sábado, 29 de diciembre de 2012

De Peajes, de externalizaciones y otras liberalidades

Que 2012 se ha convertido en el punto de inflexión y de no retorno en las políticas liberales de los gobiernos de la Comunidad de Madrid y de la nación es algo que a estas alturas nadie puede negar. La caída del comercio, de la demanda y del empleo son elementos que  a pesar de demostrar que la economía convencional no ha funcionado, han servido al Partido Popular para llevar a cabo sus reformas, para fomentar a la empresas privadas en contra del sector público, o como se puede definir ahora mismo en la neolengua, en externalizar, en trasladar el esfuerzo y los medios económicos y humanos de la administración pública a la empresa privada. 
Sin embargo, las medidas aplicadas no son de momento nada más que un mero parche para evitar el aumento de déficit en la estrategia de devaluación interna que el ejecutivo de Mariano Rajoy pretende para el sistema económico de la nación. Devaluar al máximo el valor productivo para aumentar las exportaciones y disminuir los salarios gracias al alto nivel de desempleo. 
Y es que además, aprovechando esta coyuntura, y con la máxima del actual gobierno de reducir el nivel de deuda, se han tomado las medidas de recortar en servicios básicos y públicos, como  Sanidad, Educación y prestaciones sociales, ataque directo a los pilares básicos del estado de bienestar.
¿Y qué tiene esto que ver con las autopistas de peaje? Pues posiblemente en que las autopistas de peaje y las radiales, nacidas todas ellas a la sombra de la burbuja inmobiliaria, hayan sido prácticamente el caballo de Troya para hacernos ver cual es el juego al que nos veremos sometidos en los próximos años: Servicios e infraestructuras que pagadas bien por la hacienda pública o con dinero privado las cuales, en manos privadas, finalmente tengan que ser rescatadas por el estado debido a las pérdidas y falta de beneficios; lo hemos visto con las autopistas y lo veremos con servicios públicos como la Sanidad (o incluso, ya lo estamos viendo).



domingo, 23 de diciembre de 2012

Hacienda bloquea el rescate de las autopistas de peaje en riesgo de quiebra

Montoro ha paralizado hasta ahora el pago de los préstamos participativos a las concesionarias. Ya se han tramitado 180 de los 250 millones de 2012, pero no se han desembolsado. Las ayudas de 2013, también en el aire.

Para compensar el sobrecoste de las expropiaciones de terrenos, en 2012 se consignaron 250 millones de euros en préstamos participativos para las concesionarias. “Hasta el pasado viernes se habían tramitado ya 180 millones, pero Hacienda lo ha parado todo”, apuntan fuentes solventes de Fomento. Es decir, las empresas no han recibido ni un euro aún de lo que se les prometió para este año.La historia interminable del rescate de las autopistas de peaje en riesgo de quiebra se tuerce de nuevo por la senda de la incertidumbre. El nuevo capítulo llega de la mano de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que incluyen una enmienda para aumentar las ayudas a las sociedades concesionarias que gestionan esas infraestructuras. Ésa sería la buena noticia para el sector; la mala es que el Ministerio de Hacienda ha bloqueado por ahora los pagos de 2012, y los de 2013 no quedan del todo claros.

Las mismas fuentes desvelan el argumento del departamento que capitanea Cristóbal Montoro: “Nos han dicho que no ven con buenos ojos que se concedan préstamos participativos a sociedades en concurso de acreedores”, porque la ayuda podría no servir para paliar los sobrecostes, sino que podría diluirse “en la masa de acreedores”. ¿Por qué? Porque, aunque los préstamos de Fomento son finalistas (en teoría), la Ley concursal predomina, y señala que los ingresos se destinarán a la masa de acreedores, en orden de prelación.
Hay que recordar que cinco de las nueve concesiones con derecho a recibir en 2012 esos créditos se encuentran inmersas en el proceso concursal (Radial 4, Radial 3 y 5, AP-41, Ocaña-La Roda y Cartagena-Vera), y es probable que en breve se sumen a la lista la M-12 (Eje Aeropuerto Madrid-Barajas) y la Radial 2 (Madrid-Guadalajara).
Pero, ¿por qué no las que no están en concurso? “Por una suerte de principio de equidad, Hacienda dice que ya que no se paga a las concursadas, no se paga a nadie”, añaden las fuentes de Fomento.
Pero hay más. La enmienda que se aprobó ayer para aumentar el rescate de las concesionarias ha traído cola. En primer lugar, Fomento redactó un texto (disposición adicional décima quinta del Proyecto de los Presupuestos) en el que se aumentaba la duración de la cuenta de compensación por la falta de tráfico en los peajes (un mecanismo mediante el cual el Gobierno paga una parte de la diferencia entre los ingresos previstos y los reales). Y añadió una salvaguarda: todas las cantidades que aportara el Gobierno se descontarían de su hipotética responsabilidad patrimonial, en caso de la quiebra y liquidación de la concesión.

