miércoles, 3 de octubre de 2012

Una de cal y otra también


En un estado Social y Democrático de Derecho, como dicen que es este, el Gobierno, supuestamente sujeto a unas reglas que han emanado del pueblo soberano, no puede jugar con el dinero de éstos como si en el casino o, más bien en Eurovegas, estuviera. Es más, es el Gobierno el responsable de gestionarlos de la mejor manera para aumentar el bienestar y la riqueza del país. Desgraciadamente, vivimos en un país donde esto es una utopía, donde el Gobierno maneja a su parecer el poder judicial y legislativo, y ordena y desordena a sus anchas. No sólo el gobierno  gestiona de manera equivocada el dinero, buscando más el rédito electoral para con los poderes financieros que el beneficio de la ciudadanía, sino que además gobierna en contra de lo prometido y a golpe de decretazo que hace que esto se parezca cada día más a un día anterior al 20 de Noviembre de 1975 que a un día del siglo XXI.
No es objeto de este blog criticar la política social y económica del actual gobierno de Mariano Rajoy, salvo en el campo en el que lo desarrollamos, pues ya hay personas que lo hacen y con mucho acierto. Sin embargo, si existe un punto de unión entre esas políticas y lo que venimos denunciando en este blog y que nos sirve para seguir adelante con nuestras críticas.

Tenemos muy reciente la propuesta por parte del gobierno de la ley de los Presupuestos Generales del Estado para el 2013, que de salir adelante, y tememos que sí, si en fechas próximas los ciudadanos de este país salen a evitarlo usando una de las herramientas contempladas en la maltratada constitución de 1978, la manifestación, que algunos cabecillas del partido en el gobierno quieren tratar de “modular, triste eufemismo para referirse a limitar o, incluso nos atreveríamos a arriesgarnos, a prohibir, significarán no ya un paso, sino una zancada atrás en el estado de bienestar.
Pero volviendo al campo de este blog, y centrándonos en lo que hemos venido desarrollando, los presupuestos para el 2013, significan más despilfarro por parte de nuestros gobernantes con el fin de “ayudar” a las concesionarias de las autopistas de peaje.
Desde el gobierno, primero con Rodríguez Zapatero, y ahora con Rajoy, han defendido que ese dinero que se entrega a las concesionarias son préstamos y que deberá ser devuelto una vez que la situación de quiebra por la que atraviesan desaparezca y estas infraestructuras vuelvan a dar beneficio. Pero muy difícil, vistas las perspectivas a medio y largo plazo, que el agujero de los 3500 millones que tienen las concesionarias vayan a ser devueltos algún día.

La otra bofetada que hemos recibido es el de la modificación reciente de la Ley Postal, que permitirá que durante tres años, la concesionaria a la que se le haya permitido un préstamo, consigne anualmente de la cuenta de compensación, la diferencia entre los ingresos por el uso de la autopista y que se hubieran producido de haberse alcanzado el 80 por 100 de los ingresos previstos en el plan económico financiero presentado en la oferta de licitación por dicha sociedad y los ingresos de peaje reales.

"El saldo de la cuenta de compensación devengará intereses a partir del 1 de enero de 2014 (…)”.

Lo que quiere decir que mientras siga habiendo usuarios, se podrán devolver dichos préstamos pero ¿y si no los hay vista la tendencia? Quizás el gobierno confíe en una pronta recuperación de la actividad económica que permita esto, pero, creo que pecan de mucho optimismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario