La crisis sigue echando a miles de gallegos de una autopista cada vez más cara. El tráfico medio diario de la AP-9 se situó entre enero y junio de este año en 19.505 vehículos. Es la primera vez en los últimos 11 años en el que la intensidad circulatoria de la vía de pago cae por debajo de la barrera de los 20.000 usuarios. Esto implica que cada día se registra una media de 7.322 pasos menos por las cabinas de peaje que en el 2008, cuando el tráfico de la AP-9 alcanzó los 26.827 vehículos. Esta pérdida paulatina de clientes tiene lugar en paralelo al descenso de la actividad económica, al incremento del desempleo y a la pérdida de poder adquisitivo de las familias, que multiplican el impacto en los bolsillos de la escalada de las tarifas. El peaje trayecto de ida y vuelta entre A Coruña y Vigo cuesta hoy un 28 % más que en el 2008, cuando estalló la crisis.
El tráfico de la AP-9 empezó a resentirse en el 2009, con mucha antelación sobre el descenso de circulación en las autovías gallegas. La caída más brusca tuvo lugar entre el 2011 y el 2012. La primera autopista gallega perdió casi 3.000 vehículos al día. Esta curva descendente se hizo más pronunciada el año pasado, que la vía de pago cerró con una intensidad media diaria de 20.658. Y las malas noticias para Audasa continúan en este ejercicio. De acuerdo con los datos que computa el Ministerio de Fomento, por la AP-9 transitaron durante el primer semestre una media de 19.505 vehículos en todo el trazado entre Ferrol y Tui.
Con todo, ese balance negativo de la primera mitad del año es el resultado de una progresión. Entre enero y junio, la autopista ha ido ganando usuarios. Arrancó el año con 17.580 vehículos al día (frente a los 17.935 de enero del 2013) y en junio registró 21.371 (solo 57 menos que en el mismo mes del año pasado), por lo que es posible que suavice el revés en el segundo semestre.
El descenso de tráfico desde el 2008, que equivale al 27,3 %, se produce en un contexto de fuerte repunte tarifario. En este período, en el que cualquier decisión está marcada por la crisis, los peajes se han disparado. Por trayectos, el mayor aumento se localiza entre Ferrol y A Coruña. En el 2008, el viaje de ida y vuelta entre las dos ciudades requería el pago de 6,90 euros en las cabinas. Ahora, Audasa cobra 9,90 por ese mismo desplazamiento. El peaje entre las dos ciudades se ha encarecido un 43,5 %. Entre A Coruña y Santiago, la subida desde el 2008 ha sido del 27,27 % (de 9,90 euros el trayecto de ida y vuelta a 12,60). Entre Santiago y Vigo, la tarifa actual de la autopista es un 28,37% más cara que hace seis años (de 14,10 euros a 18,10). Y el tránsito de Pontevedra y Vigo cuesta un 28 % más (de 5,70 euros ha pasado a 7,30). Estos precios no incluyen el descuento del 25 % para el viaje de regreso realizado en el mismo día que se abone con dispositivo de telepeaje, ni tampoco el retorno gratuito al que esos clientes tienen derecho entre Pontevedra y Vigo.
A pesar de este notorio encarecimiento de las tarifas, la caída del tráfico ha mermado la recaudación global de la concesionaria. Los ingresos de Audasa por ese concepto descendieron el año pasado en 7,1 millones, hasta 125,2. La empresa recaudó 31 millones menos que en el 2009.
Claro que los peajes directos que pagan los usuarios no representan la única fuente de ingresos de la concesionaria de la AP-9. La empresa recibirá este año más de 20 millones de la Administración del Estado y de la Xunta por rebajas o supresión de peajes en determinados tramos de la autopista. Porque las concesionarias de vías de pago solo aplican descuentos si una Administración le paga por esas bonificaciones. Así, por la gratuidad en los recorridos O Morrazo-Vigo y A Coruña-A Barcala ingresará este año 11,6 millones de euros, según la partida consignada en los Presupuestos del Estado. Fomento y Xunta sufragan esa gratuidad al 50 %, de forma que el ministerio pondrá 5,8 millones y la Administración autonómica otro tanto.