Presupuestos: Esto afectaba de lleno a la banca, y finalmente el Grupo Popular en el Senado presentó la enmienda a la disposición final décima quinta –la que finalmente se ha aprobado– en la que se elimina toda referencia a la responsabilidad patrimonial y se aumentaba el importe de las compensaciones, completando con un préstamo participativo hasta cubrir el 80% de los ingresos previstos en el plan económico-financiero de cada concesión.
La modificación relativa a la responsabilidad patrimonial no gustó del todo en Fomento, según fuentes del Ministerio, que recuerdan que, en todo caso, la ayuda a las concesionarias va a depender de lo consignado en los Presupuestos. Y en éstos no se estipula una partida para la cuenta de compensación, según otras fuentes de Fomento. Son las concesionarias las que tienen que apuntar en enero qué cantidad les correspondería.
Además, Fomento ha vuelto a incorporar en la enmienda una frase muy importante, que el texto del PP obviaba: “Dichas cantidades estarán sujetas al límite de disponibilidades presupuestarias fijadas cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para estos conceptos”.

Enmienda: Con lo cual, si no se abonara lo estipulado en la enmienda sobre la cuenta de compensación, “no sería un incumplimiento”, ya que los Presupuestos no hacen referencia a la cantidad a compensar. Pero éste no es el escenario principal.
De hecho, las concesionarias creen que, además de los 200 millones en préstamos participativos que les dará el Gobierno en 2013, les corresponderán otros 120 millones de euros, aproximadamente, en concepto de compensación por el bajo tráfico. La propia enmienda estipula que Fomento otorgará los mencionados préstamos participativos “dentro del primer trimestre de cada año”.
En el sector constructor se asombran de que Hacienda no haya permitido aún el pago de los préstamos, y se extrañan por las motivaciones del Ministerio: “Ya sabían de sobra que las concesiones iban a entrar en concurso. Esperemos que simplemente estén posponiendo el desembolso a 2013”. Es decir, para evitar un posible bocado de déficit de 250 millones en 2012.
Mientras tanto, se agotan los días para que la ministra de Fomento, Ana Pastor, cumpla su promesa de reunirse con las concesionarias antes de fin de año para departir sobre los nuevos proyectos público-privados que quiere lanzar el Gobierno. En esa reunión los constructores le preguntarán, sin duda, por qué no se les han concedido aún los préstamos participativos de 2012 y hasta qué punto puede Hacienda apretarles las tuercas.
No en vano, ni siquiera con esos créditos se podrá decir que las autopistas de peaje están a salvo de la quiebra. Y Fomento lo sabe, por eso no descarta ninguna vía. Tampoco la nacionalización.

Agravios comparativos con banca y eléctricas: La sociedades concesionarias afectadas por el plante de Hacienda no entienden su posición cuando “con 120 millones en los Presupuestos de 2013 el Estado se evita un agujero de 4.500 millones”.
Se trata del coste final que provocaría el rescate de todas las autopistas en crisis en concepto del pago de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA). Las compañías y sus accionistas, entre los que destacan grupos como ACS, Abertis, Sacyr, Acciona, Ferrovial y OHL, entre otros, se sienten agraviados en comparación con la rapidez con la que el Gobierno ha actuado para salvar a la banca o poner coto al agujero eléctrico.
Los incumplimientos de Hacienda no solo corresponden a los pagos de 2012. Tampoco se han pagado los compromisos anteriores. Según las fuentes consultados, la autopista R-3 y R-5, en concurso, todavía espera unos 60 millones correspondientes a prestamos participativos y cuentas de compensación de 2011.
En el caso de la R2, el importe pendiente se eleva a unos 75 millones de euros. Pese a las resistencias del departamento que dirige Montoro, la empresas esperan una solución antes de que acabe el año.

Expansion.com 22/12/2012

sábado, 15 de diciembre de 2012

Echando la vista atrás

Recuperamos, ahora que la situación está en calma, que no solucionada, un artículo de Publico.es del 08/06/2009 en el que ya se hablaba, y casi que se vislumbraba, de la actual situación de las autopistas de peaje:

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


La falta de conductores que eligen circular por las autopistas radiales de Madrid, las cuatro que van en paralelo a las autovías A-2, A-3, A-4 y A-5, no es el mayor problema de las concesionarias de estas vías. Sí lo es que se ha disparado el coste del suelo expropiado por las demandas judiciales de los propietarios de esos terrenos, que reclaman por ello compensaciones por casi 2.000 millones de euros. El cambio en el Ministerio de Fomento, ahora dirigido por José Blanco, ha dado alas a la complicada negociación. Fomento tiene "voluntad política" de arreglar el problema y está en conversaciones con las constructoras, dueñas de esas concesiones, para analizar "todas las soluciones posibles", según fuentes del ministerio.

"Si no se arreglan, las concesiones van a la quiebra", afirma un alto directivo de una constructora. Antes de que recalara Blanco en Fomento, las concesionarias se llegaron a reunir hace unos meses con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para exponerle la gravedad de la situación de estas autopistas. Ahora, el nuevo ministro ya ha declarado que "tiene vocación de resolver problemas heredados" y este es uno de ellos.

Entre las soluciones que piden las concesionarias, dos toman cuerpo: alargar más años el plazo de cada concesión o pedir al Estado créditos participativos con cargo a fondos patrimoniales estatales que luego devolverían. "Todas las vías están abiertas", señalan en Fomento. Todo, salvo lo que suponga una inyección directa de dinero público.

El problema se remonta a la batalla judicial que abrieron los titulares de los suelos expropiados, la mayoría particulares, contra las concesionarias de las autopistas de Madrid que se han construido en los últimos ocho años: la Radial 2 Madrid-Guadalajara (paralela a la A-2 Madrid-Barcelona); la R-3 Madrid-Arganda (paralela a la A-3 Madrid-Valencia); la R-4 Madrid-Ocaña (que desdobla la A-4 Madrid-Sevilla) y la R-5 Madrid-Navalcarnero (que duplica a la A-5 Madrid-Badajoz). También tienen el mismo problema de coste extra, aunque en mucha menor cuantía, la AP-41 Madrid-Toledo y la autopista al aeropuerto de Barajas, la M-12.

Respaldo de los juecesEn total, hay unos 2.000 millones en juego, la mayoría de las radiales, y tal como se presenta el escenario, pueden ganar las dos partes, las grandes constructoras y concesionarias afectadas (ACS, Acciona, Ferrovial, Sacyr y Abertis) y los particulares. De momento, ya han triunfado los expropiados porque han conseguido que se les pague el suelo acorde con el valor esperado en tiempos aún de burbuja inmobiliaria, como permitía la anterior Ley del Suelo. Para sorpresa de los constructores, los jueces han ido dando la razón a estos particulares hasta llegar a sentencias firmes del Tribunal Supremo, lo que obliga a pagar hasta cuatro veces más de lo presupuestado, se quejan fuentes del sector.

Las radiales no cumplen sus expectativasLas autopistas radiales de Madrid son el mejor ejemplo de lo que pasa cuando las infraestructuras llegan antes de que el usuario las demande. Las perspectivas de tráfico no se han cumplido y, lejos de eso, siguen a la baja, aun años después de abrirse. La falta de usuarios y la mala señalización lo explican en parte. Así, la Radial 4 –de Cintra, filial de autopistas de Ferrovial, Sacyr y Caja Castilla-La Mancha–, registró un 30% menos de vehículos en el primer trimestre, aunque hay que contar con el efecto de la Semana Santa. En 2008, la caída fue del 8,4%. Algo menos sufrieron la Radial 3 y la 5, que tienen los mismos dueños (Abertis, Sacyr, ACS y Caja Madrid) y mostraron un 21% menos de tráfico en conjunto entre enero y marzo, y un 7% menos en 2008. Mientras, la Radial 2, de ACS, Abertis, Acciona y Caja Madrid, reflejó un descenso del 18% a marzo y del 4% en 2008.
Problema para autopistas con tope. La solución de alargar el plazo de concesión satisfaría el problema de la mayoría de las radiales. Pero en la R-4 la explotación se fijó por 61 años, hasta 2065, lo que apura el tope fijado en el contrato, según fuentes del sector.