El Gobierno central pagó a Autopistas del Atlántico, la sociedad que explota la AP-9 entre Ferrol y Vigo 893 millones de euros en un periodo de 32 años por el llamado seguro de cambio, una figura financiera por la que la Administración del Estado se hacía cargo de parte de los intereses y amortizaciones de los préstamos que las concesionarias solicitaban en el extranjero para construir las obras, en este caso, la autopista que cruza de norte a sur la comunidad gallega.
Las cifras se acaban de conocer tras solicitar un particular información sobre estos pagos en el portal de internet habilitado por el Gobierno para difundir entre los ciudadanos datos de la Administración. En total, el Ministerio de Fomento asegura que entre los años 1977 y 2008 tuvo que abonar 4.773 millones de euros por este seguro de cambio para el conjunto las autopistas españolas.
Esta fórmula se implantó a principios de los años setenta, con un país golpeado duramente por la crisis del petróleo de 1973. Ante las dificultades de encontrar financiación España para lanzar el ambicioso plan de carreteras, las concesionarias de autopistas -entonces eran todas públicas- tuvieron que buscar en el extranjero los fondos necesarios para ejecutar las obras. Y para facilitar estas operaciones, el Gobierno se comprometía a pagar a través de los presupuestos la diferencia entre el tipo de cambio con la peseta que regía en el momento de obtener el crédito y la cotización de la divisa extranjera en el momento de abonar los intereses o la amortización del principal, que durante la década de los setenta y de los ochenta estuvo sujeta a sustanciales fluctuaciones.
La concesionaria que más ayudas de este tipo recibió fue Aumar, que explota las autopistas AP-7 entre Tarragona y Alicante y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, con 991 millones de euros.
En segundo lugar figura Autopistas del Atlántico, a la que el Gobierno central pagó en seguro de cambio 893 millones de euros. Algo más de 251 millones se abonaron entre los años 2003 y 2008, cuando Audasa estaba ya a manos privadas tras su privatización. De hecho, al pago anual más voluminoso se realizó en el año 2003, el primero de gestión privada de Audasa, cuando el Ministerio de Fomento desembolsó 153 millones de euros. Esta fórmula se dio por terminada en 2008, año que la única aportación por seguros de cambio se libró únicamente en favor de Audasa, por siete millones de euros.
El año en que se pagó más fue en 1985. En ese ejercicio, el Gobierno tuvo que hacer frente al abono de 501 millones de euros debido a la avalancha de amortizaciones que se realizó aprovechando una caída de los tipos de interés.
Faro de Vigo.es 05/11/2013
Las cifras se acaban de conocer tras solicitar un particular información sobre estos pagos en el portal de internet habilitado por el Gobierno para difundir entre los ciudadanos datos de la Administración. En total, el Ministerio de Fomento asegura que entre los años 1977 y 2008 tuvo que abonar 4.773 millones de euros por este seguro de cambio para el conjunto las autopistas españolas.
Esta fórmula se implantó a principios de los años setenta, con un país golpeado duramente por la crisis del petróleo de 1973. Ante las dificultades de encontrar financiación España para lanzar el ambicioso plan de carreteras, las concesionarias de autopistas -entonces eran todas públicas- tuvieron que buscar en el extranjero los fondos necesarios para ejecutar las obras. Y para facilitar estas operaciones, el Gobierno se comprometía a pagar a través de los presupuestos la diferencia entre el tipo de cambio con la peseta que regía en el momento de obtener el crédito y la cotización de la divisa extranjera en el momento de abonar los intereses o la amortización del principal, que durante la década de los setenta y de los ochenta estuvo sujeta a sustanciales fluctuaciones.
La concesionaria que más ayudas de este tipo recibió fue Aumar, que explota las autopistas AP-7 entre Tarragona y Alicante y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, con 991 millones de euros.
En segundo lugar figura Autopistas del Atlántico, a la que el Gobierno central pagó en seguro de cambio 893 millones de euros. Algo más de 251 millones se abonaron entre los años 2003 y 2008, cuando Audasa estaba ya a manos privadas tras su privatización. De hecho, al pago anual más voluminoso se realizó en el año 2003, el primero de gestión privada de Audasa, cuando el Ministerio de Fomento desembolsó 153 millones de euros. Esta fórmula se dio por terminada en 2008, año que la única aportación por seguros de cambio se libró únicamente en favor de Audasa, por siete millones de euros.
El año en que se pagó más fue en 1985. En ese ejercicio, el Gobierno tuvo que hacer frente al abono de 501 millones de euros debido a la avalancha de amortizaciones que se realizó aprovechando una caída de los tipos de interés.
Faro de Vigo.es 05/11/2013
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