miércoles, 3 de junio de 2015

La ‘Y’, con el mismo tráfico que hace 18 años



En Asturias el coche particular resiste mejor la crisis que el transporte público. Así lo confirma el último estudio realizado por el Principado sobre la movilidad en la región.Según sus técnicos, entre los años 2008 y 2012 los asturianos optaron por utilizar un 8,55% menos su turismo.En el mismo periodo los trenes de Feve perdieron un 23,99% de su pasaje, los de Renfe un 25,56% y los autobuses vendieron un 17,85% menos de billetes. Los transportes colectivos son una de las primeras víctimas de la crisis. A pesar de ello, los esfuerzos de las administraciones han ido más a congelar las tarifas de los peajes, además de subvencionar la compra de nuevos vehículos. Las demandas para realizar un esfuerzo parecido bonificando los billetes del bus y del tren a quienes iban cayendo en el desempleo no tuvieron la misma suerte.

Hay menos coches en las calzadas y, ante la entrada en servicio de nuevos tramos, los conductores están modificando sus recorridos habituales, buscando la alternativa más directa. Es lo que, en parte, le está ocurriendo a la infraestructura más frecuentada de la región, la ‘Y’ que desde el año 1976 une las tres ciudades de mayor población, Gijón, Oviedo y Avilés. El volumen de tráfico en sus calzadas encadena tanto tiempo de caída que hacía ya 18 años que los usuarios no conducían tan desahogados por ella.

El Ministerio de Fomento acaba de hacer públicos sus registros de tráfico de 2014, ejercicio en el que el tramo Serín-Gijón protagonizó un desplome inusual. Soportó 40.079 vehículos diarios, un 10,9% menos que en 2013. De no producirse un cambio de tendencia, este tramo de la autovía del Cantábrico (A-8), antaño el más utilizado en la región, bajaría de los 10.000 usuarios al día por calzada, algo que no sucedía desde 1996.

La crisis económica no explica por sí sola la pérdida de pulso en esta rama de la infraestructura, por lo que conviene analizar lo que sucede en la autovía AS-II, su principal competidor en los tráficos entre Oviedo y Gijón.La alternativa inaugurada en 2007 tardó en consolidarse debido a la crisis, pero en 2014 es de las pocas pistas en la región que ha registrado algún incremento de uso, concretamente un 1,3%. Con 21.476 vehículos diarios, la autovía de peaje en sombra adquiere por primera vez en su historia un volumen de tráfico que supone ya la mitad del que tiene Serín-Gijón.

El declive que vive el segmento más oriental de la ‘Y’ ya provocó en 2012 otro punto de inflexión.Entonces, por primera vez, el tramo Avilés-Serín le superó en aprovechamiento, primacía que mantiene a pesar de haber retrocedido el pasado año un 4,7%, captando 49.960 vehículos al día. El estancamiento en los desarrollos urbanísticos de la costa, unido al largo invierno que vive el polígono de la ZALIA, explican en parte una merma no incompatible con el progresivo deterioro de la pista. Una vez superado el nudo de Serín, la calzada en sentido Avilés es conocida por los usuarios por los abombamientos y degradaciones que ofrece.

El tronco principal de la ‘Y’ es el Oviedo-Serín, tramo que, según el ministerio, es el primero de la autovía Ruta de la Plata (A-66) a pesar de que otras nomenclaturas lo sitúen Gijón. En el año 2002 el segmento alcanzó la mayor cota histórica de toda la infraestructura, con 76.398 usuarios al día, un volumen que desde entonces está de capa caída. El pasado año no pasó de los 54.437 vehículos diarios; el atractivo de Parque Principado y el tirón de Llanera y Siero no bastan para que la pista recupere las congestiones del pasado aunque sí le han permitido repetir en 2014 los registros del ejercicio anterior. La expansión económica y los años del ‘boom’ alimentaron este tramo que ahora parece estabilizarse en un volumen que no conocía desde 1997.

Esta mayor presión obligó a la Demarcación de Carreteras del ministerio a realizar un esfuerzo extra en su conservación en los últimos meses. Además de la limpieza de las cunetas, hubo un repintado de firmes y se repuso parte del cercado en la zona anterior a Serín, al objeto de impedir la invasión de animales. El objetivo es evitar la siniestralidad lamentada en 2013, cuando se atendieron 16 accidentes con víctimas en el tramo Oviedo-Serín, mientras desde Gijón hasta Avilés apenas hubo siete.

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