miércoles, 7 de enero de 2015

Las Radiales De La Discordia


Había una vez una Comunidad Autónoma que quería gozar de unos accesos amplios, para evitar los atascos que se formaban cada mañana para llegar al centro de la Capital. Y construyeron unas autopistas gigantes para que los conductores pagaran para evitar los atascos. A todos les pareció una buena idea, bueno a todos, todos, no. Los conductores decidieron que aquellas carreteras, a las que llamaban autopistas, eran caras y, además, no tenían un pavimento digno de una pista por la que se pretendía cobrar dinero. Así que las previsiones iniciales, de entre 30.000 y 40.000 coches, se quedaron en la 1/5 parte. 

Y, al pasar los años, los bancos pidieron a las empresas concesionarias de las autopistas el dinero que les habían dejado para construirlas. Pero las empresas no tenían dinero y fueron a llorar al hombro de sus amigos del Gobierno que les dijeron que no se preocuparan que ellos, como tenían el dinero de todos los españoles, dedicarían un pico a pagar su deuda con los bancos. 

Pero la gente protestó y aquello quedó paralizado. Pero los bancos, como son soberbios y no se dan cuenta de que los ciudadanos ya les han dado mucho dinero, siguen pidiendo el pago de la deuda que las constructoras le dejaron a deber. 

Entre los tres amigos, Gobierno, Bancos y Constructoras, siguieron buscando soluciones y el Gobierno, como estamos en año electoral, les dijo: Solo pagaré el 50% de vuestra deuda pero, a cambio, os quedáis con el 100% de la Concesión. Y es que el Gobierno, cuida a sus amigos constructores. 

Los Bancos, celosos, replicaron que con el 50% no tenían bastante ya que el verdadero problema de esas carreteras de lujo es que no eran negocio y que quien previera que circularían 30.000/40.000 coches se había columpiado en demasía para vender el proyecto al Gobierno. 

Circularon por encima de sus posibilidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario