martes, 23 de junio de 2015

Más de 200 camiones dejarán de circular por la N-IV y utilizarán la autopista de peaje

Paso de camiones por la N-IV, en El Cuervo
LA VOZ
La voluntad se impone a la obligación. El desvío de camiones y mercancías pesadas de las carreteras convencionales a las autovías y autopistas de peaje se llevará a cabo finalmente a partir del próximo 1 de julio, pero de manera voluntaria. El Ministerio de Fomento y la patronal del transporte de mercancías ha llegado a un acuerdo para sacar adelante esta medida que persigue mejorar la seguridad en las carreteras nacionales y favorecer con ello el uso de algunas autopistas. El Ministerio asumirá el 50% del coste del peaje.

El presidente provincial de la Asociación de Transporte por Carreteras, Antonio Gutiérrez, reconoce que la medida ha mejorado notablemente con respecto a lo que se pretendía llevar a efecto el pasado 1 de abril. En su opinión, «ha triunfado la razón frente a la imposición». La medida, aunque supone un desembolso para las empresas del transporte, reserva a los camioneros la decisión final de circular o no por el peaje.

La vía afectada en la provincia de Cádiz por este nuevo planteamiento es la antigua N-IV, entre Dos Hermanas y Jerez, donde el índice de siniestralidad se ha disparado en los últimos años debido a los efectos colaterales de la crisis, ya que cientos de camioneros y conductores la utilizan huyendo del peaje de la autopista.

El objetivo de la medida es trasladar el tráfico pesado, camiones de más de 7.000 kilos, a la autopista Cádiz -Sevilla y aliviar con ello la circulación por la antigua carretera. El criterio aleatorio y experimental que se ha introducido ahora en los planes de Fomento permitirán desviar una media de 200 camiones por quincena en la provincia de Cádiz, según los cálculos facilitados por la propia patronal del sector.

Antonio Gutiérrez ha destacado que los costes del transporte por carretera están muy ajustados y aunque Fomento asuma el 50% del peaje «es un gasto añadido para la empresa, que tiene que aportar la otra mitad». No obstante, la medida ha mejorado, «aunque aún no sabemos cómo se llevará a la práctica».

El Ministerio de Fomento anunció a mediados de 2014 una solución salomónica para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas con mayor índice de circulación y favorecer con ello el uso de las autopistas y ganar así en seguridad. La intención inicial no era otra que eliminar el tráfico pesado de estas vías, desviarlo a autovías o autopistas y bonificar el peaje a los camioneros en aquellas que fueran de pago.

El primer borrador de esta medida vio la luz el pasado febrero afectando a 16 carreteras del país, entre ellas la antigua N-IV, entre Jerez y Sevilla. En total, eran 16 tramos, que sumaban 1.347 kilómetros, donde los camiones estarían obligados a abandonar su ruta habitual por carreteras de un único carril para circular por las autopistas. La propuesta del Gobierno pretendía incentivar el uso del peaje y complementar con un descuento del 35% el resto de peajes de la ruta marcada. Esta medida no se llevó a efecto en abril como estaba previsto ante la negativa de los camioneros a aceptar el cambio por decreto y de manera obligatoria.

Finalmente las aguas han vuelto a su cauce y después de dos meses de negociación se ha llegado a un acuerdo intermedio. El plan se pondrá en marcha como experiencia piloto desde el 1 de julio hasta el 30 de noviembre, con carácter voluntario para los camioneros y en seis tramos de carreteras que suman 326 kilómetros de longitud. Fomento calcula que alrededor de 1,3 millones pueden acogerse a esta iniciativa, con la que el Ministerio pretende mejorar la seguridad vial y redistribuir los tráficos por las distintas infraestructuras. Su puesta en marcha coincidirá con las grandes operaciones de tráfico con ocasión de las vacaciones de verano.

Los conductores de grandes camiones que elijan desviarse a la autopista tendrán, además del descuento del 50% en el precio del peaje para circular por el tramo alternativo al trazado de carretera que se busca evitar, una reducción del 35% en el precio del peaje durante su trayecto en otras autopistas de pago.

Fomento y los transportistas han convenido que, una vez que culmine el periodo en que esta iniciativa estará en pruebas, la experiencia se analizará «en profundidad» para abordar decisiones futuras, según apuntó la patronal de camioneros.

En cuanto a los seis tramos de carreteras en los que comenzará a aplicarse esta medida son el Villalba-Villacastín (la primera localidad de Madrid y la segunda de Segovia) de la AP-6; el Dos Hermanas-Jerez Norte de la AP-4, el único que está situado en Andalucía; el Lleida-Montblanc (esta última localidad en Tarragona) de la AP-2; el Rubena-Armiñón (la primera en Burgos y el segundo en Álava) de la AP-1; el Puxeiros-Poriño (ambas en Pontevedra)-Frontera Portuguesa de la AP-9 y el León-Campomanes (esta última en Asturias) de la AP-66. Estas vías con en su práctica totalidad titularidad de Abertis e Itínere.

El Ministerio cuenta en su Presupuesto de 2015 con una partida de 10 millones para compensar a las sociedades concesionarias de las autopistas de peaje de las bonificaciones que apliquen a los camiones afectados por la medida.

Desde la patronal gaditana se han puesto de manifiesto que el 80% del sector del transporte gaditano lo integran pymes y el negocio es muy limitado. El 30% de los servicios de transporte que genera la Bahía de Cádiz y la Campiña de Jerez utilizan la antigua N-IV para conectar con Sevilla y son los propios camioneros quienes reconocen que se ha triplicado la circulación desde que comenzó la crisis. En la provincia hay 957 empresas de transporte que utilizan vehículos ligeros y 1.142 que emplean los pesados. El sector ha perdido a la mitad de su mano de obra en los últimos seis años por la crisis y ahora absorbe a unos 5.000 trabajadores.

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