Eran las carreteras soñadas para aliviar el tráfico que soportan los
madrileños, pero han resultado un fiasco monumental. Las cuatro radiales
de peaje de la comunidad (R-2, R-3, R-4 y R-5, proyectadas con Aznar en
el Gobierno y Gallardón en la Comunidad) no levantan cabeza, y desde
2008 soportan una pérdida acumulada del 45% de sus usuarios,
según las concesionarias y el Ministerio de Fomento. De los 146.000
automóviles al día previstos entre todas únicamente las usan algo más de
30.000.
La situación se ha hecho insostenible para Accesos de Madrid –la
empresa encargada de la explotación de las radiales R-3 (Madrid-Arganda)
y R-5 (Madrid-Navalcarnero)–, que el viernes presentó ante los Juzgados
de lo Mercantil el preconcurso de acreedores, paso
previo para evitar la quiebra, por una deuda de 666 millones. Accesos de
Madrid está participada por ACS, Sacyr y Abertis, que también se
encargaron de la construcción.
A día de hoy, la R-3 soporta 10.541 coches diarios. Su alternativa gratuita, la carretera de Valencia (A-3), soporta una intensidad media diaria de 150.000 vehículos. Algo similar ocurre con la R-5,
por la que pasan 7.972 conductores cada día. En comparación, por la
carretera de Extremadura (A-5) circulan todos los días 160.000 coches de
media a la altura de Alcorcón, aunque varía según tramos. Por la R-2
(Madrid-Guadalajara) pasan 6.332 coches diarios, y por la R-4
(Madrid-Ocaña), 5.654. Una intensidad muy alejada de las estimaciones
iniciales, ya que solo las usa uno de cada seis coches previstos. El
grueso del tráfico sigue apostando por la A-2 y la A-4 (125.000 y
115.000, respectivamente).
Las obras de la R-1, sin fecha: Desde Automovilistas Europeos Asociados achacan el fracaso de estas vías a su errónea política tarifaria y al diseño de sus accesos. "Son demasiado caras
y además se diseñaron obligando a dar muchos rodeos al usuario
potencial, que era el vecino. Por eso no han funcionado", explica su
presidente, Mario Arnaldo.
El proyecto de la futura R-1 (una radial de 24,6 km alternativa a la
A-1, por donde circulan cada día 142.000 vehículos) se encuentra en el
aire. Aunque se aprobaron los trámites para construirla, ni Fomento ni la Comunidad de Madrid han fijado una fecha para el inicio
de las obras ni para su puesta en funcionamiento. En un principio se
estimó que construirla supondría 120 millones de euros y un plazo de
ejecución de unos dos años.
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