domingo, 17 de enero de 2016

SG-500, el sueño de Ávila

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SG-500, en las inmediaciones de la Plaza de Toros de El Espinar.
Pedro Merino
Ávila sueña, desde hace años, con la carretera SG-500, que da continuidad a su AV-500. Dos son los motivos de este anhelo. Por una parte, esas dos vías forman el itinerario más corto para conectar la capital de su provincia con El Espinar, donde los abulenses pueden tomar la AP-6 para desplazarse a Madrid. El segundo motivo es económico; circular por la AV-500 y la SG-500 supone no pagar peaje, lo que sí es necesario hacer en la AP-51, que lleva de Ávila a la AP-6.

En esta situación, periódicamente surgen voces desde Ávila reclamando a las administraciones públicas una mejora de las dos vías. Hace un año, sin ir más lejos, la Confederación Abulense de Empresarios (CONFAE), solicitó a la Subdelegación del Gobierno de Ávila la adecuación de la que llaman “la carretera de El Espinar”, al entender que era “la solución más competitiva y rápida” para conectar a su ciudad a Madrid. Los empresarios pidieron entonces, entre otras medidas, reasfaltar el firme de las dos carreteras, construir arcenes de 1,5 metros, colocar nueva señalización y eliminar algunos badenes.

Más recientemente, el mismo colectivo empresarial mantuvo una reunión con el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, donde le planteó la necesidad de que bajen los costes de los desplazamientos entre Ávila y Madrid.

Tanto debió ir el cántaro a la fuente, que finalmente la Junta ha decidido incluir esa obra en el que denominan ‘Bloque de actuaciones prioritarias del trienio 2016-2018’, si bien se prevé que las obras den comienzo al final de este periodo. En principio, la Junta pretende licitar conjuntamente los dos tramos —desde Urraca Miguel hasta el límite de la provincia de Segovia (AV-500); y desde este último punto a El Espinar (SG-500).

Fuentes de la Consejería de Fomento consultadas por esta Redacción confirmaron que las obras de adecuación de las carreteras AV-500 y SG-500 darán comienzo en 2018 y, previsiblemente, tendrán una duración de tres años, por lo que su finalización se retrasaría hasta el 2020.

Aunque todavía no se ha encargado el proyecto de la obra, se estima que la inversión en los 15 kilómetros de la SG-500 rondaría los 4,5 millones de euros, cantidad similar a que costaría la renovación de la AV-500. De acuerdo a ese presupuesto, la conversión de las carreteras AV-500/SG-500 en una vía moderna, cómoda y segura requerirá de unos 9 millones de euros.

Entre otras actuaciones, la mejora de esas dos vías incluirá un reforzamiento del asfalto y una ampliación de la anchura, que pasaría de los 5,3 metros actuales a 8 u 8,5.

Desde Fomento sí avanzaron que el proyecto necesitará de una tramitación medioambiental, al cruzar la SG-500 espacios de alto valor ecológico, como Campo Azálvaro, que cuenta con diferentes figuras de protección, por la avifauna que utiliza la zona —entre otras especies, el águila imperial ibérica y la cigüeña negra—.

Después de que el comité ejecutivo de CONFAE, presidido por Juan Saborido, presentará su propuesta al consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, éste aseguró, el pasado mes de octubre, que su departamento “va a dar prioridad a esta infraestructura”, con el objetivo claro de mejorar todo el trazado de la llamada ‘carretera de El Espinar’ a lo largo de la presente legislatura.

A juicio de los empresarios abulenses, la obra supondrá “un acercamiento real entre Ávila y Madrid, con beneficios muy apreciables para los usuarios”, debido a que permitirá una reducción del tiempo de desplazamiento y del coste del peaje. En cualquier caso, para que la obra vea la luz faltan, al menos, cinco años.


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