De escandalosos y escandalizados

Se leía ayer mismo (03/07/2012) en un artículo de Expansión, que el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, tachaba de "escandalosos" los costes que se han tenido que pagar por la expropiación de terrenos para hacer las diversas autopistas de peaje, con precios multiplicados hasta 300 veces. Además, lamentaba y acusaba al Gobierno (nótese que del mismo partido político que el de entonces) de no haber reclamado antes los tribunales este abusivo precio que cifraban el suelo hasta .3000 euros por metro cuadrado.
Pero si esto escandaliza al Sr. Lazacano, a nosotros nos escandalizan sus declaraciones sobre la existencia de autovías o vías de alta capacidad paraleas a las autopistas de peaje: "Esa idea progresista de que por cada autopista de peaje tiene que haber una autopista libre es un despilfarro". Y lo dice como si las autopistas de peaje hubiesen estado ahí toda la vida y las autovías pagadas por los ciudadanos se hubisen ejecutado de manera maliciosa con el fin de perjudicar a las empresas concesionarias de estas vías de pago que, casualmente, son en su mayoría constructoras y cajas o bancos.

Y es que ya tenemos otra voz, la del Sr. Lazcano, que defiende el pago por uso de las carreteras del Estado con el absurdo argumento armonizar la red viaria de alta capacidad española. Y, ¿no será porque le conviene defender sus intereses y el de su empresas afiliadas?

Pero, al menos, el Sr. Lazcano reconoce que la actual situación de quiebra técnica de las autopistas de peaje, y por tanto, de sus concesionarias, es por la "apetencia" de las constructoras "por hacer obras para mantener la actividad y el empleo", aunque se le olvida decir que también para llenarse los bolsillos, y además, señala que estas vías "se hicieron además con unas previsiones de tráfico que ahora se han venido abajo con motivo de la crisis". Aunque, ya hemos demostrado a lo largo del blog, que los registros de tráfico ya eran bajos mucho antes del 2007.
Por tanto, en conclusión, Sr. Lazcano, más que escandalizarse por las grandes pérdidas de las constructoras en este campo, deberia más bien escanzalizarse por la política del actual y los dos anteriores gobiernos, que no hicieron nada más que basar la economía española en el ladrillo y el cemento.