Dos vídeos en redes sociales en los que unos conductores supuestamente se niegan a pagar el peaje de la autopista Sevilla-Cádiz, AP-4, lo que se conoce como un 'simpa', ha llevado no sólo a parodias y millares de visionados, sino a una interrogante muy directa: ¿Es posible hacerlo? Los miles de personas que cada día han de abonar 7,20 euros por cada trayecto entre las dos capitales se frotan las manos ante la posibilidad de que haya algún clavo al que agarrarse, en vistas de que el pago resulta casi obligado. La alternativa es una carretera de única vía, con alta siniestralidad, que lleva años esperando ser desdoblada, sin resultado.
No es cuestión nimia. La intensidad media diaria de tráfico en la AP-4 está en 17.504 vehículos al día, según datos de 2014, aunque en verano la cifra sube.
El enfado entre la ciudadanía que debe someterse a esta servidumbre ha ido en aumento. Las protestas han sido constantes para pedir su eliminación, las últimas de la Confederación de Empresarios de Cádiz, que ha considerado el peaje una gran desventaja competitiva, mientras las poblaciones de la antigua carretera, como Los Palacios, demandan constantemente la obra prometida.
A pesar de que la ley establece que los peajes deben tener trayectos alternativos en régimen de autovía este no es el caso, y la flagrante contradicción se ha mantenido desafiando la norma, durante años. El proyecto de desdoble se mueve lentamente a golpe de convocatoria electoral y los últimos pasos en este sentido han hecho temer que el Gobierno se propusiera prolongar aún más la concesión de la autopista, que debe acabar en 2019.
Fuentes consultadas confirman que pagar, hay que pagar, o se expone el 'simpa' a una multa de 100 euros. No hay argumentos que rebajen esta norma, ni siquiera que la empresa constructora tiene más que amortizada la inversión, culminada hace 43 años.
La concesionaria, la empresa Abertis, antes Aumar, ha confirmado que se han dado estos 'simpa', aunque los califica de 'esporádicos' e intenta restarle importancia. Los trabajadores de la empresa han levantado la barrera a quienes se negaron a pagar y no consta que haya denuncias ni medidas de especial control. Tampoco quiere indicar una cifra de casos registrados, fechas o incidencias. Otra cosa es que los protagonistas de los vídeos en cuestión sean quienes han conseguido el objetivo.
De momento habrá que seguir rascándose el bolsillo hasta 2019, si se cumple lo comprometido por la ministra Ana Pastor. Es la fecha en la que acaba la última concesión. Las prórrogas anteriores del peaje se produjeron en 1977, 1986 y 1997.
Desde 2005 la Junta de Andalucía llegó a un acuerdo con la empresa, entonces Aumar, para eliminar el primero de los dos peajes que existían hasta entonces, situado en Jerez de la Frontera, a cambio de abonarlo el propio Gobierno autonómico. La Junta ha pagado desde entonces a la concesionaria Consejería de Fomento y Vivienda hablan de 126,5 millones hasta 2019 una cifra que «se va abonando anualmente», dice el departamento.
Ahora, la citada Consejería, además de esperar que en efecto la concesión no vuelva a prorrogarse, quiere un 'Plan B' entre tanto. El departamento que dirige Felipe López valora que se trata de la única autopista entre dos capitales andaluzas que se hace bajo un sistema de pago que tiene ya más de 43 años de historia, por lo que la infraestructura está sobradamente amortizada. La autopista AP-4 es una vía fundamental y la más directa para conectar por carretera la Bahía de Cádiz con Sevilla.
La Consejería ha trasladado al Ministerio la necesidad de liberar el peaje en todo el recorrido y «le ha exigido que haga un esfuerzo económico simétrico al que hace la Junta con la liberación del tramo entre Jerez y Cádiz, una iniciativa única en el territorio nacional que ha llevado al Gobierno andaluz a comprometerse en aliviar la carga económica que supone este peaje para los usuarios pese a no tener competencias en este tipo de carreteras».
Así, López sostiene que es «conveniente y prioritario el levantamiento de este peaje antes incluso que la inversión destinada al desdoblamiento de la N-IV, proyecto que también apoya y comparte la Junta de Andalucía».
El consejero considera que o lógico sería dejar la nacional como carretera convencional y la autopista como vía libre de gran capacidad . Además, a tenor de los recursos presupuestarios disponibles, el desdoble completo no estaría finalizado antes de 2020, por lo que se hace necesario eliminar el peaje.
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