que se
anuncia que el tráfico de las autopistas de peaje de España registró una caída
del 5,6% durante el 2011. Por dichas vías circularon una media diaria de unos
18.515 vehículos, lo que supone un registro mínimo de los últimos 14 años y
devuelve al sector a niveles de 1998. El
índice de Intensidad media Diaria (IMD) de las autopistas de peaje acumula así
un 22’5% de caída desde el 2008, lo que indica que hasta 5.400 vehículos han
dejado de transitar por estas vías diariamente. El descenso de la movilidad,
tanto de particulares como de mercancías derivada de la crisis, el elevado
precio de los carburantes, y la elección por parte de los conductores de vías
alternativas libres de peaje, figuran como principales factores del descenso de
estos tráficos.
Del lado de los descensos, los más pronunciados
corresponden con el grupo de autopistas que actualmente afrontan un riesgo de
quiebra y para las que el Ministerio de Fomento aún no tiene claro que medidas propondrá para garantizar su reequilibrio económico financiero, porque un mes dice una cosa y al siguiente lo contrario.
La radial R-4
Madrid-Ocaña, por ejemplo es la que se notó el mayor descenso de tráfico, de un 17,5%, el
pasado año, cuando circularon por la vía una media de 6.676 vehículos diarios.
Tras esta se han situado la R-2 Madrid-Guadalajara, con un descenso del
tráfico del 16%; la
R-3 Madrid-Arganda (-12 %) y la R-5 Madrid-Navalcarnero
(-9,4%). Asimismo, la
Madrid-Toledo, vía que recientemente solicitó el concurso de
acreedores, contabilizó 1.828 usuarios diarios en 2011, un 7,4% que un año
antes, mientras que la
Ocaña-La Roda redujo su tráfico un 7 %, la circunvalación de
Alicante un 10%, la que conecta Madrid con el aeropuerto de Barajas un 5,5%, y la Cartagena-Vera, un
4,4 %. Y por tener datos más próximos, el tráfico en la autopista AP-9, que va
desde Ferrol hasta la frontera portuguesa, se ha desplomado en el primer mes
del año un 5,5% con respecto enero de 2011. Así, de los 24.711 vehículos que,
de media, viajaban por esta autopista de titularidad estatal, en enero de este
año este índice bajó hasta los 20.667 coches.
Y,
sin embargo, pese a que año tras año el balance es cada vez más negativo, la
red de vías de pago ha seguido creciendo. A cierre de 2011 las autopistas de
peaje españolas sumaban un total de 2.559 kilómetros
de longitud, un 7,4 por ciento más (177 kilómetros)
respecto a 2006, ejercicio previo a la crisis y en el que alcanzaron su máximo
histórico de usuarios, de unos 23.909 vehículos al día. Quienes se ocupan de
las finanzas de las concesionarias de autopistas suelen tener muy a mano un
gráfico en el que se entrelaza la curva del PIB con la de la intensidad media
diaria de vehículos (IMD). Argumentan que el estancamiento del crecimiento o la
recesión se refleja en una caída abrupta de la circulación de vehículos, pero
es que dicha caída empezó hace ya seis años en el conjunto de las
autopistas estatales, mucho antes de el comienzo de la crisis en 2008, con picos
dramáticos en el 2008 (-6,8 %) y en el 2009 (-6,6 %).
Pese a esto, la Comunidad de Madrid vuelve a lanzar la proclama de que "¡Para progresar, asfaltar y enladrillar!, y así, la RM-1 vuelve a estar sobre la mesa.
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