Seguimos a vueltas con una sencilla pregunta: ¿quién paga la quiebra de las autopsitas radiales? En principio, constructoras y concesionarias lo tenían claro: el Estado. Se aferraban al espléndido término de Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA). Ahora ya lo no tienen tan claro.
Porque entonces llegó el profesor Tornasol, paladín del déficit fiscal, don Cristóbal Montoro (en la imagen) y dijo que ni de broma. Que el Estado no pagaba y que si querían denunciarle estaban en su derecho. Por una parte, su compañera, ministra del ramo, Ana Pastor, dejó claro que si los tribunales obligaban al Estado a pagar una autopista se lo descontarían de la concesión.
Pero, en paralelo, la misma medida afectaba a la banca, que tiene en la famosa RPA la garantía de sus créditos. En otras palabras, la banca acreedora de las nueve radiales al borde la quiebra, pasarían de una quita prevista del 30% a otra del 60%. Los bancos españoles (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankia) están cabreados pero menos que la banca extranjera porque ya lo tenían provisionado. De hecho, Montoro se preocupó de informare sobre cuanto tenían provisionado y llegó justo hasta ese límite.
Pero las dos docenas de bancos extranjeros acreedores no lo tienen tan provisionado y braman. Los dirigentes de la rebelión son Calyon, Dexia y Royal Bank of Scotland. Se han buscado un bufete y piensan demandar al Estado español, es decir, al Gobierno.
Montoro ha respondido que en 10 años todos calvos, así que demanden todo lo que quieran. Y lo malo es que en esencia tiene razón tanto él como su colega Pastor. Como recuerdan en Hacienda, ya está bien de que las pérdidas privadas se traspasen al Estado. Ahora bien, ocurre lo mismo que con las energías renovables: es injusto, es una locura pero usted se comprometió a ello y tiene que cumplirlo.
Y en estas estamos.
Hispanidad.com 31/01/2014
Porque entonces llegó el profesor Tornasol, paladín del déficit fiscal, don Cristóbal Montoro (en la imagen) y dijo que ni de broma. Que el Estado no pagaba y que si querían denunciarle estaban en su derecho. Por una parte, su compañera, ministra del ramo, Ana Pastor, dejó claro que si los tribunales obligaban al Estado a pagar una autopista se lo descontarían de la concesión.
Pero, en paralelo, la misma medida afectaba a la banca, que tiene en la famosa RPA la garantía de sus créditos. En otras palabras, la banca acreedora de las nueve radiales al borde la quiebra, pasarían de una quita prevista del 30% a otra del 60%. Los bancos españoles (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankia) están cabreados pero menos que la banca extranjera porque ya lo tenían provisionado. De hecho, Montoro se preocupó de informare sobre cuanto tenían provisionado y llegó justo hasta ese límite.
Pero las dos docenas de bancos extranjeros acreedores no lo tienen tan provisionado y braman. Los dirigentes de la rebelión son Calyon, Dexia y Royal Bank of Scotland. Se han buscado un bufete y piensan demandar al Estado español, es decir, al Gobierno.
Montoro ha respondido que en 10 años todos calvos, así que demanden todo lo que quieran. Y lo malo es que en esencia tiene razón tanto él como su colega Pastor. Como recuerdan en Hacienda, ya está bien de que las pérdidas privadas se traspasen al Estado. Ahora bien, ocurre lo mismo que con las energías renovables: es injusto, es una locura pero usted se comprometió a ello y tiene que cumplirlo.
Y en estas estamos.
Hispanidad.com 31/01/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario