viernes, 26 de diciembre de 2014

La Xunta congelará el próximo año los peajes de las dos autopistas autonómicas

La Xunta congelará en 2015 los peajes de las dos autopistas de titularidad gallega -la que une A Coruña y Carballo (AG-55) y la del Val Miñor (AG-57)-. Así, un usuario de un turismo pagará el próximo año por el recorrido completo de la primera 2,50 euros, mientras que para cubrir la segunda el coste del peaje se mantendrá en 1,65 euros. Con esta decisión, el Ejecutivo autonómico sigue los pasos del Ministerio de Fomento, que también acordó no subir las tarifas de la AP-9 y de la AP-53 en Santiago-Dozón para el próximo año. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó ayer que las autopistas de titularidad gallega están entre las más baratas del Estado y, a pesar de ello, la Consellería de Medio Ambiente congelará por segundo año consecutivo sus precios.

De hecho, en 2014 la Xunta ya no subió las tarifas de la AG-55 y la AG-57. El precio por kilómetro para un turismo en estos dos viales se sitúa en 0,074 céntimos de euro, por debajo de los 0,15 que se cobra de media en las autopistas de titularidad estatal. Feijóo recordó además que desde el año 2010 se aplican descuentos en los recorridos a través del sistema de telepeajes que pueden llegar al 50%.

Con la subida aplicada en 2013 para la autopista A Coruña-Carballo, que supuso un incremento de un 6,3% respecto al ejercicio anterior, un trayecto de ida y vuelta pasó a costar cinco en euros para un recorrido de tan solo 33 kilómetros. Entonces, el tramo entra A Coruña y Arteixo subió cinco céntimos, hasta situarse en 0,55; mientras que el trayecto de Arteixo a Carballo, aumentó en diez céntimos, hasta situarse en 1,95. Los tramos que no variaron fueron los que unen Arteixo con Paiosaco, que se mantuvo en 0,70; y el de A Laracha a Carballo, que se quedó en 0,80. En los últimos diez años, las tarifas en la AG-55 se incrementaron más de un 40%.

Para los usuarios, resulta "muy caro" viajar por las carreteras de peaje. Lo que ha llevado a miles de conductores a cambiar las autopistas por las vías convencionales. En el caso de la AG-55, la media diaria de vehículos no llega a los 12.000, un 20% menos que los registrados al inicio de la crisis. Y además la autovía, que nació en 1993 libre de peajes pero que en la inauguración del segundo tramo en 1997 ya se alumbró la instalación de las cabinas de pago, no ha permitido descongestionar la AC-552 por la que circulan a diario miles de usuarios que se resisten a pagar.

Por otra parte, para garantizar la conservación del total de la red viaria gallega la Xunta autorizó ayer una inversión de más de 116 millones en los próximos cuatro años. El actual contrato de mantenimiento de los 5.400 kilómetros de carreteras gallegas finaliza en septiembre de 2015, de manera que la Xunta deberá sacar de nuevo a concurso estas tareas que consisten en limpiar y cuidar la red viaria y garantizar el tránsito tanto en condiciones normales como ante efectos meteorológicos adversos o en caso de accidentes.

Una de las novedades del nuevo contrato es que su precio es fijo y no estará sujeto a modificaciones por sobrecostes que pueda imputar la adjudicataria -en el plan actual la Xunta tuvo que poner 10 millones de euros más del coste por el que fue licitado inicialmente el servicio-.

La Opinión A Coruña.es 12/12/2014

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