viernes, 20 de diciembre de 2013

La autopista de Torrevieja, al borde del concurso ante la negativa de la banca a refinanciar su deuda

La concesionaria de la autopista Alicante-Cartagena, Ausur, podría entrar en breve en preconcurso de acreedores tras el rechazo de los grandes bancos a renovarle un crédito sindicato de unos 210 millones de euros que vencía este mismo viernes, según confirmaron a este diario fuentes conocedoras de la situación, que consideran casi imposible que la firma pueda obtener por otras vías la financiación que necesita.

La decisión de las entidades se produce después del tira y afloja que han mantenido la firma participada por el grupo Ploder y el Ministerio de Fomento en los últimos meses ante la negativa de la primera a integrarse en la nueva sociedad pública que prepara el Gobierno para rescatar a las carreteras de peaje con problemas. Un proyecto en el que la banca se juega más de 3.500 millones.


De esta forma, los grandes bancos no han dudado en presionar a la propietaria de la también conocida como autopista de Torrevieja para que se sumara a la iniciativa, y también en dejar clara su posición en un carta conjunta que han remitido al departamento dirigido por Ana Pastor y convenientemente filtrada ayer a la prensa económica.

En dicho documento, Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, el Sabadell y el Popular expresan su «apoyo unánime» a la propuesta de Fomento y de la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (SEITT, la encargada de poner en marcha el proyecto) para buscar una solución conjunta para la decena de vías de peaje que han entrado en concurso de acreedores o que tienen dificultades ante el acusado descenso del tráfico que han sufrido. Entre ellas se encuentran las cuatro radiales de Madrid, la que une la capital del Estado con Toledo, la que conecta con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la segunda circunvalación de Alicante (en suspensión de pagos desde el verano) y las dos participadas de Ploder: la Alicante-Cartagena (Ausur) y la Cartagena-Vera (Aucosta).

Esta nueva sociedad se valoraría en 608 millones de euros y el Estado se quedaría con el 80% del accionariado, mientras que los actuales propietarios sólo conservarían el restante 20%. Fomento ya ha llegado a un acuerdo con la banca para refinanciar la deuda de 3.500 millones que arrastran estas autopistas, además de una línea adicional de 1.200 millones para hacer frente a los costes de expropiación que todavía tienen pendientes muchas de ellas.

El proyecto también cuenta ya con el visto bueno de todas las concesionarias excepto de Ausur y Aucosta, cuyo principal accionista considera que son viables y que pueden sobrevivir sin la necesidad del apoyo estatal que, de facto, supone renunciar a la mayor parte de la inversión realizada. El problema es que Fomento necesita que estas dos autopistas se integren en la iniciativa para que los ingresos de la nueva sociedad superen el 51% de los gastos previstos porque, de lo contrario, su deuda tendrá que contabilizarse como déficit público, según la normativa europea.

La alternativa –dejar que las autopistas quiebren– también supondría un importante gasto para el Estado que debería hacer frente a indemnizaciones millonarias para las concesionarias por la denominada «responsabilidad patrimonial del estado». Es decir, que tendría que compensar a los propietarios de las autopistas por quedarse con sus activos (la carretera). Por su parte los bancos también lo tendrían muy difícil para recuperar sus préstamos.

Ante esta situación, las seis principales entidades españolas dejan claro en su misiva a Ana Pastor que ya han transmitido a Ausur que «no van a aceptar la refinanciación» de su deuda «por considerar que es la solución más lesiva para los intereses del sindicato bancario de todas las actualmente planteadas». Este rechazo deja muy poco margen de maniobra a la concesionaria ya que es mañana, día 13 de diciembre, cuando expira el crédito sindicato de 210 millones de euros que pretendía refinanciar, tal y como se puso de manifiesto en el consejo de administración que la firma celebró este mismo martes y en el que sus gestores insistieron en reclamar a la banca un nuevo plazo de tres meses para buscar una solución.

En cualquier caso, las presiones habrían dado resultado y, según fuentes financieras, desde Ploder habrían aceptado sentarse a negociar una salida pactada. No obstante, ni los responsables de Ausur ni los de su principal accionista quisieron responder ayer a las preguntas de este diario. Por su parte, Fomento se limitó a trasladar que se sigue negociando para poner en marcha la nueva sociedad pública y que su prioridad en que «no cueste ni un euro a los contribuyentes.


La crisis hunde el volumen de tráfico que registra la vía Ausur es la más veterana de la autopistas españolas con problemas. Inaugurada en 2011, bajo la presidencia de Eduardo Zaplana en la Generalitat, la carretera fue incrementando paulatinamente sus niveles de tráfico hasta el año 2007, cuando alcanzó su máximo con 20.410 vehículos diarios. La crisis ha reducido en un 17% esa cifra y ha puesto en peligro su viabilidad.

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