El grupo OHL quiere seguir dependiendo de la operación de infraestructuras como principal motor de ebitda y trata de potenciar OHL Concesiones volviendo a buscar oportunidades en América. Tras la venta de OHL Brasil y distintos activos en Chile, a cambio del papel de segundo accionista en Abertis, la firma que preside Juan Miguel Villar Mir apenas se ha quedado con presencia en México, donde cotiza y gestiona cuatro autopistas –también participa en el aeropuerto de Toluca–, Perú y Argentina, donde mantiene una autopista en cada uno de ellos. Además, OHL Concesiones, a la que el grupo debe el 76% de su ebitda, tiene en su cesta de activos la autopista M-12 y un tramo de la M-45 en Madrid, el segmento Madrid-Guadalajara de la autovía de Aragón, el Metro Ligero Oeste en Madrid y una terminal del Puerto de Alicante.
Liberada de las inversiones millonarias a las que se veía obligada en las autopistas brasileñas traspasadas a Abertis, OHL busca en mercados como Estados Unidos, Canadá, Colombia, Perú y Chile para sumar nuevos kilómetros de autopistas en concesión. La filial que dirigen Juan Villar-Mir y Juan Osuna tiene localizados 38 proyectos, de los que una veintena entra en la fase de presentación de ofertas el próximo año.
El interés de OHL Concesiones por crecer es máximo y está presente, ya con la precalificación, en una docena de concursos. En su plan figuran siete activos en Estados Unidos, tres en Canadá y un puente que enlazará ambos países; pretende ofertar en cuatro proyectos de autopistas y puertos en Chile; otros cuatro en Perú; persigue 14 autopistas en Colombia; dos en México y otras tantas en Puerto Rico. Todos estos proyectos bajo examen, la mayoría son de autopistas, con un par de procesos relacionados con el ferrocarril y otros tantos con el sector aeroportuario.
OHL va a por todas en Colombia. La compañía está precalificada para ocho de las diez autopistas que el Gobierno ha incluido en la primera fase de su plan de infraestructuras, siendo la firma con mayor presencia en los concursos. El grupo español aspira en ese país a 1.146 kilómetros de futuros peajes que requerirán más de 3.500 millones de inversión. Se espera la presentación de ofertas entre el próximo mes de diciembre y febrero de 2014.
OHL coincide con su participada Abertis en la búsqueda de negocio en América. Sin embargo, su componente de constructora, igual que sucede con rivales como ACS o Ferrovial, hace que su enfoque se dirija hacia infraestructuras de nueva construcción (greenfield) que dejen en manos privadas el diseño, financiación, ejecución, operación y mantenimiento. Así es como OHL ha desarrollado OHL México y es como entró en Brasil, con la toma de carreteras que necesitaban fuertes inversiones para convertirse en autopistas de peaje.
En Chile la empresa se llevó el pasado abril el contrato de construcción y operación de la nueva terminal 2 del Puerto de Valparaiso, con una inversión aparejada de 270 millones y un plazo de explotación de 30 años.
El área de concesiones de OHL cuenta en estos momentos con 17 infraestructuras que ofrecen una cartera a largo plazo de 60.400 millones de euros al cierre de septiembre, lo que implica un crecimiento del 33% respecto al cierre de 2012.
La cesta de activos está compuesta por 11 autopistas de peaje (848 kilómetros), 1 aeropuerto en México (Toluca, en México DF), tres puertos y dos concesiones ferroviarias. Además, el grupo es primer accionista industrial de Abertis, con el 18,93% del capital, y controla OHL México con el 63,6%.
Parte del desarrollo de la compañía en el área de construcción, tocada por la debacle de la obra civil en España, depende de que OHL Concesiones capte nuevos proyectos por ejecutar desde cero o con gran componente de remodelación. De hecho, la facturación del grupo de la familia Villar Mir se resiente al cierre del tercer trimestre (cae un 10%, hasta los 2.593 millones) en parte por la menor actividad constructora en concesiones en comparación con las inversiones acometidas en México a lo largo de 2012.
