sábado, 14 de marzo de 2015

Aguirre sólo se acuerda de los despilfarros de Gallardón

Esperanza Aguirre junto a Alberto Ruiz-Gallardón

El hecho de que Esperanza Aguirre se haya estrenado en campaña dando hachazos a Alberto Ruiz-Gallardón y su Madrid faraónico, -diciendo que no pisará la sede de Cibeles y que cambiará la sede municipal al más modesto edificio de la Plaza de Cibeles- no ha pasado inadvertido y los más 'veteranos del lugar' critican que la lideresa vea solo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Estos madrileños de toda la vida recuerdan que Aguirre, siendo presidenta de la Comunidad también tiró de la chequera, no de la propia sino de la regional, y hubo proyectos e infraestructuras caras e innecesarias y, que en muchos casos, como el de la famosa Ciudad de la Justicia, se quedaron en nada. 

El caso mas emblemático que citan es precisamente, este del Campus de la Justicia, el proyecto estrella que planteó Aguirre en la primera legislatura de su mandato y que consistía en reunir en 15 edificios en Valdebebas todas las sedes judiciales de la capital convirtiéndose en el mayor complejo europeo. Un proyecto que comenzó en 2004, pero del que después de una década solo se ha podido finalizar uno de los 15 edificios que se quería construir: el Instituto de Medicina Legal, una operación fallida cuyo coste superaría los 100 millones de euros, según los medios. 

La autopista fantasma MP-203 es otro de los fiascos que le recuerdan a la 'lideresa' como ejemplo de despilfarro público, una autopista que tenía como objetivo descongestionar el tráfico entre Alcalá de Henares y Madrid pero que lleva ocho años abandonada, y a medio terminar tras una inversión de 70 millones de euros.

Siguiendo con las infraestructuras de transportes, tampoco hay que olvidar el fracaso sonado del tren a Navalcarnero. Una conexión ferroviaria que Esperanza Aguirre prometió crear en 2003, cuando como ahora era candidata, para conectar Navalcarnero y Móstoles, una línea que estaba prevista inaugurar para 2007, que después se retraso a 2011 y que a día de hoy aún no ha sido inaugurada a pesar de que se construyeron cerca de 15 kilómetros de vías y siete estaciones, con unas pérdidas que los medios estiman entre 120 y 190 millones de euros.

Tampoco fue un gran éxito que se diga el Metro Ligero Oeste que une Pozuelo y Boadilla del Monte, un proyecto que Aguirre presentó como proyecto estelar en 2004 y que se inauguró en 2007 con la promesa de llegar a los 22 millones de viajes . Pero resulta que, al final, el Gobierno autonómico paga a las concesionarias por viajes que no se hacen, una media de 70 millones, que salen del bolsillo de los madrileños.


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