martes, 30 de diciembre de 2014

Fomento no sabe, no contesta, sobre las radiales en quiebra

El Ministerio de Fomento sigue sin dar una solución al problema de las autopistas en quiebra y, a la vista de cómo están las cosas, puede que se cierre 2014 sin que haya un acuerdo. La ministra Ana Pastor es uno los problemas que tiene en cartera y que el actual ministro de Justicia, Rafael Catalá, dejó sin resolver cuando dejó la secretaría de Estado de Infraestructuras. Tres de las constructoras afectadas, Abertis, Ferrovial y OHL, han vuelto a reivindicar a Pastor que desbloquee la negociación con los bancos, especialmente con los extranjeros, más reacios a firmar.

La parte esen­cial de la quita del 50% que exige el equipo de Pastor sobre los 4.000 mi­llones de euros de deuda que arras­tran las au­to­pistas pa­rece estar so­lu­cio­nado pero no así el tipo de in­terés que debe fi­jarse para de­volver la deuda en 30 años. El in­terés que de­ven­gará esta deuda se sitúa entre el 1,1% que está dis­puesto a re­co­nocer Fomento y el 2% que como mí­nimo re­claman los bancos ex­tran­je­ros. Hay al­guna en­tidad que ha pe­dido in­cluso que se aplique el tipo de in­terés del Tesoro, en torno al 3,5%, unas exi­gen­cias que el mi­nistro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se niega a aceptar bajo ningún con­cepto.

El Gobierno lleva bus­cando una so­lu­ción a este pro­blema prác­ti­ca­mente desde que arrancó esta le­gis­la­tura y sigue sin llegar a un pacto con la banca. Fomento debe ce­rrar el acuerdo de re­fi­nan­cia­ción con los bancos acree­do­res, fun­da­men­tal­mente con los ex­tran­je­ros, ti­tu­lares de al­re­dedor de un tercio de las au­to­pis­tas, que se niegan a asumir el plan de res­cate pre­sen­tado. El pro­blema que tiene Fomento es que, si dejan que­brar las au­to­pis­tas, el Estado ten­dría que afrontar la lla­mada Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), con lo que los 4.000 mi­llones de euros se con­ta­bi­li­za­rían como deuda pú­blica. Abertis, ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL fi­guran como prin­ci­pales ac­cio­nistas de las so­cie­dades con­ce­sio­na­rias en quie­bra.

Además de las cuatro au­to­pistas ra­diales de Madrid, la R2, R3, R4 y R5, están en quiebra el eje del ae­ro­puerto de Barajas M-12, la de Madrid-Toledo, Ocaña-La Roda y la cir­cun­va­la­ción de Alicante y Cartagena-Vera. Estas ocho au­to­pistas pre­sen­taron hace tiempo con­curso de acree­dores como con­se­cuencia de la caída del trá­fico y el so­bre­coste que ha­bían te­nido que so­portar por las ele­vadas ex­pro­pia­cio­nes.

Una vez que Fomento cierre la ne­go­cia­ción con los ban­cos, Fomento creará una so­ciedad pú­blica donde se in­clui­rían estos ac­ti­vos, y se en­car­garía de ges­tio­nar­las. Pero el con­flicto más com­pli­cado está con los ban­cos, que se niegan a aceptar las con­di­ciones ofre­cidas por Fomento por lo que el pro­blema se ha en­ro­cado y el Ministerio no logra darle sa­lida. Ferrovial, OHL y Abertis, tres de las cons­truc­toras im­pli­ca­das, se han mos­trado to­tal­mente en contra de la li­qui­da­ción, ya que con­si­deran que sería una de­ci­sión que apor­taría una mala imagen para el sec­tor. Máxime cuando todas las em­presas afec­tadas están pre­sentes en el ex­tran­jero y ges­tionan otras au­to­pistas en Canadá, EEUU, Latinoamérica y Europa donde, en ningún caso, se ha pro­du­cido una si­tua­ción si­mi­lar. El sis­tema con­ce­sional fun­ciona tam­bién en otros países y es en España donde está fra­ca­sando en de­ter­mi­nadas con­ce­sio­nes.

Algunas de las ra­zones de la quiebra en la que han caído las au­to­pistas han ve­nido de­ri­vadas de la mala pla­ni­fi­ca­ción que se ha he­cho, con mu­chas in­fra­es­truc­turas in­ne­ce­sa­rias para un trá­fico muy por de­bajo del pre­visto, de la grave crisis eco­nó­mica, y de lo ele­vado de las ex­pro­pia­ciones que dis­pa­raron en su día el coste de las ra­dia­les. Este con­junto de cir­cuns­tan­cias ge­neró una deuda com­pli­cada de ges­tionar de­bido a la fuerte caída de los in­gre­sos. Las ra­diales de Madrid que se pla­ni­fi­caron para des­con­ges­tionar las sa­lidas y en­tradas a la ca­pital se han visto in­ne­ce­sa­rias porque el trá­fico no sólo no ha cre­cido sino que ha es­tado ba­jando por la crisis eco­nó­mica.

Las cons­truc­toras son cons­cientes de que la so­lu­ción no es fá­cil, pero la op­ción que des­tie­rran to­tal­mente es su li­qui­da­ción. Una de­ci­sión en este sen­tido pro­vo­caría una ba­talla ju­rí­dica entre pro­mo­to­res, cons­truc­tores y bancos que la que cada parte de­fen­dería sus de­re­chos y ga­ran­tías. Esta op­ción tam­poco be­ne­fi­ciaría al Estado, ya que ten­dría que aca­rrear con la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA) que se pro­duce con los con­tratos de con­ce­sión en caso de que haya una li­qui­da­ción por quie­bra. En esa cir­cuns­tan­cia, el pa­sivo pasa a de­pender de la Administración e iría contra el dé­fi­cit. Es de­cir, lo peor que po­dría ocu­rrir. Por eso, la pro­puesta de Fomento es la menos mala de to­das, ya que todas las partes im­pli­cadas asumen una parte del que­branto eco­nó­mico que se ha ge­ne­rado.

Algunas de las em­presas afec­tadas no están de acuerdo con que se haga tabla rasa y que se trate a las ocho au­to­pistas de la misma forma. El con­se­jero de­le­gado de OHL Concesiones, Juan Luis Osuna, sos­tiene este plan­tea­miento y pide que se ana­lice la si­tua­ción de cada una de ellas de forma se­pa­rada. ¿Razones? Osuna con­si­dera que nin­guna de ellas tiene la misma deuda, tam­poco el mismo trá­fico e in­cluso la fi­nan­cia­ción ex­tran­jera es di­fe­rente. Por eso, es cierto que no sirve la misma so­lu­ción para todas pero el pro­blema es global y la fór­mula que se adopte debe ser pa­reja para to­das.

Las cons­truc­to­ras, por su parte, si­guen re­cla­mando una vieja reivin­di­ca­ción y es que el Estado im­plante peajes en las au­to­vías li­bres de tasas para los vehículos que tran­siten por ellas. Un gra­vamen que no fuera el mismo que se aplica en las au­to­pistas pero ser­viría para que los con­duc­tores se vieran obli­gados a hacer uso de las ra­diales y el trá­fico se re­par­tiría entre to­das. Esta op­ción ha sido ana­li­zada por Fomento pero no se ha atre­vido a apli­carla. Los peajes blan­dos, menos gra­vosos que los de las au­to­pis­tas, se plan­tean tam­bién como un sis­tema de fi­nan­ciar el man­te­ni­miento de las ca­rre­te­ras.

Capital Madrid.com 22/12/2014

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