miércoles, 23 de abril de 2014

Los intereses y el peaje en sombra se comen uno de cada 20 euros de gasto

Uno de cada veinte euros que este año gastará el Gobierno de Navarra irá destinado a pagar los intereses generados por la deuda acumulada estos últimos años, y a afrontar el canon derivado de las distintas obras financiadas mediante la fórmula de peaje en sombra. Es la consecuencia principal de una política de inversión pública centrada en la construcción de grandes infraestructuras, que hoy se come una parte importante del presupuesto con un crecimiento exponencial cuya influencia se deja notar de una forma cada vez más importante en un gasto público lastrado por la caída de la recaudación.

Durante este año, el Gobierno foral destinará 123 millones al pago de deuda, y otros 66,2 para sufragar el canon del peaje. En los últimos diez años la suma de ambas partidas ha pasado de suponer el 1,4% del conjunto del presupuesto al 5%. Un porcentaje que en la prácticamente es relativamente superior, ya que se trata de uno de los pocos gastos fijos sobre el que Gobierno no tiene margen de actuación, y ajeno a los ajustes que los últimos ejercicios vienen afectando a prácticamente el resto de partidas.

Se trata además de una tendencia sostenida que seguirá creciendo los próximos ejercicios. A los intereses de la deuda de este año, 123 millones, en 2015 habrá que sumar los que se deriven de los 185 millones de nueva emisión de deuda prevista este 2014. Pero también el coste financiero la construcción del TAV, un gasto que afronta el Estado, pero que Navarra adelanta durante dos años mediante un crédito bancario cuyos intereses debe asumir el Ejecutivo foral. Para este año la inversión prevista es de 102,4 millones, aunque a la vista del retraso que llevan las obras, lo más probable es que finalmente el gasto ejecutado sea notablemente inferior.

El canal de Navarra A todo ello se sumará a partir de 2018 el canon que el Ejecutivo navarro deberá abonar a la adjudicataria de la segunda fase del Canal de Navarra. Una infraestructura recién adjudicada y cuyo coste oficial será de 8,5 millones anuales durante los próximos 30 años. Cifra en cualquier caso provisional, que podría variar en función de determinados parámetros económicos, y que algunas estimaciones aumentan hasta los 15 millones anuales.

Se trata de una fórmula de financiación con la que la empresa concesionaria asume el gasto de 150 millones a costa de un pago fraccionado y diferido en el tiempo que acaba multiplicando por tres o por cuatro el coste inicial. Una operación que el Gobierno de Navarra considera rentable (cifra el retorno anual por encima del coste del canon), y que ha querido desvincular del polémico peaje en sombra que ya se ha aplicado en las autovías del Camino y del Pirineo, y en la primera fase del Canal con un alto coste para las arcas públicas. Y aunque a efectos contables no computa como deuda ni condiciona el cumplimiento del objetivo de déficit, supone un compromiso para el futuro que se añade a los adquiridos estos últimos años. Obras públicas construidas los últimos años, buena parte de ellas a la sombra del Plan Navarra, que han disparado el endeudamiento hasta los 3.101 millones, el equivalente al 17,7% del PIB. Un pesado lastre para las arcas públicas herencia de una apuesta política y económica por grandes inversiones que ahora está costando digerir.

Noticias de Navarra.com 20/04/2014

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