martes, 19 de noviembre de 2013

La autopista de la Costa despedirá a la mitad de los cobradores para sustituirlos por máquinas

La automatización de los servicios se extiende y las máquinas desplazan a las personas de sus puestos de trabajo. Esto es, a grandes rasgos, lo que ha ocurrido en la autopista de la Costa del Sol (AP-7), donde Cintra, filial de Ferrovial, acaba de plantear un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 19 trabajadores, según confirmó ayer un portavoz del comité de empresa. De estos, 18 corresponden al grupo de los cobradores, que está integrado actualmente por 34 profesionales, según los datos facilitados por este colectivo. Por tanto, si prospera el recorte tal y como está planteado, ello supondrá dejar en la mitad el grupo de empleados que se dedican a atender a los conductores en los puntos de peaje.

De hecho, fuentes de Ferrovial informaron ayer de que el ERE se plantea tras producirse «cambios tecnológicos» en el sistema de cobro de esta autopista -una de las más concurridas de España- por lo que ya no se requiere tanta presencia de personal en los puestos de cobro tradicionales. El grupo de despidos también incluyen la amortización de un puesto de titulado superior, que, de hecho, es el único no incluido en el colectivo anterior. Asimismo, desde el comité se informó de que la empresa esgrime una bajada media del tráfico del 5% anual; mientras que, en este sentido, desde la compañía se limitaron a hablar de un «trasfondo económico».

Actualmente, un total de 108 personas componen la plantilla de este servicio, después de que, según los representantes de los trabajadores, durante el último año y medio se haya vivido un goteo de despidos selectivos. Las negociaciones arrancarán el próximo lunes y desde la parte empresarial comentaron de que acaba de empezar el proceso legal, por lo que se remitieron a los resultados de la mesa de negociación con los sindicatos.

Con el último dato oficial publicado por el Ministerio de Fomento, correspondiente a julio de este año, la vía, de 98,2 kilómetros, captó aquel mes 30.789 vehículos ligeros, lo que supuso un 5,2% menos; y 1.538 pesados (2,1% más).

Aunque la crisis ha tenido importantes repercusiones para la circulación por este tipo de vías, también es cierto que la AP-7 forma parte de un grupo de cinco autopistas consideradas «maduras» (las de más antigüedad) que, pese a la tónica general, terminaron el verano con un aumento de usuarios. Este es el caso del eje entre Málaga, Marbella y Guadiaro, que rompen la tendencia general de caídas a nivel nacional, con aumentos de usuarios que van desde el 1,5 hasta el 24% (no precisado en cada caso).

En este grupo también están la AP-9 (Ferrol-Frontera portuguesa) y la AP-53 (Santiago-Alto de Santo Domingo), según los datos facilitados por esta institución. Por su parte, tres de las diez vías de peaje que actualmente afrontan un riesgo de quiebra registraron subidas en su intensidad media diaria de tráfico al cierre del pasado mes de septiembre, que oscilan entre el 14,7% y el 21,2%.

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