Ya sin las nueve autopistas brasileñas y tres chilenas permutadas con Abertis a cambio de acciones de esta última, OHL facturó 1.126 millones en 2012, obteniendo un ebitda de 749 millones (66,5% de rendimiento bruto de explotación). La inversión gestionada supera los 6.000 millones de euros, de los que más de 3.600 millones están ejecutándose o han sido ejecutados en México y casi 2.000 millones están adosados a las concesiones españolas.
Ahora, OHL busca en EE UU y Colombia un nuevo gran salto para volver a catapultar su división en kilómetros e inversión gestionada.
Liberada de las inversiones millonarias a las que se veía obligada en las autopistas brasileñas traspasadas a Abertis, OHL busca en mercados como Estados Unidos, Canadá, Colombia, Perú y Chile para sumar nuevos kilómetros de autopistas en concesión. La filial que dirigen Juan Villar-Mir y Juan Osuna tiene localizados 38 proyectos, de los que una veintena entra en la fase de presentación de ofertas el próximo año.
El interés de OHL Concesiones por crecer es máximo y está presente, ya con la precalificación, en una docena de concursos. En su plan figuran siete activos en Estados Unidos, tres en Canadá y un puente que enlazará ambos países; pretende ofertar en cuatro proyectos de autopistas y puertos en Chile; otros cuatro en Perú; persigue 14 autopistas en Colombia; dos en México y otras tantas en Puerto Rico. Todos estos proyectos bajo examen, la mayoría son de autopistas, con un par de procesos relacionados con el ferrocarril y otros tantos con el sector aeroportuario.
OHL va a por todas en Colombia. La compañía está precalificada para ocho de las diez autopistas que el Gobierno ha incluido en la primera fase de su plan de infraestructuras, siendo la firma con mayor presencia en los concursos. El grupo español aspira en ese país a 1.146 kilómetros de futuros peajes que requerirán más de 3.500 millones de inversión. Se espera la presentación de ofertas entre el próximo mes de diciembre y febrero de 2014.
OHL coincide con su participada Abertis en la búsqueda de negocio en América. Sin embargo, su componente de constructora, igual que sucede con rivales como ACS o Ferrovial, hace que su enfoque se dirija hacia infraestructuras de nueva construcción (greenfield) que dejen en manos privadas el diseño, financiación, ejecución, operación y mantenimiento. Así es como OHL ha desarrollado OHL México y es como entró en Brasil, con la toma de carreteras que necesitaban fuertes inversiones para convertirse en autopistas de peaje.
En Chile la empresa se llevó el pasado abril el contrato de construcción y operación de la nueva terminal 2 del Puerto de Valparaiso, con una inversión aparejada de 270 millones y un plazo de explotación de 30 años.
El área de concesiones de OHL cuenta en estos momentos con 17 infraestructuras que ofrecen una cartera a largo plazo de 60.400 millones de euros al cierre de septiembre, lo que implica un crecimiento del 33% respecto al cierre de 2012.
La cesta de activos está compuesta por 11 autopistas de peaje (848 kilómetros), 1 aeropuerto en México (Toluca, en México DF), tres puertos y dos concesiones ferroviarias. Además, el grupo es primer accionista industrial de Abertis, con el 18,93% del capital, y controla OHL México con el 63,6%.
Parte del desarrollo de la compañía en el área de construcción, tocada por la debacle de la obra civil en España, depende de que OHL Concesiones capte nuevos proyectos por ejecutar desde cero o con gran componente de remodelación. De hecho, la facturación del grupo de la familia Villar Mir se resiente al cierre del tercer trimestre (cae un 10%, hasta los 2.593 millones) en parte por la menor actividad constructora en concesiones en comparación con las inversiones acometidas en México a lo largo de 2012.
Ya sin las nueve autopistas brasileñas y tres chilenas permutadas con Abertis a cambio de acciones de esta última, OHL facturó 1.126 millones en 2012, obteniendo un ebitda de 749 millones (66,5% de rendimiento bruto de explotación). La inversión gestionada supera los 6.000 millones de euros, de los que más de 3.600 millones están ejecutándose o han sido ejecutados en México y casi 2.000 millones están adosados a las concesiones españolas.
Ahora, OHL busca en EE UU y Colombia un nuevo gran salto para volver a catapultar su división en kilómetros e inversión gestionada.
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