El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha exigido al Gobierno de Mariano Rajoy que tenga "responsabilidad, sentido común y sensibilidad" y acometa las obras de la N-IV que acumula ya "un centenar de muertes en diez años".
Villalobos ha realizado estas declaraciones en rueda de prensa, después de que este jueves falleciera un vecino de la pedanía palaciega de Los Chapatales tras la colisión entre un camión y un turismo. "Hablar de una cifra de cien personas muertas en diez años ya lo dice todo", lamenta el responsable provincial que ha apelado al Gobierno para que se replantee estas infraestructuras, considerándolas como "prioritarias" e incluyéndolas en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Así, ha dejado claro que los ciudadanos de los municipios del Bajo Guadalquivir "no se merecen este trato". De este modo, ha realizado un llamamiento "al sentido común, la responsabilidad y la sensibilidad del Gobierno, que es a quien tiene la competencia de esta carretera, para que se ponga manos a la obra y resuelva un problema que está costando a una cifra escalofriante de accidentes y de muertes".
En 2006 nació un proyecto destinado a transformar en autovía o desdoblar esta antigua carretera N-IV, una idea para la cual fueron redactados los correspondientes estudios informativos y proyectos técnicos, mediando incluso expropiaciones a manos de la Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Occidental. El proyecto, sin embargo, se fue diluyendo como consecuencia de la crisis económica y, de hecho, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 no contemplan esta iniciativa.
En paralelo, el pasado 1 de enero los peajes de la autopista AP-4, explotada por Abertis Autopistas, experimentaron un incremento medio del 1,88 por ciento. Los precios de la autopista han subido hasta los 7,25 euros si se circula en vehículos ligeros y 12,8 y 14,2 euros cuando se transita en vehículos pesados. Con este escenario, no son pocas las voces que reclaman el rescate de este peaje o al menos bonificaciones que alivien la intensidad de tráfico que soporta la antigua N-IV y evitar así tanta siniestralidad.
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