lunes, 2 de diciembre de 2013

El Gobierno ofrecerá las autopistas más rentables a las concesionarias quebradas

La guerra del rescate de las diez autopistas radiales en ruinas se decanta, al menos por ahora, en favor de la ministra de Fomento. El Consejo de Ministros aprobará en las próximas semanas la constitución del que ya se denomina ‘banco malo de las autopistas’. Las concesionarias se quedarán con el 20% de la nueva sociedad creada ad hoc, en la que se integrarán las vías ruinosas y recibirán 480 millones de dinero público en concepto del pago por expropiaciones.

Las principales constructoras y gestoras de las vías de alta capacidad, agrupadas en la patronal Aseta, parecen "resignadas" a aceptar las condiciones del rescate diseñadas por el Gobierno. Y lo hacen más por interés que por gusto. Saben que Ana Pastor guarda un as bajo la manga, ya que en el plazo de cinco a siete años, entre 2019 y 2021, finalizan las ocho concesiones de las autopistas de peaje (ver gráfico) más rentables del país. Su vuelta al mercado mediante licitación de nuevas concesiones permitirá a estos constructores y gestores de infraestructuras recuperar con creces la posición a la que ahora renuncian.

El ministerio de Fomento y las concesionarias (entre las que se encuentran firmas como Abertis, ACS, Ferrovial, OHL, Sacyr, Acciona, Azvi, Isolux o Comsa) llevan meses en un tira y afloja para pactar una fórmula de rescate de 10 radiales en quiebra: 682 kilómetros de infraestructuras ruinosas cuyas licencias finalizan entre los lejanos 2040 y 2066. Pastor les ofrece que, a cambio de devolver al Estado las concesiones de estas vías, tomen el 20% del capital de la nueva versión del ‘banco malo’ para carreteras, cuya valoración del 100% se ha fijado en 608 millones de euros.

Fomento parece dispuesta a subir de 350 a 480 millones la cuantía que les adeuda en concepto de las expropiaciones de los terrenos sobre los que se construyeron las radiales, frente a los 1.200 millones que reclaman las empresas. A cambio les exigen que renuncien a ejercitar acciones legales y exoneren al Estado de la responsabilidad patrimonial que mantiene con la titularidad última sobre las autopistas quebradas.

El calendario juega a favor de Fomento. El fin de las concesiones de las autopistas de peaje coincide con que las vías con una mayor rentabilidad concluyen su licencia entre los próximos años 2019 y 2021. Son los 871 kilómetros dorados de la red que van a volver muy pronto a las manos del Estado. Discurren entre Villalba y Adanero en la ruta Madrid-A Coruña, en el llamado arco Mediterráneo o en las autopistas de acceso desde Castilla al País Vasco.

Dado que el plan de negocio de la nueva sociedad que rescatará las autopistas se ha diseñado con un horizonte de 40 años y que se prevé que el tráfico de las radiales en quiebra y en el conjunto de la red siga cayendo hasta 2015 con una recuperación posterior, Fomento cree que podrá hacer un buen negocio a partir de 2019 sacando de nuevo a concesión tanto los tramos buenos como los ruinosos.

Las autopistas malas serán empaquetadas junto a las rentables. Y será entonces cuando se hagan los cálculos de si finalmente han tenido que poner dinero los contribuyentes.


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