Pero no es este el único ingreso de Audasa que sale de las arcas públicas. Desde que el Gobierno Aznar cerró el acuerdo correspondiente, en el 2000, la empresa que explota la AP-9 obtiene unos 10 millones al año del Ministerio Fomento por el recorte del 7 % en las tarifas de cinco itinerarios de la vía: Pontevedra-Vilaboa, Pontevedra-O Morrazo, Pontevedra-Vigo, O Morrazo-Vigo y Rande-Vigo. El Gobierno de Feijoo, que ha pedido a Fomento que baje los peajes, ya ha descartado financiar nuevas rebajas.
La Voz de Galicia.es 17/07/2014
El tráfico de la AP-9 empezó a resentirse en el 2009, con mucha antelación sobre el descenso de circulación en las autovías gallegas. La caída más brusca tuvo lugar entre el 2011 y el 2012. La primera autopista gallega perdió casi 3.000 vehículos al día. Esta curva descendente se hizo más pronunciada el año pasado, que la vía de pago cerró con una intensidad media diaria de 20.658. Y las malas noticias para Audasa continúan en este ejercicio. De acuerdo con los datos que computa el Ministerio de Fomento, por la AP-9 transitaron durante el primer semestre una media de 19.505 vehículos en todo el trazado entre Ferrol y Tui.
Con todo, ese balance negativo de la primera mitad del año es el resultado de una progresión. Entre enero y junio, la autopista ha ido ganando usuarios. Arrancó el año con 17.580 vehículos al día (frente a los 17.935 de enero del 2013) y en junio registró 21.371 (solo 57 menos que en el mismo mes del año pasado), por lo que es posible que suavice el revés en el segundo semestre.
El descenso de tráfico desde el 2008, que equivale al 27,3 %, se produce en un contexto de fuerte repunte tarifario. En este período, en el que cualquier decisión está marcada por la crisis, los peajes se han disparado. Por trayectos, el mayor aumento se localiza entre Ferrol y A Coruña. En el 2008, el viaje de ida y vuelta entre las dos ciudades requería el pago de 6,90 euros en las cabinas. Ahora, Audasa cobra 9,90 por ese mismo desplazamiento. El peaje entre las dos ciudades se ha encarecido un 43,5 %. Entre A Coruña y Santiago, la subida desde el 2008 ha sido del 27,27 % (de 9,90 euros el trayecto de ida y vuelta a 12,60). Entre Santiago y Vigo, la tarifa actual de la autopista es un 28,37% más cara que hace seis años (de 14,10 euros a 18,10). Y el tránsito de Pontevedra y Vigo cuesta un 28 % más (de 5,70 euros ha pasado a 7,30). Estos precios no incluyen el descuento del 25 % para el viaje de regreso realizado en el mismo día que se abone con dispositivo de telepeaje, ni tampoco el retorno gratuito al que esos clientes tienen derecho entre Pontevedra y Vigo.
A pesar de este notorio encarecimiento de las tarifas, la caída del tráfico ha mermado la recaudación global de la concesionaria. Los ingresos de Audasa por ese concepto descendieron el año pasado en 7,1 millones, hasta 125,2. La empresa recaudó 31 millones menos que en el 2009.
Claro que los peajes directos que pagan los usuarios no representan la única fuente de ingresos de la concesionaria de la AP-9. La empresa recibirá este año más de 20 millones de la Administración del Estado y de la Xunta por rebajas o supresión de peajes en determinados tramos de la autopista. Porque las concesionarias de vías de pago solo aplican descuentos si una Administración le paga por esas bonificaciones. Así, por la gratuidad en los recorridos O Morrazo-Vigo y A Coruña-A Barcala ingresará este año 11,6 millones de euros, según la partida consignada en los Presupuestos del Estado. Fomento y Xunta sufragan esa gratuidad al 50 %, de forma que el ministerio pondrá 5,8 millones y la Administración autonómica otro tanto.
Pero no es este el único ingreso de Audasa que sale de las arcas públicas. Desde que el Gobierno Aznar cerró el acuerdo correspondiente, en el 2000, la empresa que explota la AP-9 obtiene unos 10 millones al año del Ministerio Fomento por el recorte del 7 % en las tarifas de cinco itinerarios de la vía: Pontevedra-Vilaboa, Pontevedra-O Morrazo, Pontevedra-Vigo, O Morrazo-Vigo y Rande-Vigo. El Gobierno de Feijoo, que ha pedido a Fomento que baje los peajes, ya ha descartado financiar nuevas rebajas.
La Voz de Galicia.es 17/07/2014
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