Aparece hoy una noticia en el periódico de información económica Expansión que el Ministerio de Fomento está dispuesto a dar al sector de la construcción un tiempo para poder encauzar la crisis que afecta a varias autopistas de peaje del país, fundamentalmente a las radiales adjudicados a distintas compañías en Madrid, Castilla-La Mancha y el arco mediterráneo, algunas de las cuales se encuentran desde hace tiempo incumpliendo las cláusulas financieras con los bancos que financiaron los proyectos y que podrían activar las garantías prestadas por el Gobierno, estimadas en 3.000 millones de euros.
El ministerio tiene ahora mismo dos herramientas para poder incentivar y evitar la quiebra y, por tanto, nacionalización de las autopistas, las llamadas cuentas de compensación en función de las desviaciones producidas entre el tráfico previsto y el real, y el alargamiento de las concesiones. El marco ideal sería el de las fusiones para que los más débiles dejen de ser un problema, tal como está ocurriendo en el sector financiero.
Pero una cosa es sugerir fusiones, a las que unas compañías podrían estar más dispuestas que otras, y otra condicionar los incentivos a su existencia, tal como contemplaba la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, que en este capítulo ha tenido que ser corregida una semana después.
Y es que la viabilidad de las elevadas inversiones realizadas va a depender del dinero disponible a largo plazo que otorgue estabilidad al sector desde la actual situación de sobreinversión y de tráfico muy inferior al esperado.
El ministerio tiene ahora mismo dos herramientas para poder incentivar y evitar la quiebra y, por tanto, nacionalización de las autopistas, las llamadas cuentas de compensación en función de las desviaciones producidas entre el tráfico previsto y el real, y el alargamiento de las concesiones. El marco ideal sería el de las fusiones para que los más débiles dejen de ser un problema, tal como está ocurriendo en el sector financiero.
Pero una cosa es sugerir fusiones, a las que unas compañías podrían estar más dispuestas que otras, y otra condicionar los incentivos a su existencia, tal como contemplaba la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, que en este capítulo ha tenido que ser corregida una semana después.
Y es que la viabilidad de las elevadas inversiones realizadas va a depender del dinero disponible a largo plazo que otorgue estabilidad al sector desde la actual situación de sobreinversión y de tráfico muy inferior al esperado.
Pero ¿servirá esto para que la Comunidad de Madrid retire el proyecto de construcción de la Radial RM-1? Viendo como se desarrollan las cosas, el interés de Esperanza Aguirre por realizar esta infraestructura que le sirva como espaldarazo electoral, y las últimas medidas de subida del transporte Público, todo hace indicar que no.
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