Los empresarios alertan de que la carestía de la autopista condiciona su competitividad

Las prohibitivas tarifas de la AP-53 repercuten directamente en la competitividad de los empresarios dezanos. La autopista más cara de España no solo genera el desencanto de los usuarios particulares, que cada año ven como los precios crecen, sino que el alza en las tarifas también ataca a la viabilidad de las empresas de la comarca.

Sobre este asunto se incidió ayer en la sede de la Asociación de Empresarios de Deza (AED), en un encuentro entre su directiva con el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Luis Novoa. El dirigente provincial y el representante de la patronal dezana, Alejandro Campos, pusieron encima de la mesa esta problemática para la que, pese a las reiteradas quejas de usuarios y emprendedores, por el momento desde las administraciones públicas no se ha dado solución.

 "Es una o la autopista más cara de España y eso es algo que claramente nos quita competitividad. Las empresas encarecen costes en logística y desplazamientos y la solución parece que es seguir insistiendo", declaró Novoa al término de una reunión a la que acudieron los directivos de la AED David Campos, Julio López, Antonio Lamas y Luz Lázara. En su primera visita a la asociación empresarial dezana desde que accedió a la presidencia de la CEP, Novoa hizo hincapié en la necesidad de mejorar otras infraestructuras como la esperada autopista del mar o un ferrocarril de mercancías moderno para mejorar la competitividad en unos momentos complicados para las empresas que siguen combatiendo los efectos de una crisis económica brutal.

La fluidez del crédito es otra de las asignaturas pendientes. Tanto Novoa como Campos indicaron que la crisis, que dura ya más de cuatro años, se manifestó como nunca antes se había recordado, tildada además de "artificial" y "financiera". El principal problema para la viabilidad de las empresas, en un mercado cada vez más globalizado, radica en la desventaja para acceder al crédito con respecto a otros países como Alemania, Italia o incluso Portugal, donde el dinero cuesta hasta tres veces menos que en España. "Lo que puede pasarles a los bancos es que cuando quieran colocar dinero, que ya lo están haciendo, se den cuenta de que no hay a quien. Los representantes de los empresarios de Pontevedra y de Deza recurrieron al ejemplo de que la banca cerró líneas de financiación a empresas sostenibles que acabaron quebrando y ahora ya no son capaces de volver a generar empleo. El dirigente de la CEP recordó que desde el comienzo de la crisis -lo fijó en septiembre de 2007- más de 6.300 empresas de la provincia desaparecieron.

Por último, otras de los reveses que han sufrido los emprendedores tienen que ver con la subida de tributos como los de bienes inmuebles, la energía o el alza de costes financieros.

Faro de Vigo.es 26/03/2014