miércoles, 10 de junio de 2015

El primer paso contra el peaje

Vehículos pasando por el peaje de A Barcala antes de la supresión del cobro. 
Una iniciativa del BNG en el Congreso de los Diputados abrió en 2005 el camino para que el peaje de A Barcala fuese eliminado. Los nacionalistas recibieron el apoyo del PSOE, entonces en el Gobierno central, para sacar adelante esta propuesta, que tardó un año en materializarse con la aplicación de la gratuidad en ese tramo

A mediados de 2005, tan solo los conductores que utilizaban con más frecuencia la entrada a la autopista por A Barcala y que reunían una serie de requisitos se beneficiaban de la gratuidad del peaje, aunque en la comarca existía un clamor social a favor de que esta medida se extendiese a todos los usuarios. El 1 de mayo, el Congreso de los Diputados debatió una iniciativa del BNG, planteada por su diputado Francisco Rodríguez, en la que reclamaba que el recorrido entre A Barcala y A Coruña quedase liberado del peaje.

La propuesta instaba al Ministerio de Fomento a que negociase con la concesionaria de la autopista y con ayuda de la Xunta la supresión del peaje en los siete kilómetros que separan la ciudad de la entrada de A Barcala. Los socialistas, entonces en el Gobierno central, respaldaron la iniciativa, pero el PP decidió abstenerse con el argumento de que se trataba de "algo indefinido en las formas y en el tiempo".

El BNG aceptó además una modificación planteada por el PSOE para que se incluyese en el texto una solicitud a Fomento para que acelerase la construcción de un enlace entre A Coruña y la autovía del Noroeste, lo que después se denominaría tercera ronda, con el fin de servir de alternativa gratuita a la AP-9. "No es una buena medida que el Gobierno no dé pasos hacia adelante en este problema, porque esa ya fue la actitud del anterior Gobierno del PP", advirtió Francisco Rodríguez a los socialistas durante su intervención, aunque estos apoyaron su propuesta y respondieron por boca del diputado gallego Antón Louro, quien afirmó que el PP "no tiene credibilidad ninguna en materia de peajes", ya que le reprochó la privatización de la Autopista del Atlántico y aseguró que el Gobierno ya trabajaba para eliminar el pago en A Barcala.

Ante la actitud de BNG y PSOE, los populares presentaron su propia iniciativa, en la que solicitaron que fuese el Estado el que costease la gratuidad para algunos conductores en A Barcala que hasta entonces financiaban la Xunta y la Diputación, aunque la propuesta fue rechazada, lo que el PP interpretó como una muestra del "desprecio del Gobierno socialista hacia los intereses de todos los gallegos".

Hubo que esperar un año para que la medida solicitada en el Congreso se hiciera efectiva, lo que favoreció la circulación en el área metropolitana coruñesa. Curiosamente, la autopista es ahora, diez años más tarde, el objetivo de otra petición sobre liberación de peajes, ya que el Consorcio As Mariñas reclama que se libere el peaje existente en Guísamo. La respuesta del Gobierno fue la misma que en 2005, que esta iniciativa obligaría a indemnizar a la concesionaria, aunque poco después la compensó con un canon anual al que contribuye la Xunta.

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