La autopista radial R-2 de Madrid negocia actualmente con sus bancos
un aplazamiento en un pago de principal e intereses de deuda que le
vence a finales de este mes, según informaron a Europa Press en fuentes
del sector.
La vía quiere alargar el pago en unos seis meses con el fin de
recibir la cuantía que le corresponden de la línea de ayudas articuladas
por el Ministerio de Fomento a las autopistas con problemas
financieros.
En concreto, la R-2 está pendiente de ingresar 19 millones de euros
en concepto de cuenta compensación correspondientes a 2012, y otros 18
millones de este año. Además, también está a la espera de recibir unos
75 millones de euros de préstamo participativo.
Según detallaron las mismas fuentes, Henarsa, sociedad concesionaria
de la vía, participada por Abertis y ACS, confía en lograr el
aplazamiento de este pago a los bancos.
El vencimiento afecta un pago de principal y de intereses, no al
grueso de la deuda de 410 millones de euros que suma la sociedad, cuya
financiación está acordada hasta 2022.
Las cuentas de compensación y los préstamos participativos
constituyen las dos líneas de ayudas articuladas por el Ministerio de
Fomento para ayudar a la decena de autopistas de peaje que actualmente
afrontan un riesgo de insolvencia por la caída de los tráficos y los
sobrecostes que registraron en las expropiaciones.
Pese a las ayudas, cinco de estas vías de pago se han acogido ya al
concurso voluntario de acreedores. Se trata del resto de autopistas
radiales de Madrid (R-3, R-4 y R-5), la Madrid-Toledo y la Ocaña-La
Roda.
En cuanto a la R-2, es la autopista que une Madrid y Guadalajara.
Entró en servicio en octubre de 2003 y cuenta con un plazo de
explotación de 24 años.
La vía contabilizó un volumen medio diario de 6.190 vehículos en los
ocho primeros meses de 2012, según los últimos datos del Ministerio de
Fomento, lo que supone una reducción del 23% en comparación al mismo
periodo del ejercicio precedente.
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