martes, 19 de abril de 2016

Las expropiaciones para ampliar las autopistas en Tenerife costarán unos 60 millones

Colas en la autopista del Norte, a la altura de Las Chumberas (en La Laguna).
Colas en la autopista del Norte,
 a la altura de Las Chumberas (en La Laguna).


Las ampliaciones de las autopistas del norte (TF-5) y del sur (TF-1) de la Isla previstas para acabar con las colas que se producen en ellas conllevan expropiar terrenos y viviendas por unos 59,9 millones de euros. Diversos han sido los proyectos que se han planteado para intentar reducir los embotellamientos de estas vías, pero finalmente el Cabildo de Tenerife ha establecido como obras prioritarias el carril bus-VAO reversible entre Santa Cruz y La Orotava y un tercer carril entre San Isidro (Granadilla de Abona) y Las Américas (Adeje), dos infraestructuras valoradas en unos 326 millones.

La Corporación insular quiere que ambas actuaciones sean sufragadas a través del futuro convenio de carreteras, a firmar entre el Gobierno de Canarias y el Estado, y parece ser que la que presenta menos complicaciones es la de la TF-1. El motivo es que el aumento de esta calzada ya cuenta con su proyecto redactado y Declaración de Impacto Ambiental aprobada.

Una parte de ese trazado, incluso, cuenta con su proyecto de obra y la directora insular de Carreteras, Ofelia Manjón, recuerda que las dos autopistas pertenecen al Ejecutivo autónomo. Bajo esta puntualización, avanza que, ante la "dificultad presupuestaria" que existe para poder sacar adelante todo el trayecto, valorado en el documento elaborado por la Comunidad Autónoma en 126.471.423 euros con expropiaciones incluidas, la Institución tinerfeña va a exigir a la Consejería de Obras Públicas que licite solo esta intervención ya para que pueda empezar en 2017.

El Cabildo está dispuesto a prefinanciar esa primera parte, donde se presentan los "mayores problemas de congestión" y con un coste que ronda los 33 millones. La ampliación de este tramo de la vía, entre Oroteanda y La Chafiras, también está diseñada como separata y, aunque la representante del área en la Corporación tinerfeña asevera desconocer la cifra que hay que pagar por los terrenos afectados, añade que "no será mucho dinero" porque los márgenes quedaron liberados con la construcción de la TF-1, así que "no hay demasiado problema en este tramo a ejecutar". El proyecto del tercer carril en su conjunto sí adelanta una cifra. La cuantía a abonar por este concepto es de 6,7 millones, aunque al tratarse de un documento de 2006 habría que poner al día esos valores.

La consejera regional de Obras Públicas, Ornella Chacón, alude precisamente a esta consideración. "Las expropiaciones van variando en función de la época en que se hacen y las partidas no son estables hasta el momento en el que expropias, así que habría que actualizar el dato", advierte. En cuanto a la posibilidad de licitar esa primera parte del tercer carril de la autopista del Sur, la responsable del área en el Gobierno canario recuerda que esta actuación está contemplada en el Anexo III del actual convenio de carreteras, es decir, que forma parte de los trabajos de menor prioridad fijados en ese acuerdo, por lo que "no tiene financiación prevista y se tiene que incluir en el nuevo" documento, ya que "los escasos recursos actuales solo dan para terminar las que están en marcha", añade. Ante este panorama, Chacón confía en que esta mejora se pueda poner en marcha a través del futuro convenio con el Estado y que pueda recibir aportaciones por parte del Cabildo o del ITE (el extinto Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas).

Otra de las intervenciones prioritarias para la Corporación insular es la creación de un carril bus-VAO (Vehículos de Alta Ocupación) en la autopista del Norte y, al hacer una valoración sobre los efectos que implicará esa ampliación, es donde ambas representantes de las dos administraciones no coinciden.

La TF-5 ya contaba con un proyecto redactado para la construcción de un tercer carril, pero la Institución tinerfeña ahora defiende que la puesta en marcha de esa vía solo para el transporte público y para ese tipo de automóviles será más efectiva. Ante esta valoración, es necesario rehacer el documento inicial y el Cabildo ha remitido a la Comunidad Autónoma un estudio previo sobre esa vía reversible (solo se podrá circular dirección Santa Cruz por la mañana y por la tarde hacia La Orotava).

Ese análisis recoge diversos datos y características, como los cinco accesos con los que el carril contará entre los dos puntos, las 16 paradas para el transporte público y una estimación del valor de las expropiaciones. De acuerdo a la evaluación encargada por la Institución tinerfeña a las empresas Teno Ingenieros e Intecsa-Inarsa SA, ese coste alcanzará los 1.554.607,10 euros por kilómetro, a precio de 2014 y el mismo valor que se utiliza para el tercer carril de la autopista. Si se tiene en cuenta que el trazado total del bus-VAO será de 34,2 kilómetros, la cuantía final por ese concepto será de 53.167.562,8 euros, mientras que para el tercer carril, con 28,8 kilómetros, será de 44,8 millones. 
Si bien ese estudio previo arroja que las indemnizaciones serán mayores con el bus-VAO, la directora insular defiende que afectará a menos superficie y viviendas que el tercer carril, pero la consejera regional dice todo lo contrario.

La responsable de Carreteras en el Cabildo asegura que la calzada para guaguas y el otro grupo de automóviles, valorada en unos 200 millones, "ocupa menos espacio en el terreno, con lo cual las expropiaciones serán menores y, además, a efectos de movilidad, sería mejor solución y fomenta el uso del transporte público y el vehículo compartido". Según ella, si decían que las expropiaciones serían de "26 millones" en 2006 por la ampliación a ambos lados de la TF-5, ese nuevo proyecto implicará "entre 20 y 30 millones, imagino".

Por el contrario, la consejera regional de Obras Públicas afirma que el documento elaborado para construir el tercer carril "estimaba las expropiaciones y el coste de ejecución para una plataforma menor que la que requiere el bus-VAO", y así mismo lo recoge el estudio previo de la propia Institución insular. Por este motivo, el área canaria analiza en la actualidad la repercusión "extra en expropiaciones" que implicará, "porque va a ser muy importante por el número de viviendas que hay en determinadas franjas del lateral".

"Es verdad que las expropiaciones suben considerablemente respecto a la propuesta de ampliar en un carril y afecta a más viviendas, así que estamos calculando la repercusión", detalla Chacón, quien subraya que cuando se idea este tipo de cosas "se piensa en el interés general", pero también "es un tema muy sensible y por eso hay que hacer un trabajo concienzudo para afectar lo menos posible, no solo por economía sino por lo doloroso que resulta este proceso para la persona afectada", agrega.

Para negociar con Madrid la inclusión de esta obra en el convenio de carreteras es necesario contar con datos fehacientes y, para determinar el coste de las indemnizaciones por los terrenos, señala que hay que tener en cuenta el tipo de suelo en el que se encuentran. También hay que verificar "los matices", como los trazados alternativos para que la construcción del bus-VAO interfiera lo menos posible en la TF-5. "Esta vía está funcionando y con horas puntas malísimas" y el proyecto no solo tiene su "complejidad económica, que va a ser el incremento de expropiaciones, aunque no va a ser una cosa escandalosa", sino además de ejecución por "la compatibilidad del tráfico con la obra y cómo hacerlo para que sea lo menos lesiva".

"Cuando vaya a Madrid quiero ir con los números claros y hay que trabajar de forma muy coordinada", sentencia Chacón.

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